Las primarias fumigan los aparatos de los partidos

Los franceses est¨¢n utilizando las elecciones primarias abiertas para llevarse por delante a los supuestos l¨ªderes ¡°naturales¡± de los partidos y, de rebote, a los aparatos de las formaciones. Sus v¨ªctimas, por el momento, ya son ni m¨¢s ni menos que el propio jefe del Estado, Fran?ois Hollande, por la izquierda, y el expresidente Nicolas Sarkozy, por la derecha.

Hollande se vio obligado a tirar la toalla ¡ªsin precedentes en un inquilino del El¨ªseo¡ª porque las encuestas indicaban que ser¨ªa eliminado por alguno de sus enconados rivales. Sarkozy se arriesg¨® y fue eliminado a la primera. Y eso que dos a?os antes se hizo con las riendas del partido, Los Republicanos, precisamente para poner el aparato a su servicio.

Lo mismo le ha ocurrido a la exministra C¨¦cile Duflot, copresidenta hasta el verano de Los Verdes. Era la l¨ªder natural del partido, que, como Sarkozy, no pas¨® ni a la segunda vuelta.

Los electores han pasado ol¨ªmpicamente de los aspirantes apoyados por los partidos, hasta ahora con la exclusiva de elaborar las listas electorales; de repartir el poder, en definitiva. No es un fen¨®meno nuevo. Con sus matices, tenemos los precedentes, entre otros muchos, de Jeremy Corbyn en Reino Unido o de Donald Trump en Estados Unidos.

En el Partido Socialista franc¨¦s, con primarias en enero, el ex primer ministro Manuel Valls ha sido presentado como candidato ¡°natural¡± y ya hay dudas de si eso le perjudica. Alarmados porque se avecina el fin del poder de los partidos como los hemos conocido hasta ahora, dirigentes de Francia y otros pa¨ªses empiezan a decir que hay que replantearse esta f¨®rmula de democracia directa. Mich¨¨le Alliot-Marie, exministra y ahora candidata conservadora, afirma que las primarias ¡°no son conformes a la Constituci¨®n¡± y que ¡°las personas priman sobre las ideas¡± en esos procesos.

Lo que Alliot-Marie no dice expl¨ªcitamente, pese a ser vox populi en Francia y otros pa¨ªses, es que las primarias se les han ido de las manos a los partidos.