El ¡®caso Sankara¡¯ se traslada a Espa?a
Un laboratorio de Santiago de Compostela estudia el ADN del l¨ªder panafricano asesinado en 1987
Los supuestos restos de Tomas Sankara se encuentran en un laboratorio de Santiago de Compostela, sometidos a un proceso de verificaci¨®n para confirmar que se tratan de los del l¨ªder panafricano, asesinado en su Burkina Faso natal semanas antes de cumplir los 38 a?os. El pasado 8 de diciembre, se produc¨ªa una rueda de prensa de la fiscal¨ªa de la justicia militar burkinesa en la que el comandante Alioun Zanr¨¦ anunciaba que el experto espa?ol encargado de la identificaci¨®n de los restos de Sankara ha solicitado y conseguido una pr¨®rroga para concluir su trabajo. Los resultados deber¨ªan estar listos a finales de este a?o.
El presidente burkin¨¦s, Roch Marc Christian Kabor¨¦, afirm¨® tambi¨¦n la semana pasada, en el transcurso de una comparecencia televisada poco antes de la celebraci¨®n del 56 aniversario de la independencia del pa¨ªs, que la resoluci¨®n del caso ser¨¢ "el punto de partida de una verdadera reconciliaci¨®n, esperada por toda la comunidad nacional".? Kabor¨¦ habl¨® de conceptos como la exigencia de credibilidad del gobierno y de estar a la altura de las expectativas del pueblo en materia de verdad y justicia y afirm¨® que "los procesos anunciados por la justicia militar para antes del fin de este a?o auguran un desenlace r¨¢pido de todos los otros casos en proceso de instrucci¨®n y preocupan a la opini¨®n". Kabor¨¦ se refer¨ªa al asesinato de Sankara y tambi¨¦n al golpe de estado de septiembre del a?o pasado, ambos con un nombre en com¨²n en la sombra: Compaor¨¦.
Muerto el 15 de octubre de 1987, a balazos, en un golpe de estado que aup¨® al poder a su compa?ero y mejor amigo, Blaise Compaor¨¦, Sankara lleva esperando justicia m¨¢s de un cuarto de siglo. En su acta de defunci¨®n figura "muerte natural" y no hab¨ªa cad¨¢ver que analizar hasta que una revoluci¨®n popular expuls¨® del poder a Compaor¨¦ hace dos a?os y se exhumaron unos restos en mayo del a?o pasado.
El proceso judicial iniciado en 2015 est¨¢ resultando, sin embargo, algo rocambolesco: una vez localizados los cuerpos de Sankara y otros doce militares asesinados junto a ¨¦l en el golpe de estado del 87, una autopsia confirm¨® la muerte violenta de todos ellos. Sin embargo, la situaci¨®n se complic¨® cuando el informe realizado en un laboratorio de Marsella estableci¨® que las muestras no conten¨ªan el ADN necesario para poder averiguar si se trataba realmente Sankara y sus hombres.
Incansable y tenaz, la familia Sankara decidi¨® pedir un contra-an¨¢lisis que estableciera a ciencia cierta la identidad de los fallecidos y que pueda servir para procesar, entre otros, a Blaise Compaor¨¦. En esta parte de la historia es donde entra en juego Espa?a: el Instituto de Ciencias Forenses Luis Concheiro, en Santiago de Compostela, es el lugar en el que se realizar¨¢ ese contra-an¨¢lisis, vital para la culminaci¨®n de un proceso judicial que provoca una gran expectaci¨®n en ?frica, adem¨¢s de para esclarecer uno de los puntos negros de nuestra Historia colectiva reciente.
Antonio Lozano, escritor, autor de El caso Sankara y miembro del comit¨¦ Sankara espa?ol, explica que el Luis Concheiro es un laboratorio especializado en el estudio de ADN muy degradado, habituado a trabajar con v¨ªctimas de la Guerra Civil espa?ola y que no deber¨ªa tener problemas para lidiar con los cuerpos de hombres j¨®venes fallecidos hace menos de tres d¨¦cadas. Pertenece a la Universidad de Santiago de Compostela y fue fundado por una referencia en la materia, el investigador gen¨¦tico ?ngel Carracedo. Su directora actual es Mar¨ªa Victoria? Lareu, conocida en los medios por su labor en casos como el de Eva Blanco.
