Cuatro fiestas y un funeral
Madrid puede ser una ciudad donde la vida es tumultuosa y la muerte un desamparo.

Madrid es una fiesta sin fin, as¨ª lo he comprobado esta semana, agit¨¢ndome entre salones de academias, estrenos de cine, recepciones en embajadas y cenas en casas vecinas a la Zarzuela. Y, de repente, en medio de todo, la muerte de Rita Barber¨¢, inesperada y solitaria en una habitaci¨®n de hotel. Igual que Bacon, el pintor ingl¨¦s, que muri¨® en otro hotel cerca del Prado. Madrid puede ser una ciudad donde la vida es tumultuosa y la muerte un desamparo.
Mi primera reacci¨®n ante el fallecimiento de la exalcaldesa de Valencia fue recordar que en Espa?a la muerte santifica. Forma parte de nuestra educaci¨®n ver la muerte de esa manera. Y, en efecto, los gestos y palabras de homenaje empezaron a crecer y a eclipsar lo dem¨¢s. El Partido Popular en su bipolaridad ensalz¨® de todas las maneras posibles a quien hab¨ªan expulsado de sus filas. En ese sentido, la muerte de Barber¨¢ tiene un significado enorme: es probable que Rajoy haya conseguido su segunda legislatura al aceptar su salida del partido y que ahora desde el cielo ser¨¢ ella, la repudiada, quien mejor le ampare en su nuevo gobierno.
Pero en Madrid la fiesta continua. El D¨ªa de Acci¨®n de Gracias es igual a la Navidad para los estadounidenses y la capital empieza a celebrarla con su caracter¨ªstica soltura cambiando los pavos por capones o pulardas, que es un ave que gusta mucho a las anfitrionas porque es m¨¢s jugosita y menos aparatosa. En la Gala Sida, capitaneada por Miguel Bos¨¦, hab¨ªa tanta electricidad por ser la primera vez que se celebraba en la capital que se fue la luz en la cocina donde terminaban la cena. Y la pularda, indecisa, se retras¨®. La gala recaud¨® m¨¢s de un mill¨®n de euros, en una ciudad que es solidaria pero tambi¨¦n pesetera. Fue un ¨¦xito. Y tambi¨¦n hubo cobra. Laura S¨¢nchez retransmit¨ªa en streaming la alfombra roja y cuando le pregunt¨® a Carmen Lomana algo sobre los ochenta, Carmen congel¨® su rostro, los ochenta quedan muy atr¨¢s, hasta que S¨¢nchez aclar¨® que hablaba sobre los or¨ªgenes de la enfermedad.

S¨ª, hemos vivido mucho. Es lo que expone el fot¨®grafo Jonathan Becker en su brillante colecci¨®n de retratos de personajes del siglo XX. La exposici¨®n se inaugur¨® durante la cena de gala de Vanity Fair por su n¨²mero 100 en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde se conservan las placas originales de Los Caprichos de Goya. A Becker le fascina, como dijo en perfecto y pausado espa?ol, estar en esa compa?¨ªa. A Goya quiz¨¢s le habr¨ªa provocado similar fascinaci¨®n retratar a algunos invitados. La mesa m¨¢s observada reuni¨® a Isabel Preysler y a Mario Vargas Llosa con Carolina y Reinaldo Herrera. Y con ellos, Paolo Vasile, el se?or Telecinco, que siendo italiano es probablemente la persona que m¨¢s retrate e influya en la vida de los espa?oles. ¡°Vas de fiesta en fiesta¡±, me dijo Vasile. ¡°?No te cansas?¡±. ¡°No¡±, le respond¨ª, porque siempre me sorprende algo o alguien, como, por ejemplo, encontrarme dentro de una Academia de Arte, rodeado de fant¨¢sticas reproducciones de esculturas de otro tiempo (El David, la Venus de Milo, Laocoonte) mientras a mi lado cenan protagonistas de mi tiempo.
No pod¨ªamos imaginar que esa misma noche ser¨ªa la ¨²ltima de Rita. Seguimos vivos y la vida continua. Brad Pitt acudi¨® al estreno de Aliados y pos¨® sin permitir ninguna pregunta. La que s¨ª habl¨® fue Luc¨ªa Bos¨¦ cuando inaugur¨® una exposici¨®n de sus obras, que mezclan el collage y el humor, en el Cock, un m¨ªtico bar que acogi¨® la movida pero fue tambi¨¦n el lugar de escarceo discreto durante el franquismo. ¡°Entr¨¢bamos por Chicote¡±, explicaba Luc¨ªa, haciendo referencia al bar que agasajaba a Domingu¨ªn, Ava Gardner y los pr¨ªncipes de M¨®naco, ¡°pero luego ven¨ªamos al Cock por una puerta falsa. Y aqu¨ª pasaba de todo, sin ser noticia¡±.
Algunas noticias, como la de una muerte, deseas por un instante que sean falsas. Para evitar noticias falsas en las redes habr¨¢ legislaci¨®n verdadera, de esto se hablaba en la ¨²ltima cena de Thanksgiving de los embajadores norteamericanos. Que las redes mandan mucho se comprob¨® con el Brexit y el triunfo de Trump, noticias reales que habr¨ªamos preferido fuesen falsas. Pero publicar lo que es cierto-cierto supone un camino dif¨ªcil-dif¨ªcil, que pasa por asumir que ya no existe frontera o muro entre la verdad, la noticia y el entretenimiento.
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