Cuando hay que proteger la humanidad

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Los primeros d¨ªas que pas¨¦ en el campo de Skaramagas fueron bastante duros desde un punto de vista emocional, ya que la situaci¨®n que encontr¨¦ superaba lo que hab¨ªa podido imaginar. Mi misi¨®n es de delegado de Cruz Roja Espa?ola como traductor. Asisto a los compa?eros instalados en este puerto griego para atender a las personas refugiadas que tuvieron que huir de sus hogares por culpa las hostilidades de las guerras para refugiarse en tierras europeas en busca de la ansiada seguridad.

Se trata de un campo donde intentan convivir alrededor de 3.000 personas y m¨¢s de la mitad son ni?os, menores de edad sin mayor ocupaci¨®n que la de deambular. El campo o Al kamb, como lo llaman los propios refugiados, est¨¢ situado a pocos minutos de Atenas y est¨¢ aislado en una parcela totalmente desconectada dentro del puerto de la misma ciudad. All¨ª viven varias nacionalidades y etnias, en ocasiones enfrentadas en sus propios pa¨ªses antes de huir de las distintas guerras (Siria, Afganist¨¢n, Irak). En consecuencia, intentan convivir sirios (yazid¨ªes, musulmanes, cristianos¡­), kurdos (de Iraq, Siria y del Kurdist¨¢n), iraqu¨ªes, afganos, palestinos, entre otros.

Los conflictos hist¨®ricos entre las citadas nacionalidades hacen, en ocasiones, que la convivencia sea casi imposible en los contenedores o caravanas habilitados para alojar a menudo a m¨¢s de ocho personas en apenas unos metros cuadrados.

Mi misi¨®n c¨®mo delegado empez¨® al d¨ªa siguiente que llegu¨¦ y tengo que reconocer que el equipo humano montado en terreno me atendi¨® de la mejor forma posible y me brind¨® todo el apoyo necesario para integrarme en el equipo lo m¨¢s r¨¢pido posible.

Los conflictos hist¨®ricos entre las distintas nacionalidades del campo dificultan a menudo la convivencia entre los refugiados

Mi misi¨®n en el seno de la Cruz Roja Espa?ola establecida en Grecia consiste principalmente en acompa?ar al equipo sanitario asistiendo a las personas refugiadas de habla ¨¢rabe. Est¨¢ compuesto por un m¨¦dico de familia, un pediatra y una enfermera. En concreto, en mi primera semana en el campo de Skaramagas estuve asistiendo al pediatra para interactuar con sus pacientes, aunque muy a menudo hac¨ªa otras intervenciones con el equipo de psicosocial y el de Promoci¨®n de la limpieza.

Cabe se?alar que en todas las intervenciones es muy importante tener en cuenta el factor emocional de las personas refugiadas y acompa?arles en la traducci¨®n m¨¢s all¨¢ de la mera mediaci¨®n a la hora de transmitir los mensajes entre los dos interlocutores.

El n¨²mero de personas atendidas diariamente (s¨®lo en mi caso) a lo largo de estos primeros siete d¨ªas (incluidos el s¨¢bado y el domingo) supera el medio millar. Hay que se?alar que somos cuatro compa?eros los que prestamos nuestros servicios como traductores int¨¦rpretes a la Cruz Roja Espa?ola y la Hel¨¦nica.