Nieves ?lvarez: la sesi¨®n de fotos que censurar¨ªa Instagram
Con 42 a?os, la modelo se muestra sexi, soltera y sorprendida de que su vida privada se haya convertido en foco de inter¨¦s
Siempre ha estado ah¨ª. Desde que gan¨® el certamen Look of the Year en 1992, Nieves ?lvarez (Madrid, 1974) no ha dejado de desfilar, de hacer campa?as, de posar para editoriales de moda. Ella achaca el secreto de su longeva carrera a que ha sido ¡°muy curranta¡± y a que ¡°le gusta trabajar con gente nueva y apostar por nuevos dise?adores¡±. Aparte de su indudable profesionalidad, est¨¢ su capacidad camale¨®nica (¡°puedo dar muy femenina y muy dura; no pretendo salir siempre guap¨ªsima en las fotos¡±) y su ausencia de divismo. ¡°?Qu¨¦ es el divismo?¡±, pregunta sorprendida. Yo no soy nada sin un estilista, un fot¨®grafo o un maquillador. Para m¨ª es imprescindible que haya buen ambiente en una sesi¨®n de fotos, y es verdad que muchas veces las modelos con sus divismos y sus egos generan de todo menos buena energ¨ªa. Los caprichos infundados no van conmigo¡±.
Nieves ?lvarez vive una nueva etapa. Tambi¨¦n en lo emocional: despu¨¦s de 20 a?os con el fot¨®grafo italiano Marco Severini se separaron en 2015. Tienen tres hijos: Adriano, de 11 a?os; y los mellizos Brando y Bianca, de nueve.
Se separ¨® hace un a?o y medio y ha pasado de vivir pr¨¢cticamente en el anonimato a ser pasto de la prensa rosa, ?c¨®mo lo lleva? Me sorprende que de pronto mi vida privada despierte inter¨¦s cuando nunca lo ha hecho y nunca ha formado parte de mi trabajo. Obviamente, que se inventen cosas hace da?o, sobre todo cuando tienes familia, o cuando te relacionan con personajes y te ponen en medio de algo que no es en absoluto cierto. Este viernes, por ejemplo, sal¨ª a cenar con un amigo. ?l llevaba una visera. ?bamos por la calle y le dije: ¡°Saluda, ah¨ª, enfrente¡±. ¡°?A qui¨¦n?¡±, me dice. ¡°Al paparazzo que est¨¢ ah¨ª. Y qu¨ªtate la visera que me van a liar contigo ?y eres Juanjo Oliva! [dise?ador de moda]¡±. A veces me dicen que s¨®lo salgo con gays. ?Claro! ?As¨ª no hay problemas! Adem¨¢s yo tengo muchos amigos chicos, como me l¨ªen con todos...
"Que se inventen cosas hace da?o, sobre todo cuando tienes familia, o cuando te relacionan con personajes y te ponen en medio de algo que no es en absoluto cierto"
Parece que todo el mundo quiere emparejarla. El hecho de que no tenga pareja desde hace un a?o y medio preocupa mucho, pero yo estoy muy tranquila. En cada photocall me preguntan si estoy abierta al amor. No creo que la felicidad dependa de tener o no pareja. El d¨ªa que aparezca, aparecer¨¢, pero no pienso a diario: ¡°?Qu¨¦ horror, no tengo pareja!¡±. Yo no salgo a ligar, salgo a charlar con mis amigos y ?a bailar!
Superados los 40, ?c¨®mo se vive, o se sobrevive, en un entorno como el de la moda? La presi¨®n no es la misma que a los 18 a?os. A esa edad, se necesita mucha confianza y fortaleza para encajar las negativas. No se te juzga por tu preparaci¨®n, s¨®lo por tu f¨ªsico. Ahora la presi¨®n es otra. De todos modos, a m¨ª no me preocupa envejecer. Ahora me siento mejor y m¨¢s segura en la pasarela. La ¨²ltima vez que desfil¨¦ en Par¨ªs, hace un a?o, con St¨¦phane Rolland, un maquillador me pregunt¨® si no me daba cosa salir a mis 40 rodeada de ni?as de 18. Le dije que no lo hab¨ªa pensado. Y, en cualquier caso, la se?ora que va a comprar el traje se va a sentir m¨¢s identificada conmigo que con la jovencita. No creo que esta obsesi¨®n sea algo exclusivo de la moda: vivimos en una sociedad que busca la perfecci¨®n. Es excesivo y nada saludable.
