Error grave en Cuba
Rajoy persiste en una pol¨ªtica nefasta en un pa¨ªs especial para Espa?a
Mariano Rajoy deber¨ªa tener presente lo que hist¨®ricamente ha representado y representa hoy Cuba para Espa?a, independientemente de cualquier circunstancia o Gobierno que haya, ya sea en Madrid o en La Habana. Si hubiera valorado debidamente este dato fundamental no habr¨ªa enviado una representaci¨®n de segundo nivel a los actos f¨²nebres de Fidel Castro.
Editoriales anteriores
La presencia de don Juan Carlos en la capital cubana no puede ocultar que el Gobierno ha optado por tener una representaci¨®n que refleja, si no indiferencia, s¨ª una preocupante dejaci¨®n de sus obligaciones en defensa de los intereses de Espa?a, algo que en las relaciones con la isla entendi¨® hasta el dictador Francisco Franco.
El env¨ªo como m¨¢ximo representante del Gobierno espa?ol del secretario de Estado de Cooperaci¨®n y para Iberoam¨¦rica, Jes¨²s Gracia, es absolutamente insuficiente. La excusa de que el ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, se encuentra en Portugal acompa?ando a don Felipe en un viaje oficial sencillamente no es de recibo. Dastis podr¨ªa haber viajado a La Habana sin restar un ¨¢pice de importancia a la visita del Rey a un pa¨ªs aliado y amigo como es Portugal.
Rajoy ha decidido ¡ªde nuevo¡ª que Espa?a est¨¦ en segunda fila en un momento hist¨®rico de un lugar cuya prioridad para Espa?a pr¨¢cticamente no tiene parang¨®n en el mundo. Su pol¨ªtica respecto a Cuba ha sido desastrosa. La irrelevancia alcanzada por nuestro pa¨ªs en los asuntos y en el futuro de la isla es leg¨ªtimamente achacable a la incomprensi¨®n total que el presidente del Gobierno ha demostrado sobre las relaciones no entre los Gobiernos de los dos pa¨ªses, sino de ambos pueblos durante siglos, particularmente preocupante trat¨¢ndose de alguien nacido en Galicia.
Un buen ejemplo reciente es lo sucedido desde el anuncio del restablecimiento de relaciones diplom¨¢ticas entre Estados Unidos y Cuba tras medio siglo de enfrentamiento. Lejos de aprovechar una oportunidad hist¨®rica largamente esperada, Rajoy ha dejado que otros pa¨ªses europeos afianzaran sus posiciones en una zona que es de importancia estrat¨¦gica vital para Espa?a. La ret¨®rica grandilocuente plagada de lugares comunes a la que ha recurrido Rajoy para explicar el papel que quiere jugar Espa?a en la evoluci¨®n de la isla no sirve de nada a la hora de la verdad. Las relaciones internacionales no son un concurso de buenas intenciones, sino una demostraci¨®n permanente y efectiva de los intereses de un pa¨ªs. Y esa demostraci¨®n pasaba necesariamente por el env¨ªo a La Habana de alguien que, al menos, se siente en el Consejo de Ministros de Espa?a; quiz¨¢ el propio Rajoy.
Cuba es fundamental para Espa?a y esta evidencia no tiene nada que ver con ninguna condena o adhesi¨®n al dictador fallecido, quien, por lo dem¨¢s, tiene una dimensi¨®n hist¨®rica innegable. Trasladar a esta relaci¨®n la ambig¨¹edad y la inacci¨®n, de las que Rajoy ha hecho su sello personal, constituye no solo un grav¨ªsimo error, sino un profundo perjuicio a los intereses de los espa?oles, los millones de hoy en d¨ªa y los millones que durante siglos forjaron una relaci¨®n ¨²nica a ambos lados del Atl¨¢ntico. Todos ellos se merec¨ªan m¨¢s en La Habana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.