La falta de inversi¨®n en tuberculosis ralentiza su erradicaci¨®n
Los expertos avisan que faltan recursos para mejorar el diagn¨®stico y los tratamientos, los mismos desde hace 40 a?os
El imaginario popular hab¨ªa relegado la tuberculosis a una enfermedad de pobres, olvidada, una cosa del pasado. Pero desde su ostracismo, la enfermedad infecciosa ha vuelto a dar un golpe en la mesa y a advertir de que ni entiende de clases sociales ni mucho menos est¨¢ en su ocaso. Seg¨²n las estimaciones de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), esta dolencia infecciosa afect¨® a 10,4 millones de personas en 2015 y caus¨® la muerte de 1,8 millones. La OMS pretend¨ªa acabar con la epidemia en 2035 ¡ªreducir las muertes un 95% y la incidencia un 90%¡ª pero ni las cifras de afectaci¨®n ni la inversi¨®n para bajar estas tasas lo acompa?an. ¡°Todo el mundo le da la espalda. No hay un apoyo decidido para combatirla y ejemplo de ello es que la mitad de los casos se estima que est¨¢n, pero no se han encontrado¡±, explica el doctor Pere Joan Cardona, investigador en la Fundaci¨®n Instituto de Investigaci¨®n en Ciencias de la Salud Germans Trias i Pujol de Barcelona y ponente en el Congreso Internacional de Tuberculosis que esta semana se ha celebrado en la capital catalana. Los expertos coinciden en que la falta de inversi¨®n y de una apuesta decidida por combatir la dolencia ralentiza la erradicaci¨®n de la epidemia.
La tuberculosis ya es la enfermedad infecciosa m¨¢s mortal, superando a las muertes por sida. Las herramientas para combatirla, en cambio, no se han desarrollado al ritmo que avanza la enfermedad. ¡°Es una l¨¢stima que los tratamientos que tenemos ahora sean los mismos de hace 40 a?os. En esto se ha progresado muy poquito y habr¨ªa que mejorar estos tratamientos. Lo ¨²nico que ha avanzado es que lo que antes era tomar 15 pastillas, se ha convertido en dosis fijas medicamentosas [cuatro f¨¢rmacos principales en una sola pastilla]¡±, lamenta el doctor Joan Cayl¨¤, organizador del congreso e investigador en la Agencia de Salud P¨²blica de Barcelona. La vacuna BCG que se administra a los neonatos se descubri¨® hace un siglo, el c¨®ctel de f¨¢rmacos que menciona Cayl¨¤ (isoniacida, rifampicina, pirazinamida, etambutol o estreptomicina) viene de los a?os 70 y la prueba cut¨¢nea de detecci¨®n de la tuberculina tiene tambi¨¦n m¨¢s de 100 a?os. ¡°Los objetivos de la OMS no van a suceder si no tenemos pruebas m¨¢s sencillas, m¨¢s baratas, m¨¢s f¨¢rmacos y m¨¢s vacunas¡±, advierte Morten Ruhwald, del Statens Serum Institut de Copenhague.
Seg¨²n el informe de la OMS, la financiaci¨®n necesaria para combatir la epidemia en pa¨ªses de ingresos bajos y medianos se estima en alrededor de 8.000 millones de d¨®lares anuales en 2015 ¡ªalrededor de dos tercios para la detecci¨®n y tratamiento de tuberculosis susceptible a los f¨¢rmacos, el 20% para el tratamiento de tuberculosis resistente, el 8% para pruebas diagn¨®sticas r¨¢pidas y el 6% para coinfecciones con VIH¡ª. Pero los expertos insisten en que los recursos son insuficientes. ¡°Hay unos cuatro proyectos de vacuna en marcha y casi ninguno puede empezar la fase III [de ensayo cl¨ªnico a gran escala] porque esa parte requiere una fuerte de inversi¨®n de al menos 100 millones de euros y no se consigue esa financiaci¨®n¡±, apunta Cardona, que precisamente desarroll¨® la vacuna RUTI, tambi¨¦n pendiente de esa fase III.