Tras dos a?os de investigaciones y tomar declaraci¨®n a un centenar de testigos, el juez encargado del caso Sankara en Burkina, Fran?ois Yam¨¦ogo, ha inculpado ya a catorce personas, encabezadas por Blaise Compaor¨¦ y el general golpista Gilbert Diend¨¦r¨¦. Adem¨¢s, relaciona con el magnicidio a Charles Taylor, expresidente liberiano que cumple condena en La Haya actualmente. Yam¨¦ogo decidi¨® impulsar, el pasado mes de octubre, una comisi¨®n rogatoria para pedir el levantamiento del secreto de defensa en Francia y as¨ª conocer los entresijos de un golpe de estado en el que se sospecha que estuvieron implicados los gobiernos franc¨¦s y marfile?o. Uno de los abogados de la familia del capit¨¢n, B¨¦n¨¦wend¨¦ Sankara, ha explicado que pasaron a la v¨ªa judicial para determinar la responsabilidad francesa en la muerte del l¨ªder revolucionario despu¨¦s de fracasar por la v¨ªa pol¨ªtica con una petici¨®n formal presentada ante la Asamblea Nacional gala en el a?o 2012.
Tragedia anunciada
Alouna Traor¨¦ es el ¨²nico superviviente de la matanza en el Consejo del Entente que puso fin a la presidencia de Sankara el 15 de octubre de hace casi 30 a?os. Varios medios han recogido su testimonio: escucharon tiros fuera y Thomas Sankara reaccion¨® afirmando que le buscaban a ¨¦l y saliendo con los brazos en alto a encararse con los golpistas. El relato de Traor¨¦ pone en cuesti¨®n la versi¨®n de Compaor¨¦ y sus hombres, que alegan leg¨ªtima defensa ante el ataque de Sankara y sus compa?eros. Compaor¨¦ era el segundo del gobierno de Sankara en el momento del alzamiento militar que lo depuso. Su mujer es marfile?a y se sospecha que el golpista actu¨® bajo la influencia del presidente de Costa de Marfil, F¨¦lix Houphou?t-Boigny, y del gobierno franc¨¦s.?
Sujeto a una orden de arresto internacional, el exmandatario burkin¨¦s disfruta de un exilio dorado en la vecina Costa de Marfil, donde obtuvo la nacionalidad marfile?a por procedimiento de urgencia al tiempo que el presidente del pa¨ªs, Alassane Ouattara, promet¨ªa que ninguno de sus conciudadanos ser¨¢ enviado al Tribunal Penal Internacional. Sin embargo, tras las elecciones convocadas por el gobierno de transici¨®n burkin¨¦s en noviembre de 2015 y ganadas por Kabor¨¦, el ejecutivo con base en Uagadug¨² ha decidido proseguir la investigaci¨®n del caso Sankara. A pesar de la falta de colaboraci¨®n del gobierno marfile?o y de Francia.
Por el camino y justo antes de que se hicieran p¨²blicos los resultados de la primera autopsia de Sankara, el pa¨ªs sufri¨® una intentona golpista protagonizada por la ex guardia presidencial de Compaor¨¦ y encabezada por la mano derecha del exdictador, Gilbert Diend¨¦r¨¦. Un total de 91 personas est¨¢n acusadas formalmente de participar en ella. Otras 43 personas, tambi¨¦n mayoritariamente miembros de este cuerpo militar de ¨¦lite, esperan juicio por participar este a?o en un proyecto de ataque a la prisi¨®n donde se encuentran confinados los golpistas, con la intenci¨®n de liberarlos.
El legado del capit¨¢n Sankara sigue vivo en Burkina Faso, empezando por el propio nombre del pa¨ªs, en una lengua local, el mosi, y que significa "la tierra de los hombres ¨ªntegros". Sankara tom¨® el poder en un golpe de estado apoyado popularmente en 1983, a la edad de 33 a?os, con el objetivo de eliminar la corrupci¨®n y cortar lazos con la expotencia colonial, Francia. Su programa de cambio social y econ¨®mico es el m¨¢s ambicioso jam¨¢s intentado en el continente africano y se centr¨® -entre otras cosas- en la reducci¨®n de la deuda y el consumo de productos locales, la austeridad y la reforma administrativa, la soberan¨ªa alimentaria, la reforma agraria, la alfabetizaci¨®n y vacunaci¨®n de los ni?os, la lucha contra la desertificaci¨®n del Sahel y el empoderamiento de las mujeres. Se le considera uno de los mayores l¨ªderes africanos y planetarios y su asesinato conmocion¨® a la juventud panafricana, como lo hizo el de Patrice Lumumba en 1961.
Sankara denunci¨® la carga de la deuda ante la ONU y no se mordi¨® la lengua frente al presidente franc¨¦s del momento, Fran?ois Mitterrand, al que sermone¨® y humill¨® en p¨²blico. En plena Guerra Fr¨ªa y en un contexto africano vol¨¢til y propenso al golpe de estado, el breve mandato de Sankara llen¨® de esperanza al continente. Su muerte fue una tragedia anunciada por ¨¦l mismo, cuando inst¨® a los gobernantes africanos a unirse para luchar juntos contra el imperialismo y para defender los intereses de ?frica y les pidi¨® que no lo dejaran solo ante un previsible final violento.
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