Qu¨¦ espacio dar al terrorismo
?Est¨¢ sobredimensionada la informaci¨®n sobre los atentados yihadistas? Palabras de un exetarra que indignan
El a?o 2016 se cerr¨® con un repunte del terrorismo yihadista. Los atentados de Berl¨ªn y Estambul ensangrentaron las Navidades proporcionando un triste material informativo a los medios de comunicaci¨®n. Concretamente, al atentado del 19 de diciembre, en Berl¨ªn, este peri¨®dico le dedic¨® en la edici¨®n Nacional tres portadas, un editorial y 11 p¨¢ginas, como detalla en una larga carta Francisco J. Gonz¨¢lez V¨¢zquez, lector de Sevilla, que ve en ese despliegue una prueba de que, como el resto de la prensa, ¡°sobredimensionamos¡± la amenaza yihadista.
El se?or Gonz¨¢lez, profesor de universidad jubilado, se vale de diversas fuentes (desde la agencia Efe al Global Terrorism Database) para elaborar su tesis de que la cifra relativamente modesta de muertes achacables al terrorismo yihadista no justifica la alarma que provoca.
¡°En el intervalo entre el 7 de enero de 2015 (atentado Charlie Hebdo) y 19 de diciembre de 2016 (atentado cami¨®n en Berl¨ªn) transcurrieron 713 d¨ªas (es decir, dos a?os) y en este per¨ªodo hubo en la UE un total de 280 v¨ªctimas mortales de atentados yihadistas. Es decir, 140 v¨ªctimas por a?o¡±, expone. Lo que supone, ¡°0,28 muertes por mill¨®n de habitantes y a?o¡±, dado que la UE tiene 508.401.408 habitantes. El lector compara tambi¨¦n las v¨ªctimas de atentados en la Uni¨®n Europea con la cifra anual de homicidios intencionados en la misma zona ¡ªque en los ¨²ltimos cuatro a?os, nos cuenta, fue de 5.648 muertos anuales¡ª, y concluye: ¡°Las 140 muertes anuales del yihadismo significan el 2,48% de los homicidios intencionados (¡) Estamos asistiendo a un clima alarmista que no se sabe a qui¨¦n beneficia. A la calidad de nuestra democracia, seguro que no¡±.
La relevancia informativa de los atentados no se puede medir solo por el n¨²mero de v¨ªctimas
Jos¨¦ Manuel Calvo, director adjunto y responsable de coordinaci¨®n editorial, explica: ¡°La informaci¨®n sobre el terrorismo ha dado lugar a debates profesionales desde hace mucho tiempo. ?Cu¨¢nto es mucho, cu¨¢nto es poco, cu¨¢nto es demasiado? Creo que cada medio debe decidir el justo t¨¦rmino. Entre ignorar o minimizar una noticia de repercusi¨®n e impacto y exagerarla hay mucho espacio. M¨¢s en concreto, si la cifra que da el lector es correcta ¡ªel 2,48% de los homicidios intencionados en la UE se deben al yihadismo¡ª no me parece que se sobredimensione la informaci¨®n relacionada con este terrorismo. Creo que es un porcentaje estimable¡±.
¡°En todo caso¡±, concluye, ¡°en el peri¨®dico no hay una obsesi¨®n con este tema. Lo que ocurre es que cuando hay atentados que conmocionan a ciudades enteras ¡ªMadrid, Londres, Par¨ªs, Niza, Berl¨ªn¡ª, cuando la forma de vida de sus habitantes se ve condicionada por ello, cuando hay tantos elementos de inter¨¦s humano, geopol¨ªtico, de seguridad¡ no veo f¨¢cil c¨®mo se puede minimizar la informaci¨®n y el an¨¢lisis. No es que haya un clima alarmista, es que hay alarmas, y tenemos que asumirlas en todas sus dimensiones¡±.
Efectivamente, la relevancia informativa de los atentados terroristas no se puede medir ¨²nicamente por el n¨²mero de v¨ªctimas que causan, aunque es innegable que los medios contribuimos en buena medida a ampliar su repercusi¨®n por imperativo informativo.
Tambi¨¦n ha provocado alguna queja la noticia publicada el 29 de diciembre, que recog¨ªa un extracto de la carta que el recluso I?aki Bilbao, expulsado de ETA, dirigi¨® a militantes de esa organizaci¨®n terrorista. A V¨ªctor Lua?a Cabal, profesor de la Universidad de Oviedo, le parece que el texto linda con la ¡°apolog¨ªa del terrorismo¡±.
Jos¨¦ Mar¨ªa Irujo, uno de los dos firmantes de la exclusiva, y jefe del equipo de Investigaci¨®n, explica: ¡°He dedicado 11 a?os a escribir sobre ETA durante los llamados a?os de plomo, por lo que entiendo que algunos lectores critiquen la difusi¨®n de sus mensajes. Conscientes de ese riesgo decidimos reproducir algunas frases de la carta de I?aki Bilbao porque consideramos que el lector debe conocer no solo que pide la vuelta a las armas, sino tambi¨¦n cu¨¢les son sus argumentos para reclamarla. En este caso, se trataba de frases de personajes hist¨®ricos como Che Guevara, Lenin o Karl Marx, que el recluso hace suyas en su proclama. La misiva tiene seis folios y reprodujimos una breve cita de algunos, precisamente para evitar dar demasiada voz al terrorista¡±.
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