Blaise Compaor¨¦ ante la justicia por el asesinato de Sankara
Todo interesado en ?frica y los africanos ha o¨ªdo hablar de Thomas Sankara, el capit¨¢n burkin¨¦s que es, 28 a?os despu¨¦s de su asesinato, un referente para los panafricanistas y para todos los que sue?an con un continente africano digno. Si conoce a Sankara, tambi¨¦n debe haberse familiarizado con la figura de aquel al que muchos dedos apuntan como responsable directo de su muerte: Blaise Compaor¨¦, el Bello Blaise, amigo ¨ªntimo de Sankara y quien le sustituy¨® como presidente de Burkina Faso hasta ser derrocado por una revoluci¨®n ciudadana pac¨ªfica a finales de 2014.
Ayer se hizo p¨²blico que Compaor¨¦ es objeto de una orden de arresto internacional emitida por la justicia militar burkinesa el pasado 4 de diciembre. Responsable del golpe de estado que el 15 de octubre de 1987 acab¨® -entre otras cosas- con la vida de Sankara y doce militares pr¨®ximos a ¨¦l, se le acusa de estas trece muertes. Compaor¨¦ recibi¨® la noticia en Costa de Marfil, pa¨ªs en cuyo devenir ha tenido mucho que ver desde los a?os 90 del siglo pasado y hasta hace nada. Es el pa¨ªs de su mujer, Chantal, y de su mentor y supuesto c¨®mplice en el asesinato de Sankara, F¨¦lix Houphou?t-Boigny. Tambi¨¦n es el territorio que acuna su exilio. Mariam Sankara, viuda del ex presidente burkin¨¦s, expres¨® ayer ante los medios de comunicaci¨®n su alegr¨ªa por su inculpaci¨®n en el caso del asesinato de su marido y mostr¨® su confianza en verlo ante un tribunal gracias a la cooperaci¨®n de las autoridades marfile?as. Declar¨® -quiz¨¢s con iron¨ªa- que Costa de Marfil es un pa¨ªs "hermano" de Burkina.
La de ayer fue una jornada agridulce para Mariam y los familiares del estado mayor de Sankara: las pruebas forenses realizadas en Francia con sus supuestos restos no han confirmado su identidad. La autopsia de esos restos s¨ª que establec¨ªa, en octubre pasado, que sufrieron una muerte violenta, a balazos. Se cree que los resultados de la autopsia fueron uno de los motivos que impulsaron al general Gilbert Diend¨¦r¨¦, mano derecha de Compaor¨¦, a protagonizar un golpe de estado en septiembre, justo la v¨ªspera de que se hicieran p¨²blicos. Diender¨¦ est¨¢ actualmente en prisi¨®n. Como Compaor¨¦, ha sido formalmente acusado del asesinato de Sankara.
Roch Marc Christian Kabor¨¦ ser¨¢ el nuevo presidente de Burkina a partir de la pr¨®xima semana. Antiguo aliado de Compaor¨¦, gan¨® las primeras elecciones de la transici¨®n tras su ca¨ªda. Alassane Ouattara, presidente de Costa de Marfil, es amigo de ambos y ayud¨® al presidente derrocado a abandonar el pa¨ªs a instancias de Francia. En teor¨ªa, para salvarle de la ira de sus conciudadanos. Ouattara se arriesg¨® con este gesto solidario a sufrir la c¨®lera de sus propios conciudadanos. Muchos marfile?os culpan a Blaise Compaor¨¦ de apoyar, al menos, dos golpes de estado en su tierra y la rebeli¨®n que atac¨® Abiy¨¢n en septiembre de 2002 y les hizo conocer una larga y cruenta guerra de la que todav¨ªa se recuperan. Ouattara no ha reaccionado p¨²blicamente todav¨ªa a la petici¨®n de la justicia burkinesa, pero es uno de los invitados de Kabor¨¦ con ocasi¨®n de su investidura.
Para hacernos una mejor composici¨®n de lugar sobre la figura de Compaor¨¦, es interesante leer a Antonio Lozano, autor de El caso Sankara y que tambi¨¦n escribi¨® sobre ¨¦l cuando cay¨® en desgracia. Lozano ya explicaba en aquel momento que "ni la oposici¨®n ni los movimientos ciudadanos est¨¢n dispuestos a que los cr¨ªmenes de Compaor¨¦ queden impunes, empezando por el asesinato de Thomas Sankara".
La situaci¨®n de la regi¨®n se complica un poco m¨¢s gracias a la revelaci¨®n de las autoridades burkinesas de que existen unas grabaciones que vinculan al presidente de la Asamblea Nacional de Costa de Marfil, Guillaume Soro, con el golpe de estado de septiembre. Soro vive un final de a?o algo convulso entre la investigaci¨®n de la justicia burkinesa sobre su posible apoyo econ¨®mico y t¨¢ctico al pronunciamiento de Diend¨¦r¨¦ y un mandato de la jueza francesa Sabine Kh¨¦ris para declarar en Par¨ªs en el marco de una investigaci¨®n a ra¨ªz de una denuncia del hijo del expresidente marfile?o, Laurent Gbagbo. Michel Gbagbo, ciudadano franc¨¦s por parte de madre, acus¨® a Soro y otros diez jefes militares a sus ¨®rdenes de secuestro y tratamiento degradante e inhumano. Las tropas de Ouattara lo detuvieron, junto con su padre, el 11 de abril de 2011.
A principios de este mes, la jueza Kh¨¦ris envi¨® a la polic¨ªa a buscar a Soro a su domicilio franc¨¦s cuando participaba en la Cumbre de Par¨ªs, forzando su regreso precipitado a Abiy¨¢n. All¨ª se expres¨® ante su Parlamento, afirmando su inocencia y que Michel Gbagbo es un ingrato por denunciarle, puesto que -insinu¨®- pod¨ªa haber muerto en la confusi¨®n de la crisis post-electoral de 2010-2011. Soro tambi¨¦n precis¨® en las redes sociales que sus conversaciones con Djibril Bassol¨¦, ministro de Asuntos Exteriores de Compaor¨¦ e inculpado por el golpe de estado de septiembre, existen pero han sido manipuladas para tenderle una trampa.
Parece que Burkina ha decidido realmente ajustar cuentas con su pasado y que el fantasma de Thomas Sankara extiende su sombra sobre el destino de sus supuestos asesinos. Su presencia se hace m¨¢s fuerte y revive en todo el continente africano, casi treinta a?os despu¨¦s de su asesinato. La investidura de Kabor¨¦ y las pr¨®ximas semanas prometen ser momentos apasionantes y cruciales para el pa¨ªs y sus alrededores, adem¨¢s de hacer cosquillas a los cimientos de la Fran?afrique. Como recuerda Antonio Lozano, Compaor¨¦ fue el hombre de confianza de Francia en la regi¨®n, depositario de mil secretos inconfesables, parte y mediador en casi todos los conflictos de la zona durante casi tres d¨¦cadas y responsable de otras muchas muertes dentro y fuera de las fronteras de Burkina, incluidas las de ciudadanos liberianos v¨ªctimas de Charles Taylor (cumpliendo condena en el Tribunal Penal Internacional) o la del periodista burkin¨¦s Norbert Zongo, que investigaba a su hermano Fran?ois por un asesinato.
Los ojos del mundo deber¨ªan fijarse hoy, m¨¢s que nunca, en el Pa¨ªs de los Hombres ?ntegros y el recuerdo de Thomas Sankara.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.