?C¨®mo consigue Cuba una sanidad con ¨ªndices de un pa¨ªs rico?
La isla cuenta con indicadores que son la envidia de la regi¨®n, pero su sistema tambi¨¦n tiene numerosas sombras
?C¨®mo consigue Cuba un sistema sanitario con ¨ªndices comparables a los pa¨ªses desarrollados con un presupuesto propio de una regi¨®n en v¨ªas de desarrollo? El gobierno caribe?o siempre se ha vanagloriado de fomentar y cuidar del servicio b¨¢sico, gratuito y de car¨¢cter universal que ofrece a su poblaci¨®n. Sin embargo, tambi¨¦n cuenta con sombras: muchas infraestructuras deterioradas en continua reparaci¨®n u obsoletas y un d¨¦ficit importante de personal m¨¦dico que las atienden que viene dado por diversos motivos: la prioridad otorgada por el estado a las misiones m¨¦dicas internacionales o al incesante goteo de especialistas que logran exiliarse.
Una de las claves para los logros cubanos en materia de salud es que el gasto en el sector fue en 2015 de un 10,57% del PIB, muy por encima de pa¨ªses como EE UU, Alemania, Francia o Espa?a. Tambi¨¦n contaba desde hace cuatro d¨¦cadas con uno de los sistemas de atenci¨®n primaria m¨¢s proactivos del mundo, pilar fundamental con una infraestructura sanitaria de 452 policl¨ªnicas que, junto a la prioridad tambi¨¦n dada a la insistencia en la prevenci¨®n de enfermedades, a la cobertura universal y el acceso a los servicios sanitarios puede llegar a explicar por qu¨¦ Cuba est¨¢ en muchos indicadores al nivel de pa¨ªses mucho m¨¢s ricos.
La otra cara son las cl¨ªnicas exclusivas para turistas, gobernantes o altos mandatarios. El estado reserva los mejores hospitales, equipos y medicinas para la ¨¦lite del poder y los extranjeros, mientras que desatienden la calidad del servicio que se le da al cubano de a pie que tiene que conseguir toda clase de medicinas en el mercado negro o pedirlos a sus familiares expatriados.
Y es que seg¨²n el doctor Julio C¨¦sar Alfonzo, ¡°Cuba tiene sus servicios m¨¦dicos divididos en dos: uno est¨¢ pensado para los cubanos y otro para los extranjeros, quienes reciben un cuidado de mayor calidad, mientras que la poblaci¨®n nacional tiene que conformarse con instalaciones en ruinas, falta de medicamentos y equipos y falta de personal especializado, ya que ¨¦ste es enviado al extranjero para generar ingresos para Cuba".
En 1959, el pa¨ªs contaba con apenas 6.000 m¨¦dicos, la mitad de los cuales emigraron tras el triunfo de la Revoluci¨®n. La crisis sanitaria que se deriv¨® le plante¨® al nuevo gobierno la necesidad de formar profesionales de forma masiva. Medio siglo despu¨¦s en 2014 era el tercer pa¨ªs del mundo con m¨¢s m¨¦dicos por cada 10.000 habitantes con 67,2, solo superado por Catar y M¨®naco. Pero a pesar de esas cifras, la calidad de esa atenci¨®n primaria, que hab¨ªa sido durante a?os la piedra angular de la salud p¨²blica, se ha visto afectada con una reducci¨®n en un 62% de la cantidad m¨¦dicos de familia, de 34.261 en 2009 a 12.842 en 2014, seg¨²n datos de la Oficina Nacional de Estad¨ªsticas e Informaci¨®n (ONEI).
La cara B de la sanidad cubana son las cl¨ªnicas exclusivas para turistas, gobernantes o altos mandatarios. El estado reserva lo mejor para la ¨¦lite del poder y los extranjeros
No en vano, y a pesar de ello, seg¨²n el informe del Estado Mundial de la Infancia de Unicef, Cuba ha conseguido en 2015 una tasa de mortalidad infantil por debajo de cinco por cada 1.000 nacidos, dato que lo sit¨²a entre las primeras 40 naciones del mundo. Adem¨¢s, el pa¨ªs caribe?o ha sido pionero en avances m¨¦dicos muy diversos. Ya en 1985 desarroll¨® la primera y ¨²nica vacuna contra la meningitis B. Tambi¨¦n ha conseguido nuevos tratamientos para combatir la hepatitis B, el pie diab¨¦tico, la consecuci¨®n de un tratamiento definitivo para el vit¨ªligo y la psoriasis, el desarrollo de una vacuna contra el c¨¢ncer de pulm¨®n, que ahora se est¨¢ probando en los Estados Unidos o ser el primer pa¨ªs del planeta en eliminar la transmisi¨®n materno-infantil de VIH-sida, hecho validado por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), tambi¨¦n en 2015, y que ratifica que el sistema m¨¦dico cubano est¨¢ situado a la vanguardia de Am¨¦rica y muy por encima de la media mundial.
