Frases que dices a tu hijo adolescente que bajo ning¨²n concepto deber¨ªas decir
"Me has decepcionado", "deber¨ªas aprender de...", "no es para tanto"... Se sueltan a la ligera y no traen nada bueno
Es un momento de p¨¢nico. Est¨¢s discutiendo con tu hijo sobre alguno de los temas cl¨¢sicos por los que todo adolescente y sus padres han peleado a lo largo de la historia desde que se invent¨® el lenguaje. Es posible que est¨¦s cansado, un d¨ªa largo que te pilla con las defensas bajas. Y de repente sucede. Sin pensarlo, casi como un reflejo, salen de tu boca esas palabras que tantas veces escuchaste a tus padres y que, tantas veces tambi¨¦n, te juraste no pronunciar nunca si alguna vez ten¨ªas tu propia familia. Pero ah¨ª est¨¢n y es posible que si haces un poco de memoria seas capaz de recordar lo que sent¨ªas al o¨ªrlas en tu m¨¢s tierna adolescencia -aunque ahora siendo t¨² el padre lo de la ternura en la adolescencia te parece una broma-, pero no has podido evitar soltarlas. Y lo peor no es que te hayas convertido en tus padres: lo peor es que la mayor¨ªa de esas frases no aportan nada bueno.
Para esta ardua tarea hemos preguntado a tres expertos: Eva Bach, pedagoga, maestra y escritora de varios libros sobre adolescentes; Sonia Cervantes, psic¨®loga, escritora y terapeuta de programas como Hermano mayor, y Carlos Pajuelo, psic¨®logo, profesor en la facultad de Educaci¨®n de la universidad de Extremadura y autor del blog Escuela de padres.
¡°Una frase como 'me has decepcionado' no deber¨ªa decirse jam¨¢s. Le transmitimos que hay un punto de inflexi¨®n en el que el joven siente que no sabe si podr¨¢ volver a estar a la altura"
Antes de nada nos ofrecen consejos previos. ¡°Con los hijos hay que pelearse, no queda otra¡±, asegura Pajuelo, que aconseja no olvidar que ¡°los adolescentes son personas que est¨¢n en formaci¨®n¡± y esa educaci¨®n depende de los padres. Por ello, ¡°el adulto siempre es el que debe mantener la calma¡±, recalca Cervantes, As¨ª que es mejor esperar un poco antes de enfrentarnos a lo que puede ser un problema. ¡°Es importante que no queramos arreglar las cosas cuando el conflicto est¨¢ candente¡±, puntualiza Bach. Y si todo falla, casi siempre hay soluci¨®n. ¡°A veces en las equivocaciones de los padres encontramos una oportunidad para ense?ar¡±, se?ala Pajuelo.
Hemos seleccionado, con la ayuda de los especialistas, 15 frases que no se deber¨ªan decir...
"Me has decepcionado"
Es una de las frases m¨¢s duras que pueden escucharse; a veces puede asomar a la punta de la lengua de los padres, pero es ah¨ª donde se debe quedar porque, adem¨¢s, normalmente, no es cierta. Lo explica la psic¨®loga y escritora Sonia Cervantes: ¡°Esto no deber¨ªa decirse jam¨¢s. Le transmitimos que hay un punto de inflexi¨®n en el que el joven siente que no sabe si podr¨¢ volver a estar a la altura, y puede ser a¨²n peor¡±. O sea, el adolescente puede pensar: "Si ya le he decepcionado, de perdidos al r¨ªo".
"Te lo dije"
Es posible que sea una de las frases m¨¢s odiosas que todos hemos escuchado y la gran mayor¨ªa de las veces la o¨ªmos en nuestra adolescencia aunque lo cierto es que no sirve para absolutamente nada, a juzgar por lo que opinan los adolescentes. ¡°Esta frase es una falta de confianza hacia el adolescente, le est¨¢s diciendo que cre¨ªas que no era capaz¡±, se?ala Sonia Cervantes.¡°Hay que advertir antes. Despu¨¦s lo que habr¨ªa que hacer es hincapi¨¦ en el aprendizaje, que el adolescente aprenda del error¡±, remata Eva Bach.?
"Ya lo entender¨¢s cuando seas mayor"
La realidad de esta frase es que los padres no tienen una bola de cristal, as¨ª que no pueden saber que sus hijos entender¨¢n en un futuro lo que les dicen ahora. ¡°Es importante que lo que les decimos sea razonable y razonado¡±, asegura Bach. Y esta argumentaci¨®n no es ni una cosa ni la otra, y en el fondo lo sabemos.
"Deber¨ªas aprender de¡"
Si a ning¨²n adulto le gusta que le comparen, y m¨¢s en esos t¨¦rminos, con otra persona ?por qu¨¦ le iba a resultar agradable escucharlo a un adolescente? ¡°S¨®lo comparamos una parte, la que nos interesa, del comportamiento de otra persona. Hay que demostrarles que tenemos confianza en que sabr¨¢n organizar su vida y educarles para ello¡±, argumenta Carlos Pajuelo.
"No es para tanto"
Quiz¨¢s en esta frase hay un trasfondo positivo: intentar que nuestro hijo descubra que el que le haya dejado esa novia con la que lleva tres semanas en realidad no es el fin de su vida sentimental. Sin embargo, es una frase que hay que evitar porque puede ningunear los sentimientos del cr¨ªo. ¡°Para ellos son problemas importantes y serios y a veces es necesario estar mal. Tienen que aprender que hay veces que hay problemas, que no pasa nada por estar tristes ya que es parte de la vida. Y, adem¨¢s, deben aprender a superar los reveses¡±, afirma Pajuelo. La frase "no es para tanto" tambi¨¦n tiene otra vertiente negativa, que se?ala Cervantes: ¡°No fomenta la comunicaci¨®n porque la pr¨®xima vez que le pase algo no te lo contar¨¢ porque pensar¨¢ que para qu¨¦¡±.
