?Dejar¨¢s que vigile tu casa una cucaracha?
Los insectos rob¨®ticos transformar¨¢n sectores como la seguridad o las labores de salvamento
A?o 2020. ?C¨®mo podremos saber si el insecto que vuela por nuestra casa es de verdad o tan solo una imitaci¨®n rob¨®tica? Llegado ese momento, ?qui¨¦n controlar¨¢ que la cucaracha rob¨®tica que pasea por nuestro hogar sea la nuestra y no la del vecino? Es m¨¢s, ?qui¨¦n nos asegurar¨¢ que la abeja que se ha posado en la rama del ¨¢rbol sea un animal y no un robot con inteligencia artificial preparado para grabar nuestra vida?
Y ya puestos. ?Lograremos convivir en nuestros hogares con los minirrobots, ya sean voladores o aplanados, que vienen? ?O sufriremos una entomofobia cibern¨¦tica derivada de los nuevos avances tecnol¨®gicos?
El futuro est¨¢ m¨¢s cerca de lo que parece. Un equipo cient¨ªfico de la Universidad Aeroespacial de Corea ha logrado descubrir, por fin, la clave de la estabilidad aerodin¨¢mica de los insectos voladores. De acuerdo con su trabajo, publicado el 10 de noviembre en el Journal of Fluid Mechanics, los insectos deben la estabilidad de su vuelo a la creaci¨®n de flujos de aire en rotaci¨®n espiral alrededor de las alas.
Este anuncio supone un gran hallazgo. Muchas empresas y equipos de investigaci¨®n dedican tiempo y dinero a entender por qu¨¦ estos animales realizan maniobras acrob¨¢ticas mientras que el vuelo de los veh¨ªculos a¨¦reos no tripulados (drones) se sigue manteniendo lineal. Un descubrimiento as¨ª puede suponer un antes y un despu¨¦s sobre la eficiencia y la precisi¨®n de vuelo de los drones, pero abre tambi¨¦n la puerta a nuevos interrogantes.
Vamos con lo positivo. Lo insectos rob¨®ticos podr¨ªan suponer una revoluci¨®n, por poner un ejemplo, en la ejecuci¨®n de tareas de salvamento y rescate. ?Imaginas las dificultades a las que se debe enfrentar un bombero para localizar supervivientes tras un desastre natural? Las primeras horas son cr¨ªticas y, sin embargo, extremadamente peligrosas porque el terreno est¨¢ por explorar y un peque?o error podr¨ªa costar muchas vidas, incluyendo la del propio salvador.
Supongamos ahora que frente a una nueva cat¨¢strofe se pudiera enviar un ej¨¦rcito de miles de cucarachas y abejas rob¨®ticas. ?Qu¨¦ es lo que cambiar¨ªa?
Los drones, tanto los m¨¢s conocidos de mayor tama?o como los llamados microdrones, fueron concebidos para realizar tareas aburridas, sucias y peligrosas. Son capaces de registrar lo que el ojo no ve y pueden llegar a sitios a los que una persona no podr¨ªa ni acercarse, al menos, sin poner en riesgo su vida. Hasta la llegada de los robots abeja (con el aspecto, peso y tama?o de una abeja real y capaces de posarse hasta en una hoja para recargarse), la duraci¨®n de la bater¨ªa era muy corta (en torno a los 30 minutos) lo que limitaba enormemente su utilidad. Ahora, los drones abeja se perfilan como un valioso instrumento en caso de emergencia para la observaci¨®n previa del terreno y la definici¨®n del plan de acci¨®n a seguir.
En segundo lugar, los insectos rob¨®ticos mejorar¨ªan los tiempos de rescate. La cucaracha es una criatura que tiene el poder de autoaplastarse, lo que le permite entrar en grietas mucho m¨¢s peque?as que ella misma, sin perder velocidad. Se trata, de hecho, de uno de los insectos m¨¢s r¨¢pidos del mundo. Puede alcanzar una velocidad de 1,5 metros por segundo (5,4 kil¨®metros por hora). Por todo ello, un ej¨¦rcito de cucarachas rob¨®ticas con las habilidades de las originales podr¨ªa servir para identificar muy r¨¢pido d¨®nde han quedado enterrados los posibles supervivientes y servir de gu¨ªa y orientaci¨®n para la actuaci¨®n de los bomberos.
Por supuesto, todo esto tambi¨¦n podr¨ªa tener una enorme aplicaci¨®n para nuestras empresas y hogares. Veamos algunos de los minidrones que ya se est¨¢n desarrollando en el ¨¢mbito acad¨¦mico:
En 2016 hemos conocido el CRAM (Compressible Robot with Articulated Mechanisms), un robot cucaracha con el aspecto de una periplaneta rojiza del ?frica tropical, fabricado por un equipo cient¨ªfico de la Universidad de Berkeley (California). Con un peso de 45 gramos y el tama?o de la palma de una mano, es capaz de moverse en un estado de aplastamiento que reduce su tama?o a la mitad. El CRAM es el robot cucaracha m¨¢s avanzado y, de momento, solo se utiliza en el ¨¢mbito de la investigaci¨®n acad¨¦mica.
