Contener a Trump
A la UE le interesa proteger el acuerdo con Ir¨¢n, garantizar que todas las parte lo cumplan
Durante su campa?a, el presidente electo estadounidense, Donald Trump, no dio muchas explicaciones sobre su pol¨ªtica exterior. Ahora bien, s¨ª dej¨® muy claras unas cuantas cosas: adem¨¢s de aniquilar el llamado Estado Isl¨¢mico y entablar una guerra comercial con China, Trump prometi¨® ¡°desmantelar el desastroso acuerdo con Ir¨¢n¡±. El pacto, que logr¨® que Teher¨¢n dejara de enga?ar al mundo sobre su programa nuclear, no s¨®lo es uno de los pocos triunfos de la pol¨ªtica exterior europea, sino que es un ejemplo de c¨®mo afrontar colectivamente y con ¨¦xito un problema mundial.
Con la elecci¨®n de Trump, corresponde ahora a los europeos ¡ªimpulsores de un proceso diplom¨¢tico de 10 a?os de duraci¨®n¡ª defender el hist¨®rico acuerdo. En Estados Unidos, la idea de que pod¨ªa lograrse ¡°un acuerdo mejor¡±, que estaba muy extendida, qued¨® refutada con los intensos debates tras la firma del acuerdo en julio de 2015. Los que quieren revocar el acuerdo prefieren una ¡°soluci¨®n¡± completamente distinta: o bien obligar a Ir¨¢n a ceder con un aislamiento econ¨®mico cada vez mayor, o bien eliminar las infraestructuras nucleares del pa¨ªs ¡ªy tal vez su r¨¦gimen¡ª mediante una intervenci¨®n militar. No hay m¨¢s que fijarse en Cuba e Irak para ver lo bien que han funcionado esas estrategias.
El acuerdo sigue siendo la mejor soluci¨®n contra la amenaza que representaban las actividades nucleares clandestinas de Ir¨¢n para el r¨¦gimen de no proliferaci¨®n y pa¨ªses vecinos como Israel. Es la expresi¨®n colectiva de los intereses de todos sus firmantes: Alemania, China, Estados Unidos, Francia, Ir¨¢n, Reino Unido, Rusia y la Uni¨®n Europea. Y est¨¢ garantizado por una resoluci¨®n del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Tiene toda la legitimidad internacional posible.
Este acuerdo hist¨®rico llevar¨¢ un a?o casi exacto en vigor y siendo fielmente respetado por todas las partes cuando el presidente Trump jure su cargo. No se limita a la ¡°mera¡± contenci¨®n del programa nuclear de Ir¨¢n, sino que encarna una concepci¨®n global de c¨®mo deber¨ªa funcionar (idealmente) el mundo: mediante compromisos y normas acordadas suscritas por todos los interesados y que, en caso de ser infringidas, cuenten con el respaldo de un r¨¦gimen de sanciones multilateral y estricto. Adem¨¢s, el acuerdo representa la actitud de los firmantes respecto a ese orden mundial, si se sienten vinculados a ¨¦l o no. Este es un detalle especialmente significativo en el caso de Ir¨¢n, Estados Unidos y la UE.
Los europeos no pueden prosperar m¨¢s que en un entorno multilateral y que respete las normas
Como Estado revolucionario, la Rep¨²blica Isl¨¢mica siempre ha vacilado entre oponerse al sistema mundial actual o intentar mejorar su posici¨®n dentro de ¨¦l. El expediente nuclear es un ejemplo de esa ambig¨¹edad: Ir¨¢n desafi¨® al Consejo de Seguridad durante casi un decenio, al mismo tiempo que se esforzaba en asegurar que sus acciones se aten¨ªan a los l¨ªmites del r¨¦gimen de no proliferaci¨®n. El pa¨ªs ha vivido grandes controversias por el acuerdo en v¨ªsperas de las elecciones presidenciales de la pr¨®xima primavera, que podr¨ªan acabar siendo un refer¨¦ndum sobre el tratado. Estados Unidos tambi¨¦n tiene un historial de infringir las normas internacionales cuando conven¨ªa a sus intereses. Despu¨¦s de todo lo que se le oy¨® decir a Trump durante la campa?a y tras su victoria, el choque entre la soberan¨ªa nacional y las normas mundiales va a ser una de las cuestiones fundamentales de su mandato desde los primeros momentos.
Los europeos no pueden prosperar m¨¢s que en un entorno multilateral y que respete las normas. La UE no es una poderosa Naci¨®n-Estado capaz de agrupar a sus ciudadanos en torno a un destino com¨²n; le va a ser dif¨ªcil incluso mantener su unidad tras la decisi¨®n del Reino Unido de abandonar la Uni¨®n y el ascenso, relacionado, del populismo en todo el continente. Van a encontrar numerosas discrepancias con el pr¨®ximo presidente de Estados Unidos, desde el mantenimiento de la alianza transatl¨¢ntica y la forma de enfrentarse a Rusia hasta qu¨¦ hacer respecto a Oriente Pr¨®ximo y el cambio clim¨¢tico.
A la UE le interesa verdaderamente proteger el acuerdo con Ir¨¢n, garantizar que todas las partes lo cumplan tanto al pie de la letra como en esp¨ªritu. Juntos, los europeos deber¨ªan pedir a la nueva administraci¨®n norteamericana las mismas responsabilidades que han pedido a Teher¨¢n, no s¨®lo por el bien del r¨¦gimen de no proliferaci¨®n sino por el del orden jur¨ªdico internacional, sin el que Europa se quedar¨¢ sin un papel que desempe?ar en el mundo.
Cornelius Adebahr es socio no residente en Carnegie Europa.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
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