Rob, un Kardashian sin ¡®K¡¯
El ¨²nico var¨®n del televisivo clan no ha sabido jugar las cartas igual de bien que sus hermanas. Tras una ruptura sentimental retransmitida en sus redes, ha pedido perd¨®n
En el momento en el que, hace ahora casi 30 a?os, naci¨® el peque?o Robert Arthur Kardashian y su madre, Kris, decidi¨® que se llamar¨ªa igual que su padre, una maldici¨®n cay¨® sobre ¨¦l. Efectivamente, la que luego acu?ar¨ªa el neologismo momager rompi¨® la tradici¨®n de llamar a todos sus v¨¢stagos con un nombre que empezara por la letra K (antes hab¨ªan llegado Kourtney, Kim y Khlo¨¦, luego llegar¨ªan Kendall y Kylie). Y, en lo que no puede ser m¨¢s que un matriarcado, el ¨²nico var¨®n del klan no ha sabido jugar bien las cartas y siempre ha ido por un camino diferente.
Rob decidi¨®, dentro de sus posibilidades, ser un chico normal. Fue a la universidad (el ¨²nico de toda la camada junto con Kourtney, quiz¨¢ la menos popular entre las chicas), aunque su famosa frase de ¡°pierdo el m¨®vil 10 veces al a?o pero sigo sin guardar los contactos¡± hace sospechar que no le sirvi¨® de mucho. Lucha contra el sobrepeso (en contra de la tendencia de sus hermanas al implante) y rechaz¨® posar desnudo para la revista Playgirl cuando le ofrecieron hacerlo por 45.000 d¨®lares, traicionando la subasta exhibicionista que tan bien manejan sus hermanas.
De los 100 millones de d¨®lares que la cadena E! paga a la familia por su reality Las Kardashian, los matem¨¢ticos de la far¨¢ndula calculan que ¨¦l, con una presencia decreciente en pantalla, se lleva solo alrededor de dos (cinco veces menos que lo que le robaron a su hermana Kim en una noche en Par¨ªs) por el spin off que protagoniza junto a su, hasta este fin de semana, prometida. Pero Rob & Chyna no ha ido tan bien. E incluso en el annus horribilis de la familia, ¨¦l se ha subido al carro de la desgracia tarde y mal: su separaci¨®n instagrameada/snapchateada al poco de llegar al mundo su reto?o Dream ha tenido que esperar hasta diciembre y, en plena batalla, Rob ha cometido la imprudencia de pedir perd¨®n p¨²blicamente, cuando todo el mundo sabe que un buen miembro Kardashian, por definici¨®n, nunca se equivoca. Perd¨®n por ponerse ¨¦l y a su familia en evidencia, y asegura tambi¨¦n que va a buscar ayuda para lidiar con sus "defectos".
El apresurado (o, seg¨²n las malas lenguas, guionizado) fin de su romance fue precedido por algo mucho m¨¢s significativo, pues, al fin y al cabo, los dramas sentimentales s¨ª son muy marca de la casa. Ese ¡°algo¡± fue el bloqueo por parte de las ku?adas a la voluntad de Blac Chyna de adoptar el nombre de la familia. Pero, lo que son las cosas, Rob es, como ¨²nico hombre de la familia, quien tiene en sus manos el futuro del apellido, pues Dream es la ¨²nica de la nueva generaci¨®n K que hereda "el t¨ªtulo". Pero lo que heredar¨¢ la reci¨¦n nacida, en cuesti¨®n de patrimonio, no tendr¨¢ nada que ver con lo que le caiga a sus primos North y Saint West, por ejemplo. La l¨ªnea de calcetines creada por Rob da dinero pero no tanto (ahora ha anunciado otra de ropa urbana), People inform¨® en febrero de que para comprarse su casa en Calabasas (California) cont¨® con ayuda de su madre Kris Jenner y no hay m¨¢s que mirar su cuenta de Instagram.? Adem¨¢s de airear a sus 8,2 millones de seguidores sus m¨¢s y sus menos con Blac Chyna, sus esforzados cambios de peso e incluso el mannequin challenge en el paritorio antes de la llegada de Dream, se puede ver un enlace bajo su nombre en el que oferta un descuento de 50 d¨®lares en la compa?¨ªa de taxis privados Lyft. Muy poco digno de un Kardashian.
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