La amistad de Trump y Putin

Se dicen muchas cosas sobre los amigos de Trump. Hay algunos datos pol¨ªticos que por v¨ªa indirecta conviene tener en cuenta si se quiere saber, m¨¢s o menos, c¨®mo ser¨¢ la pol¨ªtica internacional de Estados Unidos en esta etapa que se inaugura el pr¨®ximo 20 de enero. Trump ha dicho, y lo ha llevado a la pr¨¢ctica, que lo que es bueno para General Motors es bueno para Estados Unidos. A?adamos: y p¨¦simo para M¨¦xico. Sumemos a la GM, ahora, lo que es bueno para las grandes empresas tecnol¨®gicas tambi¨¦n lo es para Estados Unidos. Y, en fin, lo que es bueno para Trump, es bueno para su pa¨ªs. Lo mismo podr¨ªamos decir en Espa?a a nuestro modesto nivel, que lo que es bueno para Telef¨®nica es bueno para Espa?a; y a?adamos Zara, la Caixa, el Banco de Santander o El Corte Ingl¨¦s. Y cada pa¨ªs tiene su c¨ªrculo de intereses que, de uno u otro modo, protege.

Aznar tuvo muy mala relaci¨®n con Yeltsin, el antecesor de Putin. Mas cuando en 1999 ¨¦ste lleg¨® a la presidencia de Rusia y Bush hijo lleg¨® a la presidencia de Estados Unidos, m¨¢s o menos por las mismas fechas, en 2001, todo cambi¨®. Fue ¨¦ste el art¨ªfice de la buena relaci¨®n de nuestro presidente con el mandatario ruso, buena relaci¨®n que contin¨²a en la actualidad. Desde la ca¨ªda del muro todos los presidentes republicanos (Reagan, los dos Bush y ahora Trump) han tenido una sinton¨ªa que les ha llevado a caminar por sendas convergentes en pol¨ªtica internacional con Rusia. El petr¨®leo tiene mucho que ver. Es lo que Kissinger llama la realpolitik americana y que ya entonces le llev¨® al presidente Nixon (republicano) a terminar con la guerra de Vietnam (que abri¨® el dem¨®crata Kennedy) e iniciar un periodo de convergencia con China.

Es probable que el nuevo presidente vaya moderando sus bravuconadas con el tiempo. Reagan, un poco m¨¢s experimentado en la vida pol¨ªtica, tampoco se quedaba corto. Recuerdo la que se arm¨® en el verano de 1984 cuando a micr¨®fono abierto, que el cre¨ªa cerrado, lanz¨® aquella broma de apretar el bot¨®n y lanzar alg¨²n que otro misil nuclear sobre la URSS. El chascarrillo no le sent¨® muy bien a Chernenko y en Mosc¨², ciudad en la que me encontraba camino de Irkutsk en ese est¨ªo, no se hablaba de otra cosa. Trump no ha sido, hasta la fecha, tan osado.

Es probable que el nuevo presidente vaya moderando sus bravuconadas con el tiempo

La pol¨ªtica internacional de la nueva Administraci¨®n americana cambiar¨¢ poco con respecto a la de sus predecesores republicanos. Hay un excelente an¨¢lisis de Henry Kissinger titulado Orden Mundial que ha sido publicado en espa?ol este a?o pasado (Debate). Ah¨ª creo que se encuentran las claves de por d¨®nde caminar¨¢ la pol¨ªtica americana. ?Y por d¨®nde caminar¨¢? Pues por donde ya anduvo en d¨¦cadas pasadas: Reforzamiento de la alianza con Gran Breta?a (libre ya de la UE), Rusia y China. E Israel. Abandono definitivo de la dependencia energ¨¦tica de los pa¨ªses ¨¢rabes. Y lucha implacable ¡ªaliados con Rusia¡ª contra el terrorismo isl¨¢mico hasta la victoria final al precio que sea. Esta es una guerra que comenz¨® el 11 de septiembre de 2001 y que no ha librado todav¨ªa sus m¨¢s decisivas batallas.

?Y d¨®nde quedan la Uni¨®n Europea y Jap¨®n? He aqu¨ª la gran inc¨®gnita que solo nosotros seremos capaces de desvelar. Lo que parece claro es que en este mundo que ahora llamamos global la influencia de las grandes potencias en los resultados electorales parece decisiva. Ah¨ª est¨¢ la escaramuza entre la CIA y Rusia. En Francia se abre este a?o un periodo de incertidumbre ante la batalla presidencial. No es probable que Le Pen salga elegida, pero lo que es seguro es que el pr¨®ximo presidente ser¨¢ una persona como Fillon: duro y con convicciones.

Lo ocurrido en Gran Breta?a y Estados Unidos han abierto los ojos de mucha gente que estaba adormecida. La pol¨ªtica que parec¨ªa abandonada con la ca¨ªda de ¡°los amigos de Aznar¡±, (Bush, Putin, Berlusconi y Blair) se ha vuelto a instalar en el escenario mundial con otras caras y quiz¨¢s con menos cultura y refinamiento. Tampoco es que los antiguos actores fuesen un dechado de fineza. ?Es esto terrible? Muy decepcionante para el mundo autodenominado de ¡°progresista¡±. Pero si los llamados ¡°conservadores¡± no cometen errores tan descomunales como el de la guerra de Irak, quiz¨¢s pueda llegar a ser esta nueva etapa incluso cat¨¢rtica.

Jorge Tr¨ªas Sagnier es abogado y escritor.