Brabo: ¡°Fue un d¨ªa marcado a hierro en mi alma¡±
El fot¨®grafo cuenta la historia del Pulitzer que nos estremeci¨®
3 de Octubre de 2012. Hospital Dar el Shifa, Alepo, Siria. Manu Brabo (Zaragoza, 1981) reportero de guerra, se acerc¨® aquella tarde al hospital, como muchas otras, para hacer recuento de la situaci¨®n en el frente. Lo que no sab¨ªa Manu es que aquella tarde har¨ªa una foto hist¨®rica. La imagen dantesca del cad¨¢ver de un ni?o ensangrentado, en brazos de su padre, dar¨ªa la vuelta al mundo para mostrarnos la verg¨¹enza de la guerra de Siria. Una foto cargada de dolor, que ganar¨ªa uno de los premios m¨¢s importantes en periodismo, el Pulitzer.
As¨ª lo recuerda Manu Brabo: "Por la puerta del hospital veo entrar a un hombre grande y fuerte en galabiya que sostiene el cuerpo flacucho y ensangrentado de un ni?o. Ya por aquel entonces, el hospital hab¨ªa sido bombardeado tantas veces que solo se pod¨ªa operar en una habitaci¨®n de la planta baja y un peque?o cuartucho acondicionado en el s¨®tano. El hombre lleva al ni?o hasta la sala de operaciones y sale. Yo observo sin levantar la c¨¢mara. Hay d¨ªas que no tienes la moral o no te sale o ya te da pereza fotografiar el quincuag¨¦simo chaval que se va a la mierda. A los pocos minutos un hombre m¨¢s flacucho, m¨¢s desencajado, entra al hospital y se abraza a aquel hombre grande que portaba al ni?o herido. Era el padre. Pens¨¦, aquella situaci¨®n podr¨ªa desembocar en una imagen ic¨®nica. Si el ni?o muere, se lo van a tener que llevar y esto va a ser un drama de la hostia. As¨ª fue. El hombre pasa al hospital y a los pocos minutos sale con el ni?o en brazos. No llora, solo esta en shock, tratando de asimilar lo que ha perdido. Lo dejo salir del hospital. Lo veo caminar cinco pasos a un lado, cinco a otro. Perdido. Entre la mirada de doctores y guerrilleros, el hombre se vence, se le doblan las piernas y comienza a velar a su hijo all¨ª mismo. Yo fotograf¨ªo, pienso en qu¨¦ focal le va mejor a la escena, pienso en la luz, pienso en hacerlo r¨¢pido para dejar aquel hombre con su dolor en intimidad. Fue un d¨ªa marcado a hierro en mi alma. Mi deuda con aquel hombre es infinita y, ni siquiera s¨¦ su nombre o el del ni?o que mor¨ªa".
"En un momento como este, la adrenalina te mantiene en otra dimensi¨®n, alerta y centrado en tu trabajo. Eres capaz de enfocar con tu c¨¢mara a un padre que sujeta el cad¨¢ver de su hijo, a un ni?o que pide ayuda tras ser tiroteado y pensar en encuadres, diafragmas, velocidad de obturaci¨®n, el gesto o la mueca de dolor. De mirar los ojos de una mujer que se llenan de l¨¢grimas y esperar hasta que se derraman. Esa es la foto que va a conmover al lector, la que le va a meter en la piel de aquel que sufre. Y seguramente, la que te atormente, de vez en cuando, en cualquier momento de soledad y reflexi¨®n. Lo hacemos, sin m¨¢s, asumiendo que el precio que pagamos porque no tiemble la c¨¢mara es menor que los resultados que esto produce. Estamos hechos, en definitiva, del material que se hacen los gilipollas que creen en un mundo mejor. Nuestros corazones se rompen, nuestras almas sufren y nuestros cerebros se van a la mierda muchas veces por cubrir estas tragedias. Quien m¨¢s quien menos en este oficio ha lidiado o lidia con depresiones, cambios de humor, desgana y dificultad de adaptarse al mundo 'real'. El PTSD (trastorno de estr¨¦s postraum¨¢tico) es muy com¨²n entre nosotros, pero solo nos damos cuenta cuando ya estamos en ¨¦l".
Manu Brabo, freelance de Associated Press, lleva media vida de conflicto en conflicto, mostr¨¢ndonos con su c¨¢mara las miserias de las guerras: Kosovo, Palestina, Libia, Hait¨ª, Siria o Irak, donde se encuentra ahora. Pero los comienzos de Brabo distan mucho de la vida llena de reconocimientos, premios y conferencias que lleva ahora. Fueron duros, donde nadie te regala nada, donde solo a base de buenos disparos empiezas a ganarte el respeto y el reconocimiento. ¡°Mis comienzos no fueron nada f¨¢ciles, nadie me contestaba un correo y , si a esto le a?adimos la situaci¨®n particular de nuestro pa¨ªs y de su prensa y, un poco m¨¢s all¨¢, la falta de cultura fotogr¨¢fica dentro de las redacciones, donde se entiende la fotograf¨ªa como una mancha de color que debe aligerar un texto, el resultado fue un comienzo frustrante¡± Manu empez¨® haciendo fotos de motor, con la ¨²nica finalidad de costearse ir a conflictos a hacer fotos de freelance. ¡°La gente se va a Cuba de vacaciones, yo me iba a alg¨²n conflicto a seguir aprendiendo y a crecer como fotoperiodista¡±
Sin los reporteros, las guerras solo ser¨ªan estad¨ªsticas, dolor y listas de nombres. Son nuestros ojos en un conflicto. Sin ellos, la muerte de este ni?o, quedar¨ªa como un n¨²mero que aumentar¨ªa una cifra. Como la de otros miles que no tuvieron cerca a un fot¨®grafo, para que al menos, lloremos sus muertes.
Sus redes sociales.
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