Pedro Halffter, un cocinero bachiano

Lo primero que hace nada m¨¢s levantarse por la ma?ana no tiene nada que ver con el ceremonial que sigue la mayor¨ªa de los mortales. A¨²n rodeado por los brazos de Morfeo, su instinto no le lleva directo a tomar un caf¨¦ o meterse bajo la ducha, sino a sentarse al piano y tocar a Bach. ¡°No hay m¨²sica m¨¢s bella que el aria del principio de las Variaciones Goldberg¡±, sentencia. Nacido en una familia de grandes int¨¦rpretes, compositores y directores de orquesta, Pedro Halffter (Madrid, 1971) es hoy ¨¦l mismo un gran int¨¦rprete, compositor y director de orquesta.

Responsable del programa art¨ªstico del Teatro de la Maestranza de Sevilla, donde en enero dirigir¨¢ La flauta m¨¢gica, el m¨²sico vive con otra obsesi¨®n m¨¢s all¨¢ de Johann Sebastian: ¡°Cambiar la fisonom¨ªa de la ciudad en el ¨¢mbito cultural¡±. ¡°Sevilla es el lugar que m¨¢s libretos de ¨®pera ha inspirado en la historia, m¨¢s de 150¡±, explica este hombre alto y espigado, elegante, de cabello cano y postura recta. Con obras maestras como Carmen, Fidelio o El barbero de Sevilla enmarcadas a orillas del Guadalquivir, el m¨²sico busca exaltar la mezcla de tradici¨®n y modernidad que convive en la capital andaluza. ¡°Quiero que se convierta en una referencia oper¨ªstica¡±.

Desde San Petersburgo import¨® la idea de su receta: berenjenas rellenas de tomate, queso feta, albahaca y un toque de chile ¡°para dar un poco de alegr¨ªa¡±.

Fuera de casa 300 de los 365 d¨ªas del a?o, de viaje constante, ¡°hace tiempo¡± que Halffter tom¨® la decisi¨®n de hacerse vegetariano para mantener una alimentaci¨®n equilibrada, aunque una de sus aficiones favoritas es acompa?ar a sus hijos a comer cocido. Desde San Petersburgo import¨® la idea de su receta: berenjenas rellenas de tomate, queso feta, albahaca y un toque de chile ¡°para dar un poco de alegr¨ªa¡±. ¡°Es un plato muy bachiano. Muy simple y muy sano¡±, recalca el m¨²sico, quien, tras el estreno de Tannh?user?en Sevilla este octubre, ha sido calificado por la revista especializada Beckmesser como ¡°el mejor director wagneriano de Espa?a¡±.

Cocinero casi sin quererlo, hizo sus primeros pinitos con los cuchillos en Alemania, donde estudi¨® el bachillerato en un internado. ¡°Nos obligaban a hacer pr¨¢cticas en la cocina dos veces al a?o, y enseguida nos dimos cuenta de que era una ayuda para el colegio, porque hac¨ªamos la comida para 250 personas¡±, rememora, para confesar entre risas, y otra vez cuchillo en mano, que ¡°cort¨¢bamos mucho¡±.

SAMUEL S?NCHEZgianfranco tripodo

Aquel instituto fue tambi¨¦n el escenario de su primera funci¨®n como director de orquesta, a los 16 a?os. Ante la baja del entonces titular, ¨¦l se atrevi¨® a hacer la suplencia. Y no solo eso. ¡°Yo tocaba el chelo, y adem¨¢s de dirigir la orquesta, dije: ¡®Voy a tocar un concierto¡±. Siempre con su batuta en la maleta ¨C¡°todo director de orquesta deber¨ªa usarla¡±¨C, Halffter encuentra conexiones entre su trabajo y el de un actor o, incluso, un chef. ¡°Una receta ya est¨¢ escrita, pero eres t¨² el que la tiene que interpretar¡±, explica. ¡°Y, en el teatro, frases antol¨®gicas como ser o no ser pueden parecer inocuas o, dichas por un gran actor, dejarte devastado¡±. Convencido, adem¨¢s, de que ¡°todos somos m¨²sicos¡± (aunque, eso s¨ª, ¡°hay quien tiene m¨¢s o menos talento¡±), alienta a todo el mundo a bucear en las partituras. ¡°Lo malo es que se exige demasiado solfeo antes de que la persona pueda acercarse a un instrumento¡±, opina. ¡°Lo mejor es animarse a probar, tocar¡±.

Enamorado de las melod¨ªas que ¡°transmiten emociones y admiraci¨®n¡±, Halffter dice tener ¡°sentimientos encontrados¡± en cuanto a la concesi¨®n del Nobel a un colega. ¡°Dylan refleja la sociedad de ahora, pero para m¨ª hay otros autores¡±. Arrastrado por el torrente de las notas, es incapaz de compatibilizar su pasi¨®n. ¡°La m¨²sica es tan vital para m¨ª que no la puedo compartir, ni siquiera cuando leo¡±. Si toca a Bach, lo borda. Si dirige, se apoya en un ritual para conjurar todas sus fuerzas. Y si escribe partituras, huye de la mediocridad. ¡°Como pasa con los libros, solo unos pocos tienen trascendencia¡±, apunta sobre la escasa relevancia de los compositores de cl¨¢sica hoy. ¡°Al final, se suele leer a las generaciones pasadas, porque es necesario que pase el tiempo para tener un filtro¡±.

Berenjena rellena de tomate y feta

1,5 euros por persona