El valor de la austeridad en un cargo p¨²blico
Hay despilfarros que no arruinan pero revelan un mal uso de los recursos en tiempos de carencias
Puede que algunos consideren que no hay para tanto, que las cifras son tan peque?as que no merecen ser consideradas un esc¨¢ndalo y que ahorrarlas no aliviar¨ªa nada la situaci¨®n de la ciencia en Espa?a, algo as¨ª como el chocolate del loro. Puede. Pero hay veces en que el verdadero estado de la cuesti¨®n de una realidad no siempre transparente se calibra mejor a trav¨¦s de los peque?os detalles que de sesudos informes oficiales. Sobre todo si esos peque?os detalles permiten aflorar contrastes como el que nos ocupa.
En un momento en que cada d¨ªa aparecen en prensa o en las redes sociales quejas de cient¨ªficos que lamentan el recorte de sus presupuestos de investigaci¨®n; cuando miles de j¨®venes investigadores tienen que abandonar la carrera cient¨ªfica porque se les han denegado becas y ayudas de importes que tambi¨¦n podr¨ªan calificarse de irrisorios, o cuando un doctor en biolog¨ªa molecular cobra por largas jornadas en el laboratorio menos de 60 euros brutos al d¨ªa, que un cargo p¨²blico cuya misi¨®n es promover la ciencia se gaste 650 en un taxi de lujo con ch¨®fer para ir y volver de Salamanca resulta un poco chocante. Sobre todo cuando el viaje en AVE, un tren r¨¢pido Alvia que tarda 1.36 horas, puede salir por 30.
El director general de la Fundaci¨®n Espa?ola para la Ciencia y la Tecnolog¨ªa (FECYT), Jos¨¦ Ignacio Fern¨¢ndez Vera, no tiene coche oficial ¡ªni su cargo lo exige realmente¡ª pero utiliza regularmente en sus desplazamientos coches de alta gama con ch¨®fer. Este servicio le cost¨® al FECYT 13.240 euros en 2014 y 11.432 en 2015, a los que hay que a?adir otros gastos de viajes en avi¨®n u otros tipos de transportes. Pagar 480 euros por desplazarse por Madrid y Alcobendas un d¨ªa de trabajo normal, cuando un taxi le hubiera llevado en el mismo tiempo de puerta a puerta por mucho menos, no deja de ser un despilfarro.
La austeridad deber¨ªa ser siempre un valor en la gesti¨®n, pero mucho m¨¢s en tiempos de recortes y restricciones presupuestarias. Y especialmente en el sector p¨²blico. El FECYT es un organismo dependiente del Ministerio de Econom¨ªa financiado con 17 millones de euros anuales de los Presupuestos Generales del Estado. Gestiona los dos centros del Museo Nacional de Ciencia y Tecnolog¨ªa y su misi¨®n es promover la ciencia y organizar actividades de divulgaci¨®n.
La ciencia es uno de los sectores que m¨¢s ha sufrido el impacto de la crisis econ¨®mica. Los recortes presupuestarios se han traducido en que en estos momentos hay unos 11.000 investigadores menos que en 2010 y el nivel de inversi¨®n ha ca¨ªdo a los niveles del a?o 2000. La primera medida que han tenido que tomar los gestores de los organismos p¨²blicos destinados a la investigaci¨®n es eliminar o reducir los gastos de funcionamiento. El del director del FECYT no debe ser considerado un caso aislado. Seguro que no es el ¨²nico. M¨¢s bien ha de ser considerado un s¨ªntoma de los contrastes y la falta de coherencia que a veces se observa en las c¨²pulas del poder, tan alejadas de la realidad que les parece que todo el monte es or¨¦gano.
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