C¨®mo un ni?o con leucemia salv¨® al nuevo campe¨®n de la UFC
Cody Garbrandt era el ¨²ltimo en cerrar el bar y el primero en pelearse. Hasta que conoci¨® a Maddux Maple y enderez¨® su vida
Despu¨¦s de vapulear a su contrincante durante cinco asaltos con una gran exhibici¨®n de sus fibrosos m¨²sculos, el flamante ganador del t¨ªtulo del peso gallo de la UFC (Ultimate Fighting Championship, la competici¨®n de lucha m¨¢s importante del mundo), Cody Garbrandt (Ohio, 25 a?os), cedi¨® el preciado cintur¨®n a un ni?o. Con ¨¦l hab¨ªa llegado al oct¨®gono y a ¨¦l le dedic¨® el triunfo. Un chaval de pelo corto, casta?o, sonriente, llamado Maddux Maple, de 10 a?os y que ha resultado ser la inspiraci¨®n de Garbrandt desde que se conocieron. Hace cinco a?os, se hicieron una promesa mutua; Garbrandt llegar¨ªa a la UFC y Maple superar¨ªa la leucemia. El pasado 30 de diciembre, el luchador se hizo con el t¨ªtulo y all¨ª estaba Maple, superado el c¨¢ncer, para acompa?arle.
Hubo un momento en la vida de Garbrandt en el que estuvo a punto de descarrilar. Practicaba boxeo en la escuela, con la ayuda de su t¨ªo, suplente ol¨ªmpico en la d¨¦cada de los 90. Tambi¨¦n prob¨® la lucha libre, espoleado por su madre, que harta de ver aparecer a su hijo d¨ªa s¨ª y d¨ªa tambi¨¦n con indicios de haberse peleado con alg¨²n compa?ero de la escuela, prefiri¨® que ¨¦l y su hermano Zach luchasen con otros, pero de manera deportiva.
¡°Aqu¨ª hay un ni?o que lucha por su vida cada d¨ªa. ?l no puede tomarse d¨ªas libres. Es un ejemplo. As¨ª que yo tampoco voy a perder el tiempo¡±, explic¨® Garbrandt
Sin embargo, su carrera deportiva no despegaba. Cuando Garbrandt cumpli¨® 19 a?os le faltaba motivaci¨®n. Su talento corr¨ªa el riesgo de malograrse. Su rutina consist¨ªa m¨¢s en cerrar bares y en peleas callejeras que en golpear un saco. Una noche de 2011, una de esas refriegas acab¨® con un navajazo en su pierna que le cost¨® 12 puntos. Aquello accion¨® alg¨²n resorte en su cabeza: necesitaba un cambio.
Fue entonces cuando su hermano, 10 meses mayor que ¨¦l, le puso en contacto con la familia de Maddux Maple, un chaval que hab¨ªa sido diagnosticado de leucemia con apenas cinco a?os. Iban a organizar una pelea para recaudar fondos y as¨ª costear los gastos m¨¦dicos del chico. Era una buena causa. Lo que no esperaba Garbrandt es que, de pronto, al conocerlo, encontrase el motivo que le faltaba para luchar. La pelea diaria de Maple contra el c¨¢ncer se convirti¨® as¨ª en su motivaci¨®n. ¡°Aqu¨ª hay un ni?o que lucha por su vida cada d¨ªa. ?l no puede tomarse d¨ªas libres. Es un ejemplo. As¨ª que yo tampoco voy a perder el tiempo¡±, explic¨® Garbrandt.
Desde entonces trabaj¨® muy duro. Quer¨ªa no solo ser profesional de la UFC sino hacerse alg¨²n d¨ªa con el t¨ªtulo. Lo so?aba desde ni?o as¨ª que ten¨ªa que tomar una decisi¨®n, comportarse -al fin- como un profesional. Abandon¨® los bares, se mud¨® a Sacramento (California) donde fich¨® por el Team Alpha Male, y comenz¨® a entrenar tres veces al d¨ªa y a cuidar su alimentaci¨®n.
Su potencial era obvio: cuanto m¨¢s luchaba m¨¢s se demostraba su madera de campe¨®n. Hay quien le compara con Conor McGregor, el ¨²nico en la UFC que ha conseguido hacerse con dos t¨ªtulos en dos pesos diferentes: peso pluma (65,8 kilos) y peso ligero (70,3). Garbrandt, que mide 1,72 y pesa 61 kilos, es ahora el campe¨®n de peso gallo (61,2). El pasado de Garbrandt como boxeador aficionado le otorgaba una ventaja en el oct¨®gono que le llev¨® a no perder ni una sola pelea desde que debut¨® en la UFC.
A la del pasado 30 de diciembre llegaba habiendo ganado las 10 anteriores. Aunque aquel era un combate especial. Y no solo porque se jugase el t¨ªtulo y su consagraci¨®n definitiva. Hab¨ªa una rivalidad particular entre el defensor del cintur¨®n, Dominick Cruz, y el equipo al que pertenece Garbrandt, m¨¢s all¨¢ de las poses propias de estos deportes. No se trataba solo de las declaraciones machistas que Cruz hab¨ªa hecho sobre la novia de Garbrandt, la modelo de origen tailand¨¦s Danielle Pimsanguan, inst¨¢ndola a que no se metiera en cosas de hombres despu¨¦s de que ella publicara un v¨ªdeo de la ¨²nica pelea que Cruz hab¨ªa perdido hasta entonces.
Lo fundamental es que Cruz presum¨ªa de haber ganado a las grandes figuras del Team Alpha Male, incluido a su fundador, Urijah Faber. En ese ritual repleto de testosterona que se repite antes de cada enfrentamiento, Cruz fue calentando el duelo y Garbrandt se dedic¨® a estar concentrado.
Garbrandt necesit¨® cinco asaltos. Pero gan¨®. Y all¨ª, junto a ¨¦l celebrando la victoria, en el mismo oct¨®gono y sonriente, estaba Maddux Maple, quien, seg¨²n comentaba el propio agente del deportista, se quedar¨¢ con el cintur¨®n original mientras el Garbrandt se llevar¨¢ una r¨¦plica hecha por la organizaci¨®n.
Qui¨¦n dir¨ªa que el apodo del luchador, puesto por su t¨ªo cuando ten¨ªa 14 a?os, es No love (Sin amor).
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