Loter¨ªa segura
Compramos d¨¦cimos por si acaso les toca a quienes nos rodean
Tres de cada cuatro espa?oles no pueden estar equivocados. Si tantos compran la Loter¨ªa de Navidad, es por algo. Pero los n¨²meros no dan. Es miles de veces m¨¢s probable morir en un accidente de coche que ganar la loter¨ªa. Entonces, ?por qu¨¦ caemos en la tentaci¨®n?
Comprar loter¨ªa tiene un elemento patol¨®gico. Nos dejamos llevar por una emoci¨®n. Ya sea positiva, como una esperanza hipertrofiada. O negativa, como la ¡°envidia preventiva¡± de la que habla el soci¨®logo Jos¨¦ Antonio G¨®mez Y¨¢?ez. Compramos loter¨ªa por si acaso les toca a quienes nos rodean. Los anuncios de Loter¨ªa de Navidad explotan esa envidia sin pudor alguno, poniendo el ¨¦nfasis no tanto en los agraciados con el Gordo, sino en los desgraciados que, habiendo podido, no compraron el d¨¦cimo ganador. Ocurre tambi¨¦n en otros pa¨ªses, donde las loter¨ªas se centran en c¨®digos postales, hurgando en los celos vecinales. No quieres ser el ¨²nico del barrio al que no le toca.
La loter¨ªa se aprovecha de que los humanos no somos robots racionales. Para verlo, respondamos a estas preguntas: a) ?Qu¨¦ preferimos: ganar 1.000 euros con una probabilidad de 0,001 o ganar un euro seguro? y b) ?Qu¨¦ preferimos: perder 1.000 euros con una probabilidad de 0,001 o perder un euro seguro? Si fu¨¦semos fr¨ªamente racionales ser¨ªamos indiferentes en las dos cuestiones, porque el valor esperado en cada disyuntiva es el mismo (un euro). Sin embargo, la mayor¨ªa escogemos ganar 1.000 euros con una probabilidad baja en la pregunta a y perder un euro en la b. Estamos pues programados para comprar tanto boletos de loter¨ªa como seguros contra los imprevistos. Aunque los n¨²meros no den.
As¨ª desde el principio de los tiempos. Y es que, en el fondo, los Estados son vendedores de ilusiones y seguros a gran escala. Durante siglos, los gobernantes nos han ofrecido, por un lado, seguros de protecci¨®n contra las malas cosechas, la violencia o la enfermedad. Y, por el otro, boletos de loter¨ªa para financiar sus proyectos, de la Gran Muralla China a hoy, pasando por Carlos?III.
Sab¨ªan que los ciudadanos lo daremos todo por acercarnos a la rueda de la fortuna y alejarnos de la ruleta rusa. @VictorLapuente
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