Las part¨ªculas del amor eterno

S I HAY ALG?N f¨ªsico cuya imagen pertenezca al imaginario colectivo o al legado cultural del siglo XX, es sin duda Albert Einstein. Todos tenemos en mente su imagen sacando la lengua, con el pelo blanco enmara?ado inexpugnable para cualquier peine y su aspecto en general desali?ado, contribuyendo a crear la imagen arquet¨ªpica del sabio despistado. El annus mirabilis de Albert Einstein fue en 1905, cuando public¨® los art¨ªculos que cambiaron la imagen que tenemos del universo y revolucionaron la f¨ªsica. Las fotos de Einstein de aquella ¨¦poca reflejan un aspecto bastante convencional y ajustado a los est¨¢ndares de entonces. Tampoco es cierto que fuera mal estudiante, ya que el famoso bolet¨ªn de notas que circula con unas calificaciones mediocres parece olvidar que donde ¨¦l estudi¨® se puntuaba en una escala del 1 al 6.

Einstein tambi¨¦n hizo otras aportaciones brillantes, como la predicci¨®n de las ondas gravitacionales.

Si a alguien le preguntamos qu¨¦ hizo Einstein, a todos nos viene a la cabeza la relatividad, aunque el Premio Nobel se le concedi¨® por la explicaci¨®n del efecto fotoel¨¦ctrico, ya que en su momento la teor¨ªa de la relatividad suscitaba muchas cr¨ªticas entre los f¨ªsicos. No obstante, en el discurso de entrega del galard¨®n habl¨® de la teor¨ªa de la relatividad. Tambi¨¦n hizo otras aportaciones brillantes, como la predicci¨®n de las ondas gravitacionales, recientemente observadas, o la explicaci¨®n del movimiento err¨¢tico que adoptan las part¨ªculas de polen en la superficie del agua, conocido como movimiento browniano, y que describi¨® como causado por la agitaci¨®n t¨¦rmica de las mol¨¦culas de agua.

Si ahora hay un f¨ªsico cuya imagen se ha convertido en ic¨®nica es sin duda Stephen Hawking. La mayor¨ªa lo conocimos cuando su libro La breve historia del tiempo rompi¨® las listas de ventas a finales de los ochenta, y nos llam¨® la atenci¨®n c¨®mo, a pesar de la terrible enfermedad que sufr¨ªa, hab¨ªa conseguido notables descubrimientos en el campo de la f¨ªsica y escrito libros de divulgaci¨®n. Su incorporaci¨®n a la cultura popular queda patente por el hecho de que no solo tenga una pel¨ªcula biogr¨¢fica (La teor¨ªa del todo), en la que su papel es interpretado por Eddie Redmayne, y tres documentales anteriores en los que participa ¨¦l mismo, tambi¨¦n lo hemos visto en series de animaci¨®n como Los Simpson o Futurama, y como actor en Star Trek. La nueva generaci¨®n o m¨¢s recientemente en The Big Bang Theory. Sin embargo, si alguien nos pregunta cu¨¢l ha sido la aportaci¨®n de Hawking a la ciencia, ?sabr¨ªamos responder?

El brit¨¢nico descubri¨® la radiaci¨®n que lleva su nombre, UNIDA A LOS AGUJEROS NEGROS.

El astrof¨ªsico brit¨¢nico propuso la existencia de la radiaci¨®n que lleva su nombre. En el universo todo se mueve, incluyendo el vac¨ªo. En alg¨²n momento puede darse que en el vac¨ªo se formen una part¨ªcula y una antipart¨ªcula que duran unos breves instantes, ya que suelen anularse entre s¨ª y volver al estado original. Entre estas part¨ªculas existe algo denominado entrelazamiento cu¨¢ntico, es decir, la existencia de la una depende de la otra, algo as¨ª como un amor eterno e inexpugnable. Ahora imaginemos que estamos al lado de un agujero negro. Un agujero negro es el cad¨¢ver de una estrella gigante, cuya masa se ha colapsado y ha creado un agujero en el espacio-tiempo. La densidad de masa es tan alta que genera un campo gravitatorio tan potente que ni la luz puede escapar de ¨¦l y traga todo lo que tiene cerca. ?Qu¨¦ pasa si se traga una de estas part¨ªculas de vida ef¨ªmera y la otra no? Pues que la part¨ªcula superviviente, al estar entrelazada, es emitida por el agujero negro en forma de par?t¨ªcu?la y radiaci¨®n. Esto es lo que conocemos como radiaci¨®n de Hawking y su principal aportaci¨®n a la ciencia. La idea tiene consecuencias: supone que un agujero negro pierde masa y, te¨®ricamente, podr¨ªamos ver c¨®mo desaparece, pero solo ser¨ªa medible en uno muy peque?o.

Los agujeros negros influyen en nuestra vida. Hay uno en el centro de nuestra galaxia alrededor del cual orbitan todas las estrellas, incluido nuestro Sol. As¨ª giramos en torno al cad¨¢ver de una estrella gigante en una danza necrof¨ªlica. La existencia de la radiaci¨®n de Hawking implica que se pierden part¨ªculas que desaparecen absorbidas por el agujero negro, una conclusi¨®n que trastoc¨® la f¨ªsica conocida hasta entonces. El problema de esta p¨¦rdida de informaci¨®n nos oblig¨® a esforzarnos m¨¢s en nuestros modelos, y solo se resolvi¨® con el principio hologr¨¢fico o la teor¨ªa de cuerdas. Como en los pozos, para sacar algo del agujero negro hay que estirar la cuerda.