El PSC o el eufemismo catalanista
Si el PSOE se presenta con su marca en Catalu?a, se sorprender¨¢ de su capacidad de recuperaci¨®n
Hubo un tiempo en el que, sobre la mesilla de noche de Jordi Pujol, reposaba -junto al vasito de agua- un ejemplar de la Constituci¨®n espa?ola. No en vano, el ex Molt Honorable hablaba de autodeterminaci¨®n "siempre dentro del marco de la Constituci¨®n espa?ola".
Sin embargo, el padrino de la independencia se sinti¨® ¡°perseguido¡± por las instituciones del Estado cuando se descubri¨® una fortuna que algunos calculan en 3.000 millones repartidos por para¨ªsos fiscales y que -por cierto- sigue disfrutando con total impunidad. En ese momento, decidi¨® vengarse dando la orden de desconexi¨®n de Catalu?a con Espa?a.
En Catalu?a resulta muy cool ser independentista, pero si te sientes espa?ol, aun de izquierdas, eres facha
Hoy se sabe que, el 25 de noviembre de 2011, el imputado Jordi Pujol i Soley en compa?¨ªa de dos de sus hijos (Jordi y Josep Pujol Ferrusola), convocaron una reuni¨®n con pol¨ªticos y empresarios catalanes de est¨®mago agradecido. Por citar algunos nombrar¨¦ a Maci¨¤ Alavedra, Llu¨ªs Prenafeta, Pedro Rosell (padre del expresidente de Bar?a, Sandro Rosell), Albert Costafreda (propietario de Panrico) o Artur Suqu¨¦ (propietario del Grupo Peralada). Seg¨²n se supo despu¨¦s, en aquel c¨®nclave secreto se acord¨® dar la definitiva vuelta de tuerca para llevar el ¡°proc¨¦s¡± hasta las ¨²ltimas consecuencias.
Mand¨® pisar a fondo el acelerador en los medios de comunicaci¨®n susceptibles de ser controlados por la Generalitat am¨¦n de otras pol¨ªticas propagand¨ªsticas que pasaban por convertir al Camp Nou en caja de resonancia del separatismo. Pero tambi¨¦n erradicar aquellos s¨ªmbolos, eventos, personas, personajes, historia, calles, monumentos y palabras relacionados con Espa?a. Y, c¨®mo no, utilizar las competencias en educaci¨®n para poner de moda entre la juventud y el profesorado el concepto de independencia.
Como consecuencia, en la Catalu?a de hoy resulta muy cool ser independentista, pero si te sientes espa?ol, aunque seas de izquierdas, eres un facha.
Iceta quiere que el PSC intervenga en el PSOE, pero el PSOE no pueda inmiscuirse en el PSC
En este contexto, el nacionalismo no menosprecia el rol que debe desempe?ar el socialismo catal¨¢n. Resulta esencial que el inefable Miquel Iceta siga jugando a nadar y guardar la ropa con Madrid, papel que desempe?a con la misma destreza con la que baila I want to break free.
En definitiva, el PSC -seg¨²n la hora de ruta marcada- debe convertirse en ¡°puente¡± de verbo perifr¨¢stico que conduzca el voto socialista al ¨²nico camino admitido en Catalu?a: el secesionismo.
Miquel Iceta se siente c¨®modo en el manejo del eufemismo y de erigir un PSC que tenga el papel de ¡°puente¡± porque, pol¨ªticamente, le da -al menos- un residual motivo para existir.
Abandonada la idea maragallista de federalismo asincr¨®nico, Miquel Iceta ha descubierto en el circunloquio de la palabra ¡°catalanista¡±, un cr¨¦dito que le permite -a la vez- ser socio del club nacionalista y pasearse por las instituciones del Estado espa?ol.
Este ¡°catalanismo¡± -entendido por el PSC- no es otra cosa que la independencia sin romper con Espa?a. Pero¡ ?es eso posible? Por supuesto que s¨ª. De hecho, se ha ejercido y puesto de manifiesto en su relaci¨®n con el PSOE.
La idea es tan simple como ego¨ªsta. Consiste en que los socialistas catalanes pueden y deben ocupar puestos de relevancia en el seno del PSOE, pero el PSOE no puede ni debe inmiscuirse en lo que concierne al PSC; porque los socialistas catalanes son independientes, son otro partido (como en su d¨ªa le record¨® Montilla a Zapatero).
Del mismo modo, la f¨®rmula org¨¢nica sirve para las pol¨ªticas con Madrid. El catalanismo del PSC debe participar en las instituciones de Espa?a, pero ni el PSOE, ni Espa?a podr¨¢n ni deber¨¢n inmiscuirse en lo que ocurra en Catalu?a.
No hay demasiadas alternativas: o seguir como hasta ahora delegando el socialismo catal¨¢n a la franquicia eufem¨ªstica catalanista del PSC (con el riesgo de repetir la historia de 1936 con la absorci¨®n del PSOE por el PSUC) o presentarse con la marca PSOE en Catalu?a dando cobijo a los socialdem¨®cratas no nacionalistas vindicando la unidad de la Naci¨®n en el marco constitucional. No caben medias tintas.
A nadie se le escapa que los votantes de izquierda moderada no nacionalista hace tiempo que se quedan en casa, recalan en Ciudadanos o, incluso, en el PPC. Si finalmente el PSOE opta por presentarse con su marca en Catalu?a, se sorprender¨¢ de su propia capacidad de recuperaci¨®n.
Hay veces que resulta necesario dinamitar ¡°puentes¡± por falsos, innecesarios y m¨¢xime, si s¨®lo conducen a la divisi¨®n del Estado.
Entre tanto, el proc¨¦s no descansa y el ex Molt Honorable Jordi Pujol hace a?os que sustituy¨® el ejemplar de la Constituci¨®n que reposaba en su mesilla de noche, por un buen fajo de billetes.
Alejandro ?vila Bello es periodista.
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