¡®Cortocircuito¡¯ | Aprendiendo muy r¨¢pido

Los crecidos en los ochenta recordar¨¦is a N¨²mero5, el entra?able robot de Cortocircuito, capaz de leer libros en segundos y seguir aprendiendo ¡°datos, m¨¢s datos¡±.

Pues os aseguro que mi hija no es una c¨ªborg, pero su rapidez en el dominio del lenguaje nos tiene muy fascinados y orgullosos.

Ya hab¨ªamos o¨ªdo que las ni?as son m¨¢s precoces que los ni?os a la hora de hablar, pero estas vacaciones de Navidad lo hemos comprobado personalmente.

Primero, porque con todos los ni?os que hemos coincidido, varios meses mayores, hab¨ªa mucha diferencia. La misma que hay entre mi mujer y yo cuando tenemos que preguntar algo en el extranjero, que ella se suelta y se hace entender y yo disimulo mirando la gu¨ªa.

Podr¨ªa darse el caso de que hayamos topado con los peque?os m¨¢s introvertidos de la galaxia, pero dado que eran de familias y ciudades distintas, doy por v¨¢lida la comprobaci¨®n emp¨ªrica low cost.

Y en segundo lugar, como la guarder¨ªa estaba cerrada estas semanas y la hemos tenido todo el d¨ªa con nosotros, hemos visto que segu¨ªa aprendido palabras y conceptos incluso sin tener a las profesoras cerca. A menos que sean profesoras tel¨¦patas y vayan por el barrio enviando vocabulario mental a sus alumnos, pero tambi¨¦n ser¨ªa casualidad.

Esto implica que por iniciativa propia la ni?a escucha, aprende y repite a todas horas, vocalizando bastante y con resultados fon¨¦ticos parecidos al original pero con m¨¢s gracia y ternura. No es un loro superevolucionado, sino que recuerda los conceptos y los usa cuando toca.

Por lo visto, empiezan reconociendo su entorno m¨¢s pr¨®ximo, nombrando a la familia, la ropa, cosas de casa y conceptos ¨²tiles como ¡°agua¡±, ¡°caca¡±, ¡°quesito¡±...

(Como hija de friki, la m¨ªa hace meses que llama "Batman¡± a cualquier imagen de superh¨¦roe que ve, pero lo diferencia de las Tortugas Ninja, claro).

Tambi¨¦n aprenden r¨¢pido el ¡°m¨¢s¡±, que es la pulsera ¡°todo incluido¡± de los peques y se comunican se?alando con el dedo y construyendo peque?as frases, como ¡°quiero dormir¡±.

A esta soltura ayuda hablarle normal (he tenido que dejar el modulador de voz de mi m¨¢scara de Darth Vader aunque me encantara decirle lo de ¡°yo soy tu padre¡±) y repetirle las palabras cuando no las acaba de pronunciar bien.

Lo sorprendente es que ya lo entiende todo, y adem¨¢s de explicarnos sus aventurillas, tambi¨¦n comprende peticiones y preguntas. Eso s¨ª, las preguntas tienen que ser simples, sin opciones. Si se le hace la Pregunta Definitiva (¡°?qui¨¦n es m¨¢s fuerte, Superman o la Masa?¡±) se queda muda, mientras que formulado como ¡°?Superman es fuerte?¡± responde que s¨ª con tranquilidad.

Seg¨²n distintos estudios, una criatura de entre 18 y 24 meses puede dominar de 50 a 300 palabras. (Estas columnas harrypaterescas siempre tienen 500, as¨ª que ahora mismo la ni?a podr¨ªa ser medio columnista de EL PA?S).

No me he puesto a contar ante notario las que dice, porque son muchas, pero de todas ellas, la que m¨¢s me gusta es ¡°pap¨¢¡±.