Unos indicadores sanitarios elogiados por la directora de la OMS, Margaret Chan, quien tambien estim¨® al sistema de salud cubano como ejemplo a seguir por su sostenibilidad, capacidad y tambi¨¦n por el esp¨ªritu solidario para la formaci¨®n de personal de la salud en otros pa¨ªses con menos recursos o para actuar en situaciones de emergencia, como el env¨ªo de la Brigada Henry Reeves contra la epidemia del ¨¦bola que brot¨® en Liberia, Sierra Leona y Guinea en 2014, convirti¨¦ndose en el mayor proveedor de especialistas sanitarios en desplazar ayuda en la lucha contra el virus. Tambi¨¦n asistieron a la poblaci¨®n en el terremoto de Pakistan del 2005 y en Centro Am¨¦rica tras el paso de los huracanes Mitch y George en 1998 o su buque insignia: la llamada Operaci¨®n Milagro que desarrollan conjuntamente Cuba y Venezuela desde 2004. Una iniciativa en la que m¨¢s de dos millones de personas de 35 pa¨ªses diferentes han sido operadas gratuitamente de cataratas u otras enfermedades oculares.
Un ¡°ej¨¦rcito de batas blancas¡±, seg¨²n palabras de Fidel Castro, que comenz¨® en el a?o 1960 cuando se desplaz¨® una brigada m¨¦dica a Chile despu¨¦s del terremoto que azot¨® la ciudad de Valdivia dejando miles de fallecidos. Desde entonces el estado cubano ha enviado en misiones m¨¦dicas a m¨¢s de de 300.000 trabajadores de la salud, como indica la Agencia Cubana de Noticias, que han brindado su ayuda en unos 158 pa¨ªses de America Latina, ?frica o Asia. Actualmente Cuba est¨¢ presente en 67 naciones donde la sanidad p¨²blica es deficitaria, con m¨¢s de 50.000 sanitarios cubanos en diversos contingentes.
Salvador Silva, m¨¦dico especialista en enfermedades infecciosas, ha participado en la ¨²ltima d¨¦cada en dos misiones en el extranjero: Hait¨ª y Liberia. ¡°Los m¨¦dicos cubanos tenemos un sentido muy arraigado de la solidaridad y el Juramento Hipocr¨¢tico. No se concibe nuestro trabajo sin el apoyo a las misiones en el exterior. Vale que nuestro salario es bajo y quiz¨¢s nos empuje a salir fuera, pero tambi¨¦n nos aporta un orgulloso sentimiento al ver nuestra labor reconocida en todo el mundo adem¨¢s de contribuir a nuestro pa¨ªs¡±, asegura.
Una de las claves para los logros cubanos en materia de salud es que el gasto en el sector fue en 2015 de un 10,57% del PIB, muy por encima de pa¨ªses como EE UU, Alemania, Francia o Espa?a
Y es que los m¨¦dicos son la materia prima m¨¢s rentable con la que cuenta el Gobierno de La Habana. La colaboraci¨®n m¨¦dica constituye una lucrativa herramienta diplom¨¢tica adem¨¢s de un elemento esencial en el reconocimiento y respeto internacional que se ha ganado Cuba en el mundo en los ¨²ltimos 50 a?os, pero tambi¨¦n se ha convertido en una de las principales fuente de ingresos. En 2014, represent¨® m¨¢s de 8.200 millones de d¨®lares, una cifra muy superior a la generada por el turismo internacional.