Tambi¨¦n es interesante el caso de la RoboBee de la Universidad de Harvard, muy popular por tratarse de uno de los robots voladores m¨¢s peque?os del mundo. Lo conocimos en 2013 y tiene el aspecto y el peso de una abeja real. En concreto, ha sido desarrollado con un calibre que no supera los 3 cent¨ªmetros entre las alas y un peso de tan solo 80 miligramos. Tiene una tecnolog¨ªa que le permite mover las alas hasta 120 veces por segundo y, por si fuera poco, incorpora una c¨¢mara que le permite grabar todo lo que ve. Se espera que d¨¦ el salto comercial en unos tres a?os.
?Y si estos aparatos pudieran encargarse de la vigilancia de tu hogar, de controlar las mascotas o, incluso, del cuidado de los ni?os?
Y est¨¢ HECTOR, un robot que imita el aspecto de un insecto palo, desarrollado en la Universidad alemana de Bielefeld. En este caso, dado que se trata de un prototipo de experimentaci¨®n cient¨ªfica para mejorar el equilibrio y el movimiento de los robots, pesa 12 kilos y dif¨ªcilmente le confundiremos con el original, pero tiempo al tiempo¡ De hecho, si pruebas a hacer una b¨²squeda en Internet, ver¨¢s que hay infinidad de tutoriales para fabricar tus propios insectos rob¨®ticos. M¨¢s sencillos, eso s¨ª, y con menos funcionalidades, pero ah¨ª est¨¢n, al alcance de todos.
Cada d¨ªa son m¨¢s las empresas que se apuntan a ¡°reclutar¡± a estos peque?os soldados para que colaboren en la ejecuci¨®n de parte de sus procesos internos. Su potencial para los procesos de polinizaci¨®n ya ha entrado en los guiones de las series de televisi¨®n futuristas, como Black Mirror. Los insectos rob¨®ticos pueden llegar a ser imprescindibles para asegurar los cultivos de aquellos pa¨ªses que ya sufren el ¡°colapso de colonias¡±, un fen¨®meno que consiste en la desaparici¨®n de abejas obreras como resultado, entre otros, de la aplicaci¨®n de pesticidas y la contaminaci¨®n.
Adem¨¢s, dadas sus prestaciones, estos aparatos podr¨ªan llegar a convertirse pronto en una herramienta muy valiosa para la ejecuci¨®n de reparaciones de peque?as piezas a gran altura o en ubicaciones de dif¨ªcil acceso.
Y para acabar, la pregunta: ?Los dejar¨ªas entrar en tu casa? ?Y si estos aparatos pudieran encargarse de la vigilancia de tu hogar, de controlar las mascotas o, incluso, del cuidado de los ni?os? ?No se trata, al fin y al cabo, de una ¡°alternativa mejorada¡± sobre las c¨¢maras de seguridad que tenemos en casa?
El futuro est¨¢ mucho m¨¢s cerca de lo que pensamos. RoboRoach es el nombre de un kit para transformar una cucaracha (de las de verdad) en un c¨ªborg teledirigido desde el m¨®dico precio de 36 d¨®lares (unos 30 euros) m¨¢s gastos de env¨ªo. Se trata de pegar unos electrodos en las antenas del insecto y, despu¨¦s, conectarlos a unas mochilas que se pegan sobre su espalda. As¨ª se consigue que, tras enviar un impulso a la antena derecha, ella tome esa direcci¨®n, mientras que en caso de mandarlo a la izquierda, optar¨¢ por la otra. Es el producto estrella de la compa?¨ªa Backyard Brains, fundada en 2009 por dos ingenieros de la Universidad de Michigan. El pack completo puede comprarse en Internet por 155,99 d¨®lares.
Como es l¨®gico, todo esto plantea dudas para todos aquellos que temen por su privacidad y que se preguntan c¨®mo impedir que una abeja robot les grabe sin consentimiento o qui¨¦n se responsabilizar¨¢ de esas grabaciones. Los minirrobots exigen un uso responsable, pero tambi¨¦n la puesta en marcha de mecanismos que garanticen que no se convertir¨¢n en nuestro peor enemigo.
Si no lo hacemos, nos arriesgamos a entrar en la era de la entomofobia, un trastorno psicol¨®gico que genera un profundo sentimiento de ansiedad frente a la simple presencia de los insectos. Eso s¨ª, ¡°cibern¨¦tica¡± y acorde a estos nuevos tiempos cargados de tecnolog¨ªa que nos ha tocado vivir¡
Silvia Leal es consejera y experta en inno-liderazgo y transformaci¨®n digital. Doctora en Sociolog¨ªa y asesora de la Comisi¨®n Europea en competencias digitales, liderazgo y emprendimiento y directora del Programa en Direcci¨®n TIC & Innovaci¨®n Digital de IE Business School. Es autora de los libros e-Renovarse o morir, Ingenio y Pasi¨®n e Ingenio, Sexo y Pasi¨®n (LID Editorial).
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