Democracia ¡®youtuber¡¯
Los c¨®digos que conectan, que enganchan y que vinculan se encuentran hoy en la Red
2016 ha sido un mal a?o para la prensa, las ¨¦lites y los centros de poder global. Parece que han perdido, de un plumazo, gran parte de su capacidad de influencia sobre una sociedad emancipada, ¨¢vida de caos y desconfiada del orden institucional predominante hasta ahora.
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Mientras las sociedades evolucionan y el sistema muta, algunas instituciones ¨Cespecialmente a las que m¨¢s bienestar y progreso debemos los europeos¨C se van quedando atr¨¢s y renuncian a encontrar soluciones innovadoras. Se han plantado as¨ª, agrietadas y estancas, frente a la reacci¨®n ciudadana a la contra. Esta reacci¨®n no es un acto subversivo en s¨ª mismo sino el resultado de un proceso de comunicaci¨®n que no funciona: quiz¨¢ las reacciones humanas que han dejado perplejos a los cient¨ªficos sociales tengan mucho que ver con la evoluci¨®n de unos c¨®digos de comunicaci¨®n y comportamiento democr¨¢tico.
Estos nuevos c¨®digos, hoy, los controlan los youtubers. Son esa generaci¨®n de creadores de contenido en la Red que atraen a m¨¢s seguidores que muchas otras celebridades convencionales, bien del mundo de la pol¨ªtica o bien del mundo del espect¨¢culo. No todos, claro; o no siempre. En la Red, seguramente m¨¢s que en ning¨²n otro sitio, la rendici¨®n de cuentas te puede eliminar del mapa tras el primer error. Sin piedad. Pero la realidad es clara: los c¨®digos que conectan, que enganchan y que vinculan se encuentran hoy en la Red.
YouTube, Facebook Live, Snapchat, Instagram e incluso Pok¨¦mon Go han puesto las bases para entender muchos porqu¨¦s o los c¨®mos de los nuevos procesos de formaci¨®n de identidades. Son plataformas en desarrollo, en proceso de consolidaci¨®n y con una vida todav¨ªa corta. El panorama es heterog¨¦neo y con cierto caos reinante, pero s¨ª permite observar caracter¨ªsticas sobre su efectividad cuando los usuarios se dirigen a sus comunidades. Permite incluso extrapolar, en ¨²ltimo t¨¦rmino, algunas de esas caracter¨ªsticas al proceso pol¨ªtico de configuraci¨®n de identidades en una democracia.
La socializaci¨®n se ha vuelto m¨¢s aut¨®noma, m¨¢s ¨ªntima y on-demand. Seguimos siendo un ser social, de hecho tendemos a la hipertrofia a la hora de conectarnos con los dem¨¢s, pero preferimos los est¨ªmulos desde la proximidad de nuestra pantalla. Aplicado a la pol¨ªtica, se traduce en contraponer los actos multitudinarios de partido de esquema cl¨¢sico emisor-receptor a los auriculares y el momento del d¨ªa que elige el propio ciudadano.
Ser¨ªa un desperdicio no estudiar un fen¨®meno menospreciado por no entenderse
En cuanto a la gesti¨®n de los problemas, especialmente los de reputaci¨®n, funciona la naturalidad. Pasmosa, adem¨¢s. Si El Rubius se ve difamado con rumores falsos, coge la c¨¢mara, los busca en Google y se r¨ªe con ellos dando su versi¨®n de los mismos. No significa bajar la guardia ante la propaganda pol¨ªtica del adversario, significa asumir que existe para combatirla desde la transparencia. Disponer, en definitiva, del momentum y del mensaje; aunque manejando con habilidad la intermediaci¨®n de los medios o la desintermediaci¨®n de las redes. Ponerte frente al espejo a veces duele, pero te reencuentra con la realidad y con los filtros necesarios para asegurar el juego limpio.
El humor y la creaci¨®n de historias son tambi¨¦n un elemento clave. Se trata de compartir una jerga c¨®mplice que sea seguida solo por seguidores espec¨ªficos. YouTube es un lugar de microhistorias donde triunfa el relato cotidiano y cl¨¢sico. Y aqu¨ª hay una importante lecci¨®n a extraer: lo cotidiano le gana la partida a lo grandilocuente. La comunicaci¨®n pol¨ªtica debe perder el miedo a banalizar los temas. Se puede ¨Cse debe¨C hablar de desigualdad, de la guerra y de macroeconom¨ªa pero sin desconectarnos de lo mundano, ya que ser¨¢n los temas que van a darnos acceso a las conversaciones corrientes de nuestro p¨²blico potencial.
El contenido y la vinculaci¨®n que funcionan en estas redes plantean una relaci¨®n capaz llegar a una audiencia masiva reuni¨¦ndola en torno a un patr¨®n de ocio y satisfaciendo a la vez una necesidad de entretenimiento e informaci¨®n.
?Responden estos creadores mejor que nuestras instituciones? ?Son un entretenimiento banal o han entendido qu¨¦ c¨®digos necesita una parte de la sociedad para conectar con ella? ?Ofrecen alguna clave para reconectar con las masas a nivel pol¨ªtico? Ser¨ªa un error no detenerse a estudiar un fen¨®meno que en muchas ocasiones se ha menospreciado por no entenderse. Pero, sobre todo, ser¨ªa un desperdicio tremendo de ideas y metodolog¨ªa pr¨¢ctica justo cuando nos empezamos a plantear que no entendemos muchas de las din¨¢micas pol¨ªticas que est¨¢n cambiando el mundo.
Vicente Rodrigo y Javier Garc¨ªa Toni son consultores de comunicaci¨®n y cofundadores de la plataforma Con Copia a Europa.
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