La hiperactividad del presidente de Portugal

El d¨ªa 25 era fiesta en medio mundo. En sus casas, las familias se peleaban unidas y, por un d¨ªa, ni siquiera hab¨ªa partidos de f¨²tbol. La inactividad era total, excepto en el portal de Bel¨¦m, donde reside el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa. En ese d¨ªa, en el que ni peri¨®dicos hay, se muri¨® el cantante pop George Michael; que fuera ingl¨¦s por la mitad de sus costados (griego por el resto), no impidi¨® que la primera autoridad de Portugal lamentara su p¨¦rdida.

Quiz¨¢s falto de actividad en d¨ªa tan se?alado se descolg¨® con una nota oficial de la Presidencia de la Rep¨²blica en la que manifiesta su pesar ¡°por la muerte de un artista y compositor vers¨¢til y talentoso, con una larga carrera de inequ¨ªvoca calidad¡±. Los discursos, las declaraciones m¨¢s o menos improvisadas y tambi¨¦n sus notas oficiales siempre incluyen un tono did¨¢ctico, como procede del llamado El profesor. En este caso a?ade al p¨¦same sus conocimientos sobre el pop-system: ¡°Tal como David Bowie y Prince, por mencionar apenas algunos que este a?o nos dejaron, parti¨® demasiado pronto y de forma inesperada. Es dif¨ªcil no pensar en lo que George Michael nos podr¨ªa haber dado a¨²n, pero por lo menos tendremos siempre lo que nos dej¨® su vida¡±.

La hiperactividad de Rebelo de Sousa , su pol¨ªtica de ¡°afectos¡±, de abrazos a todos, tiene respaldo entre los portugueses. Diez meses despu¨¦s de llegar al cargo, el 70% de los ciudadanos aprueban su trabajo. En este tiempo ha hecho de todo, y en el caso de Rebelo de Sousa, cuando se dice de todo, es de todo. Ha visitado m¨¢s pa¨ªses que Obama, plantado ¨¢rboles, inaugurado museos, asilos o la sede de la UGT y sus intervenciones var¨ªan entre las tres y las cinco diarias, con ligero baj¨®n en festivos. Opina sobre el salario de los banqueros, anuncia ministros antes que el propio primer ministro y, en fin, si premian a Bob Dylan, cuelga en su web oficial la canci¨®n Los tiempos est¨¢n cambiando. Solo se echa en falta el p¨¦same por la muerte de Leonard Cohen. ?Es que el presidente de Portugal es m¨¢s del marchoso Michael que del taciturno Cohen?