Ya era hora

2016 no ha sido un a?o pr¨®digo en buenas noticias. Desde la perspectiva del bienestar y la dignidad, de la paz y la convivencia, de la justicia y hasta de la alegr¨ªa, casi todo lo que habr¨ªa podido salir bien, ha salido mal, y las pocas realidades indiscutiblemente venturosas, como la paz en Colombia, han tenido que superar obst¨¢culos de tal magnitud, que han deslucido su ¨¦xito final. En este a?o de guerras crueles, marcado por la desesperaci¨®n de miles de refugiados que malviven a la intemperie en campamentos infames, las buenas noticias no pueden serlo del todo, pero a¨²n as¨ª, hay que celebrarlas. Yo quiero celebrar hoy que la fiscal¨ªa haya decidido actuar de oficio en el caso de la brutal agresi¨®n que una mujer sufri¨® hace menos de un mes, a manos de su pareja, en el portal de su propia casa de Alicante. En el juicio, el agresor ha pedido perd¨®n a las mujeres que se hayan identificado con el sufrimiento de su v¨ªctima, en las im¨¢genes captadas por una c¨¢mara de seguridad. El hecho de que el fiscal haya decidido procesarle pese a que la agredida, paralizada por el p¨¢nico, no le haya denunciado, manifiesta sin embargo que los cr¨ªmenes machistas no son una cuesti¨®n de sensibilidad femenina, ni un asunto en el que los intereses de hombres y mujeres vayan por separado, ni una indeseable consecuencia del amor, sino un delito muy grave que afecta a la sociedad en su conjunto. Ya era hora. En este caso, la existencia de una c¨¢mara ha facilitado una actuaci¨®n reclamada desde hace mucho tiempo, pero no puede convertirse en un requisito imprescindible. Si la fiscal¨ªa la adopta como norma, los cr¨ªmenes dom¨¦sticos dejar¨¢n de ser ¨ªntimos, sus autores probar¨¢n el sabor del miedo, y algunas, quiz¨¢s muchas, mujeres salvar¨¢n la vida. Ojal¨¢.