Guerra de civilizaciones

Andrea Levy, vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, se ha ido de la mui hablando del atentado de Berl¨ªn, culpabilizando a toda una civilizaci¨®n de lo sucedido en la capital alemana. Pero Levy, que ha tenido que recoger velas, porque nadie ni siquiera de su partido la ha defendido, est¨¢ representando a una parte muy significativa de los espa?oles y los europeos al decir eso.

Levy sabe bien de qu¨¦ habla. Porque est¨¢ hablando, en clave interna, de las ideas de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y su intento bald¨ªo de una ¡°alianza de civilizaciones¡±. Esa alianza no tuvo ninguna fortuna, porque no ten¨ªa con quien firmarla. Nadie ¡°al otro lado del Mediterr¨¢neo¡± tiene capacidad para firmar algo as¨ª. La ¨²ltima vez que pas¨® algo parecido fue en Lepanto.

Pero Levy no anda muy lejos de la verdad, porque estamos hablando de algo de lo que la correcci¨®n pol¨ªtica no permite hablar, que es de los contenidos de los libros sagrados. La yihad, o guerra santa, no es un invento de los ministros del Interior de la derecha europea. Otra cosa es que los Gobiernos europeos hayan apoyado salidas injustas para conflictos que no comprend¨ªan: Irak, Afganist¨¢n y ahora Siria. Pero de todos ellos ha sacado tajada la interpretaci¨®n m¨¢s oscura y salvaje del Cor¨¢n.

Nosotros, los europeos, liberales y dem¨®cratas, hemos estado en posiciones muy confusas durante mucho tiempo. No hay que remitirse a las cruzadas para encontrar ejemplos. Desde luego, a los espa?oles no nos pilla nada lejos la participaci¨®n de musulmanes en la Guerra Civil, que llevaban en su pecho estampitas de la Virgen que les pon¨ªan las damas de alta sociedad sevillana, para que mataran infieles de los nuestros.

Ning¨²n dirigente pol¨ªtico se puede permitir decir cosas como las que ha dicho Levy, pero a ning¨²n dirigente pol¨ªtico se le puede escapar que hay una parte de verdad en su discurso. El propio Erdogan juega con ese asunto cuando hace pol¨ªtica con Europa. Y no se puede, jam¨¢s, hablar de esto cuando es obligatorio mencionar, para hacerlo con sensatez, la guerra civil que practican chi¨ªes y sun¨ªes desde hace siglos, y que implica, en mayor o menor medida, a las monarqu¨ªas del Golfo.

Estamos en guerra abierta con el terrorismo isl¨¢mico y, sobre todo, una parte considerable del mundo isl¨¢mico est¨¢ en guerra con la cristiandad. No ser conscientes de formar parte de esta cristiandad hace que se pueda ser m¨¢s d¨¦bil en esa guerra. Porque basta que el enemigo lo tenga claro.

Andrea Levy no se ha equivocado, pero puede decirlo mejor.