Los expertos puntualizan que los f¨¢rmacos disponibles son efectivos, pero esclavos al compromiso del paciente. El tratamiento para una tuberculosis primaria se prolonga durante unos seis meses, como m¨ªnimo, y la falta de adherencia al tratamiento es, en muchas ocasiones, el gran escollo a sortear. ¡°Es efectivo pero el h¨¢ndicap es que hay que cumplirlo a rajatabla. Hay que arbitran medidas para que el paciente que tenga poco inter¨¦s en su salud pueda cumplir el tratamiento, por ejemplo con programas de tratamiento directamente observado¡±, apunta Cayl¨¤.?
Detectar a los individuos con la enfermedad latente ¡ªhay muchas personas infectadas que no desarrollan la dolencia¡ª es otra gran tarea a desarrollar, seg¨²n los expertos. "Hoy hemos presentado un estudio para el tratamiento de la infecci¨®n tuberculosa latente que recoge un ensayo cl¨ªnicoque demuestra que una pauta de tres meses solamente con rifapentina con isoniacida una vez a la semana es ¨²til para prevenir la enfermedad. Es un avance pero se ha progresado poco¡°, apunta Cayl¨¤.
Mejorar los sistemas de detecci¨®n y diagn¨®stico tambi¨¦n es otra asignatura pendiente. "Hoy hay nuevos m¨¦todos diagn¨®sticos que permitir¨ªan un diagn¨®stico precoz en cuesti¨®n de 90 minutos, pero todav¨ªa no se implementan en muchos lugares.Tenemos nuevos medicamentos y nuevas formas de diagnostico que est¨¢n saliendo y si pudi¨¦semos implementar todo esto como un nuevo paquete, nos ayudar¨ªa a avanzar, estudiar y mejorar la calidad del servicio¡±, apunta el doctor Kenneth Castro, de la Uni¨®n Internacional de Tuberculosis y Enfermedades Pulmonares.
Todo el mundo le da la espalda. No hay un apoyo decidido para combatirla
Doctor Cardona
En este sentido, Castro considera que esta dolencia es poco atractiva para los grupos econ¨®micos. ¡°No ha habido la inversi¨®n en investigaci¨®n que amerita la tuberculosis. Yo creo que es porque el hecho de que afecta a personas predominantemente pobres no se ve como una fuente prometedora de ingresos. Muchas farmac¨¦uticas prefieren vender viagra que desarrollar medicamentos esenciales para comunidades pobres¡±, apunta. Concuerda con ¨¦l Cardona, aunque tambi¨¦n se?ala los altos costes que supone crear un f¨¢rmaco. ¡°Es muy complicado hacer un f¨¢rmaco. Implica mucha inversi¨®n y esto solo lo pueden hacer las grandes multinacionales. El problema es que, al ser unas empresas tan grandes, se rigen por criterios mercantiles y la tuberculosis, mercantilmente hablando, no funciona¡±, apostilla.
Los expertos se?alan, no obstante, que, m¨¢s all¨¢ del papel de las farmac¨¦uticas, es preciso incorporar la tuberculosis a la agenda pol¨ªtica como una prioridad global. ¡°Con lo que hemos hecho hasta ahora hemos ahorrado 49 millones de muertes, pero esta cuesti¨®n requiere un enfoque pol¨ªtico, integral, porque si no, no saldremos de esto¡±, alerta Cardona. ¡°Esto es algo que se tienen que plantear los que tomas decisiones a nivel gubernamental: c¨®mo vamos a proteger a estas poblaciones desprotegidas y c¨®mo vamos a seguir invirtiendo para conseguir los hallazgos que nos hacen falta.Yo lo comparo con el ¨¢mbito del sida, que se reconoci¨® en 1981. En 2016 tenemos tantos f¨¢rmacos antivirales que es dif¨ªcil mantenerse al d¨ªa. Y eso mismo nos hace falta que suceda con la tuberculosis¡±, concluye Castro.
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