"No deber¨ªas fumar, beber, o cualquier otra cosa que nosotros s¨ª hacemos"
¡°Los hijos aprenden con lo que los padres hacen, aprenden de su comportamiento¡±, asegura Pajuelo. As¨ª que decirles que no deben hacerlo porque s¨ª o utilizando la ya denostada frase ¡°ya lo entender¨¢s cuando seas mayor¡± no es demasiado ¨²til. ?La mejor opci¨®n? ¡°Hablar. Hay que darles informaci¨®n y no perder los papeles¡±, sentencia.
"No me gusta ese chico/chica/amigo/amiga para ti"
Si nos retrotraemos a nuestra ¨¦poca de adolescente, recordaremos que o¨ªr esa frase de boca de nuestros padres era un aliciente inmediato para querer estar mucho m¨¢s con esas personas. ¡°Es mejor preguntar qu¨¦ es lo que encuentra en estos amigos que le hace sentir bien, qu¨¦ es lo que ellos le aportan. Ah¨ª es donde nos puede dar pistas y podemos encontrar otras maneras de satisfacer esa necesidad¡±, indica Bach, que adem¨¢s hace de abogado del diablo y asegura: ¡°Nos preguntamos pocas veces si nuestros propios hijos son una buena compa?¨ªa¡±.
"Te daba un bofet¨®n¡"
Es cierto que, afortunadamente, cada vez es menos habitual encontrar a padres que recurren a la violencia, pero a¨²n existen los que no la usan pero la mentan. ¡°Se transmite que con agresividad y violencia las cosas se arreglan. Si te pegan, el que fracasa es el que da la torta no el que la recibe¡±, explica Cervantes. Por no hablar de que el aprendizaje en este tipo de situaciones es nulo. ¡°Solo aprende a evitar la agresi¨®n de la forma que sea¡±, explica el especialista.
"Yo a tu edad¡"
T¨² a su edad pagabas con pesetas, jugabas en la calle hasta la noche casi sin vigilancia y viajabas en un coche sin cintur¨®n de seguridad. ¡°No se pueden comparar los tiempos: antes las cosas no eran mejores, eran diferentes. Nuestra sociedad actual ha generado otra forma de comportamiento¡±, argumenta Pajuelo. Sin olvidar que ¡°los padres tenemos recuerdos selectivos¡±. Porque desde luego a ning¨²n padre se le ocurrir¨ªa ahora meter a sus hijos en un coche sin cintur¨®n porque era lo que se hac¨ªa cuando ¨¦l ten¨ªa su edad.
"Eres un maleducado"
Esto, si lo pensamos bien, es tirar piedras contra nuestro propio tejado. ¡°No hay que olvidar que los educamos nosotros. Con esta frase no solo atacamos su autoestima, sino que adem¨¢s nos estamos descalificando a nosotros mismos¡±, apunta Bach. ¡°Es un etiquetaje que deber¨ªa corregirse con un 'has actuado de forma incorrecta¡±, puntualiza Cervantes.
"Eres un in¨²til"
Al igual que con la frase anterior, esta no tiene nada de positivo: estamos etiquetando y adem¨¢s lo hacemos con una persona que est¨¢ en plena formaci¨®n, como si lo que hay ya fuera definitivo. En general cualquier frase negativa que contenga un ¡°eres un...¡± es una mala idea. ¡°Hay que centrarse en la conducta no en el individuo¡±, explica Cervantes.
"Ah¨ª tienes la puerta, pero si sales no vuelvas a entrar"
¡°Esto es muy t¨ªpico de padres flamencos que, por cierto, suelen tener hijos igual de flamencos que aceptan el envite y se van de casa¡±, reflexiona Pajuelo. ¡°Cuando los hijos est¨¢n descontrolados necesitan padres controlados¡±, a?ade. Y ese tipo de amenazas, son la ant¨ªtesis a estar controlado.
"Como sigas as¨ª vas a ser un desgraciado"
¡°Esa frase solo asusta al que la dice¡±, asegura Pajuelo. Y volvemos a la premisa anterior: los adolescentes necesitan padres controlados, no que les suelten amenazas vanas y sin sentido. ¡°Despu¨¦s de discutir con un adolescente, ¨¦l normalmente dormir¨¢ sus ocho horas m¨ªnimo y sin embargo sus padres estar¨¢n desvelados¡±, observa. As¨ª que cuanto m¨¢s se conserve la calma, mejor.
"Me sacas de quicio"
Aqu¨ª culpabilizamos al adolescente de una reacci¨®n nuestra. ¡°Los culpables somos nosotros. No nos sacan de quicio ellos, sino la situaci¨®n y no sabemos c¨®mo llevarla de una mejor manera¡±, sentencia Bach. Lo mejor es esperar un poco, calmarnos todos, y hablar cuando sea posible hacerlo de una forma productiva.
"Contigo no hay manera"
Estamos dando por perdida a una persona a la que, seguramente, le queden m¨¢s de 50 a?os de vida. Entonces esta frase es, cuanto menos, un poco tajante. ¡°Lo mejor es decir que tiene que haber una manera, lo que pasa es que hay que seguir busc¨¢ndola. As¨ª responsabilizamos al adolescente para que nos ayude a buscarla¡±, aconseja Bach.
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