De la petanca no se puede vivir ni tampoco salir

Se proclam¨® campe¨®n de Europa sub-16 en 2010, algo que, como suele pasar en nuestro pa¨ªs cuando no se trata de f¨²tbol, baloncesto o motos, pas¨® inadvertido para la mayor¨ªa de los medios de comunicaci¨®n. Solo en Murcia, su ciudad natal, recibi¨® cierta atenci¨®n medi¨¢tica. Sin embargo, unos meses despu¨¦s, Jos¨¦ G¨®mez Guerrero adquiri¨® cierta popularidad de la forma m¨¢s tonta, de rebote, si me lo permiten.

Dijo: ¡°Volver¨¦ a estudiar; de la petanca no se puede vivir¡±. Y en internet la tomaron con ¨¦l, como si el chaval no tuviera derecho a hacer realidad su sue?o

Una entrevista en La verdad de Murcia agit¨® el ingenio y, por qu¨¦ no decirlo, la crueldad de las redes sociales contra su persona. ¡°Volver¨¦ a estudiar; de la petanca no se puede vivir¡±, rezaba el encabezamiento. Jos¨¦, que hab¨ªa alcanzado la gloria en la localidad francesa de Montauban al imponerse en la final a la estrella local y que se merec¨ªa un respeto, se hab¨ªa dado de bruces con la dura realidad y anunciaba que retomaba sus estudios de Secundaria, abandonados tras la euforia de vislumbrar un brillante futuro en la petanca.

En Internet la tomaron con ¨¦l, como si el chaval no tuviera derecho a hacer realidad su sue?o, y compartir memes del joven se convirti¨® en un cruel entretenimiento cibern¨¦tico. ¡°Yo a aquello no le di demasiada importancia. Hay idiotas en todas partes¡±, afirma hoy G¨®mez Guerrero, que tiene 21 a?os. Su vuelta a los estudios, sin embargo, solo dur¨® un a?o. Desde entonces, ha realizado trabajos ocasionales en algunos supermercados y sigue d¨¢ndole a la petanca, su gran pasi¨®n. ¡°A m¨ª este deporte me ha dado mucho, es una pena que no tenga m¨¢s apoyo, porque somos miles los practicantes en toda Espa?a. Entreno por lo menos una hora al d¨ªa¡±.

Y sigue en la ¨¦lite. El primer fin de semana de octubre particip¨® con la selecci¨®n espa?ola en el Campeonato de Europa sub-23, celebrado en Torrelavega (Cantabria). Esta vez se qued¨® fuera de las medallas, pero seguir¨¢ jugando, convencido de que es injusto que, a pesar de la afici¨®n que hay en Espa?a, la petanca no tenga el apoyo que ¨¦l cree que merece.

Su deporte exige punter¨ªa, t¨¦cnica y cierta estrategia, pero para ¨¦l, la diferencia la marca la concentraci¨®n: ¡°Hay que olvidarse de la presi¨®n y abstraerse de todo¡±, explica. Todo ese talento que G¨®mez Guerrero acredita, como el de tantas otras figuras de deportes minoritarios, se pierde en un amateurismo que poco o nada tiene que ver con lo que el Bar¨®n de Coubertain, creador de los Juegos Ol¨ªmpicos modernos, reclamaba para este acontecimiento. La profesionalizaci¨®n de unos supone la marginaci¨®n de los otros, el pez gordo se come al chico, y Jos¨¦ G¨®mez Guerrero dif¨ªcilmente podr¨¢ vivir nunca de la petanca. Tendr¨¢ que conformarse con que la petanca siga siendo su vida.