Felipe VI y la sociedad

Cuando est¨¢ a punto de concluir un a?o de fuerte crisis pol¨ªtica e innumerables juicios por corrupci¨®n, el Rey opt¨® por dejar en su segundo t¨¦rmino ambos asuntos en su mensaje de Navidad y centrarse en temas sociales. Felipe VI dio por cerrada la ¡°compleja situaci¨®n pol¨ªtica¡±, no mencion¨® expl¨ªcitamente el problema de Catalu?a y evit¨® la palabra corrupci¨®n cuando est¨¢ a punto de conocerse la sentencia sobre el caso No¨®s.

Fiel a su estilo, despach¨® la pol¨ªtica con mensajes claros, pero indirectos, en los que record¨® la necesidad de que ¡°el di¨¢logo y el entendimiento entre los grupos pol¨ªticos permita impulsar los consensos b¨¢sicos para el mejor funcionamiento de la sociedad¡±, o ¡°la convivencia democr¨¢tica basada en el respeto a la ley¡±, o evitar ¡°fracturas y divisiones internas y poner el acento en aquello que nos une¡±. No cit¨® ni a Catalu?a ni a la soberan¨ªa nacional, pero tach¨® de inadmisibles los comportamientos que ignoren ¡°los derechos que tienen y que comparten todos los espa?oles para la organizaci¨®n de la vida en com¨²n¡±.

La base de su tercer mensaje de Navidad como rey fueron los problemas sociales a los que se enfrenta Espa?a. Con continuas alusiones a los sentimientos personales y colectivos, Felipe VI destac¨® los valores de la familia, la solidaridad, la igualdad, la cohesi¨®n social, la educaci¨®n y la innovaci¨®n.

Ese parece ser el estilo que quiere imprimir el monarca en sus intervenciones p¨²blicas. Cada una tiene su tema y sus mensajes. Hace pocas semanas, en la inauguraci¨®n de la legislatura, pronunci¨® en el Congreso un discurso de claro contenido pol¨ªtico y dentro de diez d¨ªas, en la celebraci¨®n de la Pascua militar, seguro que hablar¨¢ de los problemas de la defensa nacional e internacional. Ayer tocaba dirigirse a los espa?oles cuando celebran la Navidad y quiso enviar un mensaje de cercan¨ªa y de esperanza en el futuro.

En ese intento de llegar a los problemas de los espa?oles, el Rey destac¨® la necesidad de mejorar el marco de convivencia sobre la base del respeto. Y ah¨ª agrup¨® ¡°la consideraci¨®n a los dem¨¢s, a los mayores, entre hombres y mujeres, en los colegios, en el ¨¢mbito laboral; respeto al entorno natural que compartimos y que nos sustenta¡±. Todo ello, para llegar a un mensaje muy potente que forma parte de los principios de Felipe VI y en el que insiste cada vez que tiene ocasi¨®n: ¡°La intolerancia, la negaci¨®n del otro o el desprecio al valor de la opini¨®n ajena no pueden caber en la Espa?a de hoy¡±.

El Rey ha ido forjando durante 30 meses el estilo de su reinado, iniciado en junio de 2014. El mensaje de ayer profundiza en ese camino de defensa de la ley y de los valores constitucionales, desde la m¨¢s estricta neutralidad pol¨ªtica, y de b¨²squeda de una Espa?a m¨¢s justa, solidaria y abierta dentro del contexto europeo; sin tomar partido, sin reabrir heridas, pero con mensajes claros y sencillos.

Un camino inteligente en el que tiene que perseverar. Porque Felipe VI debe ser consciente de que, antes o despu¨¦s, se volver¨¢ a plantear el debate sobre la Corona y la mejor forma de afrontarlo es demostrando su aportaci¨®n a la estabilidad nacional, su utilidad y su cercan¨ªa con los problemas de los espa?oles.