Odio en la red
Acosado en las redes sociales un pol¨ªtico socialista que coment¨® una noticia sobre el informe PISA
Hated in the Nation se titula el sexto cap¨ªtulo de la tercera temporada de Black Mirror, la serie que nos muestra la parte m¨¢s peligrosa de las redes sociales, las nuevas tecnolog¨ªas o los medios de comunicaci¨®n en un mundo demasiado cercano.
Aunque los episodios no tienen que ver entre s¨ª, existe un hilo conductual detr¨¢s que nos debiera hacer reflexionar acerca del uso que hacemos de la informaci¨®n inmediata y no corroborada.
Sin ¨¢nimo de spoilear, en ¡°Odio nacional¡± ¨Cas¨ª se ha traducido al castellano-, los usuarios de Twitter se?alan diariamente a una v¨ªctima por alguna declaraci¨®n o comportamiento que causa el rechazo de la comunidad y eso se convierte en tendencia. Que sea cierto o no es lo de menos porque, despu¨¦s, esa persona muere asesinada.
Todos los d¨ªas encontramos a alguien que falla ¨Cde eso se trata al vivir- y todos nos sumamos al regocijo grupal que nos proporciona el vapuleo p¨²blico. Un d¨ªa detr¨¢s de otro.
A esto se han sumado algunos medios de comunicaci¨®n en lo que se ha llamado ¡°clickbait¡±, que es la forma que tienen de titular con un cebo ¨Cda igual que sea falso- para que entres en su web y as¨ª, recurriendo al sensacionalismo, generar m¨¢s ingresos publicitarios.
Hace una semana, enlazando una informaci¨®n de El Pa¨ªs sobre el Informe PISA, que dec¨ªa: ¡°Andaluc¨ªa hace un gran esfuerzo y est¨¢ a la cola. A¨²n pesa, seg¨²n los expertos, el ¨ªndice de alfabetizaci¨®n de los bisabuelos de los ni?os evaluados en PISA y el sur este era muy bajo¡±, yo tuite¨¦: ¡°Parece que El Pa¨ªs es el ¨²nico medio que conoce el Informe Pisa. Se eval¨²a el contexto familiar y en Andaluc¨ªa el franquismo sigue doliendo¡±. A las pocas horas, un periodista del ABC de Sevilla usaba una foto m¨ªa para titular que yo hab¨ªa culpado a Franco de los malos resultados de PISA en Andaluc¨ªa. No, nunca me llam¨® para preguntar mi opini¨®n. Le bast¨® un tuit.
A los pocos minutos empezaron a llegarme notificaciones en Twitter y Facebook. La viralidad empez¨® a funcionar y, por si fuera poco, 13 TV o Herrera en Cope se hicieron eco. Poco despu¨¦s, el tuit del ABC ¨Cno el m¨ªo- lo compartieron Antonio Burgos, Carlos Cuesta y un sinf¨ªn de ilustrados periodistas a los que no importaba que fuera o no veraz. Al menos, se corroboraba que el franquismo segu¨ªa doliendo. Y tanto.
Ninguno de los agraviados ¨Cas¨ª lo parec¨ªa- me pregunt¨®, aunque fuese por discutirlo, si lo que hac¨ªa era escurrir el bulto y achacar a Franco los malos datos de PISA en Andaluc¨ªa. Eso daba igual. No hubo lugar a que me explicara, aunque pareciera evidente. No pude decir que, sin duda alguna, en Andaluc¨ªa hay que hacer autocr¨ªtica y ser m¨¢s exigentes, precisamente por eso: porque nuestro punto de partida hab¨ªa sido distinto. No tuve la ocasi¨®n de exponer que, en 1982, el ¨ªndice de analfabetismo era del 15% y que doblaba la media nacional. No me dejaron citar a ninguno de los expertos que esgrim¨ªan este mismo argumento. Ni siquiera me permitieron contar que sab¨ªa bien a lo que me refer¨ªa, porque mi padre no hab¨ªa pisado una escuela en su vida, ya que con diez a?os guardaba ganado y con diecis¨¦is empez¨® a trabajar en una mina de la que no sali¨® hasta que se jubil¨®. Porque s¨®lo me refer¨ªa a eso, al d¨®nde est¨¢bamos y d¨®nde estamos, pero en ciento cuarenta caracteres no cab¨ªa que una familia muy humilde, en un pobre pueblo minero, pudiese mandar a sus seis hijos a la universidad a m¨¢s de cien kil¨®metros de casa. Y no, claro que no culp¨¦ a Franco de los datos de PISA, lo que dol¨ªa era el doble esfuerzo que se hab¨ªa tenido que hacer durante estos a?os en Andaluc¨ªa.
No obstante, hay un problema con la educaci¨®n pero, sobre todo, con la mala educaci¨®n. Y es que el tema de los insultos es caso aparte. He tenido que bloquear a m¨¢s de cien personas y he denunciado a varias. Sorprender¨ªa los seguidores que a¨²n tiene Franco en Espa?a y la forma que tienen de defenderlo. Despu¨¦s est¨¢n los trolls, los fan¨¢ticos y los despistados. Hay mucha gente que no sabe que injuriar es un delito y que amenazar de muerte tambi¨¦n lo es. Nos parece normal que exista un tribunal inquisitorio que env¨ªe gente a la hoguera del ciberespacio para que ardan entre insultos y otras manifestaciones calumniosas, porque es m¨¢s pesado tener que acudir a denunciar -no hay ning¨²n mecanismo telem¨¢tico que lo permita- y esa es la ¨²nica forma de apagar el fuego.
Yo, que me cre¨ªa que entend¨ªa un poco de redes sociales, dediqu¨¦ las primeras horas a intentar desmentir la informaci¨®n, a pedir que no compartieran los insultos, a lo que estaba en mi mano., pero ya era tarde.
En este momento, el tendencioso titular ya ha sido compartido por m¨¢s de diez mil personas y no se puede hacer m¨¢s. Para cuando lo retiren ¨Che ejercido mi derecho de rectificaci¨®n- dar¨¢ igual porque ya ni ser¨¢ noticia ni le llegar¨¢ a nadie, quienes lo han movido no lo enmendar¨¢n y quienes han insultado hasta a mi familia jam¨¢s pedir¨¢n perd¨®n.
Vivimos en la ¨¦poca en la que mola poner a alguien en el centro de una diana y desahogar, con dardos envenenados, nuestras frustraciones. El ¨²nico consuelo que te ofrecen en la red es que ma?ana le tocar¨¢ a otro. Tal vez a ti.
?ngel Romero D¨ªaz es secretario de redes sociales del PSOE de Huelva
@angelrd
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.