Algo m¨¢s debe haber para que un beb¨¦ se atragante con seis gotas

A los ni?os raramente le suelen gustar las medicinas. Es habitual tener que hacer el avioncito, tapar las narices, invertir tiempo y paciencia en conseguir que se tome las gotas o el jarabe prescrito por su amigo el pediatra, pero ni por esas. Es m¨¢s f¨¢cil romper amistades y entrar en guerra que aguantar la intolerancia y perseverancia del peque.

Los beb¨¦s inician esta resistencia a todo aquello que no sea su teta o su biber¨®n y dejan bien claro con pedorretas, arcadas o gestos de desaprobaci¨®n que no va a ser f¨¢cil administrar eso que nos recomendaron encarecidamente como remedio a su mal. Muchos padres consultan si no hay alternativas m¨¢s f¨¢ciles al pinchazo, a lo que me niego siempre, o a la v¨ªa de retaguardia que tiene menos defensas, aunque un buen gas puede expulsar cualquier supositorio agresivo.

Al final, de cualquier modo, termina tomando lo necesario o un poco menos, con o sin atragantamiento o vomitona, pero no suele pasar de un altercado familiar. Los ni?os no se ahogan por eso.

Con cuchara, con pipeta o con jeringuilla, seg¨²n gusto, todos los ni?os se han -nos hemos- atragantado alguna vez y seguir¨¢n haci¨¦ndolo sin suponer eso m¨¢s all¨¢ de un susto. Los peque?os toleran los cuatro o cinco mililitros de ibuprofeno a rega?adientes, los dos o tres de paracetamol amargo entre l¨¢grimas o los m¨¢s de cinco del antibi¨®tico. Y no s¨¦ de graves problemas con ninguno, eso s¨ª, el susto se lo llevan los padres, pero se resuelve en unos instantes.

Algo m¨¢s debe haber para que un beb¨¦ se atragante con seis gotas, 0,2 mililitros de un preparado de vitamina D.

En el caso de Par¨ªs que ha saltado este mi¨¦rcoles en la prensa se apunta al mecanismo de administraci¨®n, la pipeta habitual en muchos otros medicamentos, insisto seis gotas se pueden ir por otro camino, pero en s¨ª mismo no lo veo como causa posible de asfixia, aun cuando hubiera una sobredosificaci¨®n o accidente.

Algo m¨¢s debe haber.

Una patolog¨ªa de base ya sea card¨ªaca o una bronquiolitis o alguna malformaci¨®n¡­la autopsia nos lo dir¨¢, pero son casos muy raros por fortuna y probablemente ya se hubiera atragantado antes con la propia leche materna.

Algo m¨¢s debe haber.

?Por qu¨¦ el gobierno galo reacciona suspendiendo el medicamento cautelarmente? Por cierto, el Uvesterol D no se comercializa en nuestro pa¨ªs, pero es similar a otros preparados en los que insisten en cuidar la sobredosificaci¨®n y la forma de administraci¨®n, recomendando dar gota a gota y no del tir¨®n.

Es complicado dar una opini¨®n sobre qu¨¦ ha podido ocurrir en este desgraciado incidente, pero me parece correcto retirar el producto y revisar todos los par¨¢metros que pudieran intervenir hasta que tengamos todos los datos sobre la mesa para poder dar unas nuevas directrices de seguridad.

No faltar¨¢n voces que achaquen el problema a la man¨ªa de dar vitamina D a todo el mundo, como si de repente ni la alimentaci¨®n materna, ni complementaria, ni en los adultos, ni ancianos, y no digamos nada en menop¨¢usicas, fueran suficientes cantidades y haya que suplementar para no acabar todo el planeta sumido en el raquitismo. Una enfermedad moderna donde el 80 o 90 % de la poblaci¨®n la sufre, puede ser porque el est¨¢ndar est¨¢ colocado muy alto, absurdo, pero eso es otro tema que dar¨ªa para otro art¨ªculo.