El dise?ador Yves Saint Laurent le cambi¨® la vida. ?C¨®mo recuerda ese primer encuentro? Se lo debo todo. Llegu¨¦ a Par¨ªs en 1993. Mi agencia me dijo que hab¨ªa varios dise?adores que quer¨ªan verme, entre ellos Lacroix y Saint Laurent. As¨ª que fui al n¨²mero 5 de la rue Marceau y ah¨ª estaba Nicole Dorier, una de sus antiguas modelos de los a?os setenta. Era la jefa de cabina y la que seleccionaba las modelos. Desfil¨¦ delante de ella, le gust¨¦ y pas¨¦. Me maquillaron, me peinaron, me pusieron las medias de cristal, la falda de tubo negra, el su¨¦ter negro, me recogieron el pelo en un chignon [cl¨¢sico mo?o franc¨¦s]. Lo recuerdo como si fuese ayer. En los 12 a?os que trabaj¨¦ para Saint Laurent, jam¨¢s me vio con la cara lavada. Nadie ve¨ªa al se?or Saint Laurent si no estaba convertida en una mujer Saint Laurent. A partir de ah¨ª, hice todos los desfiles, salvo uno para el que quer¨ªa s¨®lo modelos negras. Llam¨¦ a Nicole y le dije: ¡°?Y si me pinto de negra?¡± [risas].
"Vivimos en una sociedad que busca la perfecci¨®n. Es excesivo y nada saludable"
?Era dif¨ªcil trabajar con ¨¦l? No. Era muy exigente en su trabajo pero muy educado y muy cari?oso. Recuerdo que cuando entraba Carla Bruni y le daba besos, ¨¦l estaba encantado. Se enternec¨ªa. Se dejaba mimar y le gustaba mucho recibir muestras de afecto. De ¨¦l aprend¨ª la pasi¨®n por el trabajo y a ser perfeccionista al m¨¢ximo si se quiere ser grande. Me encantaba ver ese personaje que lo representaba absolutamente todo, tan ni?o y tan inseguro. No hab¨ªa casa de costura igual a Yves Saint Laurent. Yo lo llamo la religi¨®n Saint Laurent. Era tal el respeto y la admiraci¨®n por su figura¡ Jam¨¢s vi a nadie con zapatillas de deporte, o mal vestido. Era el para¨ªso de la costura y el color.
Y aparte de todo ese aprendizaje, alguna joyita de la ¨¦poca guardar¨¢ en su armario, ?no? Tengo alguna cosita, s¨ª [sonr¨ªe]. El esmoquin de Saint Laurent, alg¨²n vestido suyo, un vestido de Valentino¡ Guardo todas esas piezas por cari?o. Tambi¨¦n tengo cuatro o cinco piezas de Ala?a en mi armario. ?l nos pagaba los desfiles con ropa. Y te volv¨ªas loca. Yo era superjovencita y, claro, llegaba ah¨ª y me cog¨ªa lo m¨¢s sencillo que hab¨ªa y Ala?a siempre me dec¨ªa: ¡°?Pero coge m¨¢s!¡±.
?Le molesta eso tan recurrente que se dice de usted de que "siempre est¨¢ perfecta"? Me da rabia porque no lo entiendo. Si voy a una fiesta o a un photocall, poso y hago mi trabajo. No creo que haga nada diferente de un se?or que va al hospital a trabajar. La Nieves personal y gamberra es otra. Eso no significa que sea perfecta en el sentido aburrido.
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