El env¨ªo de brigadas m¨¦dicas se realiza mediante contratos espec¨ªficos con cada pa¨ªs beneficiario. Por ejemplo, en el caso de las misiones enviadas a Venezuela, gobierno estrechamente vinculado a Cuba, responden a un intercambio bilateral que incluye el suministro estable de petr¨®leo a cambio de integrar a m¨¢s de 35.000 profesionales para colaborar en los programas de salud del Gobierno venezolano.
Es tan grande el negocio que han dejado a los hospitales y policl¨ªnicas bajo m¨ªnimos en personal y ante esa necesidad de preparar m¨¢s profesionales el gobierno ha recurrido a la educaci¨®n de especialistas emergentes, formando a alumnos en cursos m¨¢s cortos. ¡°Est¨¢n graduando m¨¦dicos en tiempo r¨¦cord para suplir la necesidad de exportarlos y esto ha ido en detrimento de calidad de la formaci¨®n de los m¨¦dicos y de la medicina de Cuba, que sol¨ªa ser de primera. Eso est¨¢ ocurriendo desde que comenz¨® el programa en Venezuela, entre los a?os 2003 y 2004¡±, como indica el m¨¦dico cubano exiliado en Miami Julio C¨¦sar Alfonzo, actual director de Solidaridad Sin Fronteras.
Adem¨¢s los m¨¦dicos prefieren pasar una media de dos a?os en misiones internacionales por motivaciones de orden profesional, humano y tambi¨¦n econ¨®mico porque los salarios de los cooperantes son much¨ªsimo m¨¢s altos que los de los que trabajan dentro de Cuba. Pero al mismo tiempo, deben entregar al menos el 50% de sus ingresos al estado, que var¨ªa en funci¨®n de las responsabilidades y las guardias asignadas.
Aun as¨ª, el exiguo salario de sus profesionales anim¨® a muchos a sumarse a los contingentes que trabajan en el extranjero, donde ingresan en torno a 1.000 d¨®lares mensuales, seg¨²n los pa¨ªses, contra los aproximadamente 50 d¨®lares de salario medio que cobran en la isla. Por ello no es raro encontrar taxistas, tenderos o alba?iles con titulaci¨®n m¨¦dica, incluso especializada, que buscan otra alternativa compatible con el servicio a la salud para mejorar su calidad de vida.
Juan es un conductor de taxi, un Chevrolet de los a?os cincuenta comprado a medias con su hermano que maneja a diario de seis de la tarde hasta entrada la media noche. Pero Juan es tambi¨¦n doctor en el hospital cl¨ªnico Hermanos Ameijeiras: ¡°El sueldo es una miseria. Nos vemos obligados a buscarnos la vida por otros medios. Tengo compa?eros que venden recetas a farmacias, que atienden en cl¨ªnicas ilegales o que ayudan como tenderos en el puesto familiar del mercado. Es frustrante¡±, reconoce, ¡°Parece que as¨ª nos empujan a alistarnos para las misiones internacionales, el verdadero negocio cubano¡±.
Cuba ha conseguido en 2015 una tasa de mortalidad infantil por debajo de cinco por cada 1.000 nacidos, dato que lo sit¨²a entre las primeras 40 naciones del mundo
Las misiones m¨¦dicas han sido, adem¨¢s, una importante v¨ªa de escape para los cubanos que buscan desertar. Antes de que entrara en vigor la reforma migratoria de enero de 2013, que permite a los cubanos con pasaporte y visado viajar fuera del pa¨ªs, el camino de huida predilecto era Venezuela. S¨®lo en 2013 y 2014 m¨¢s de 3.000 m¨¦dicos desertaron a Estados Unidos aprovechando el programa de visado especial, Cuban Medical Professional Parole, para la solicitud de asilo de doctores cubanos implantado en 2006 durante la presidencia de George W. Bush para asistir a trabajadores de la salud que escapan de misiones internacionales llegando ha fomentar la fuga de profesionales y tambi¨¦n el descontento social en la isla.
La periodista de la cadena Al Jazeera Lucia Newman, antigua corresponsal de la CNN en La Habana, se?ala que los m¨¦dicos cubanos se quejan de que ellos no tienen las mismas oportunidades para viajar, asistir a las conferencias y leer las revistas especializadas, lo que les impide estar al tanto de los ¨²ltimos avances de la medicina como hacen sus colegas en otros pa¨ªses, y por eso sienten que se est¨¢n quedando rezagados. Y es que el embargo comercial impuesto por Estados Unidos en 1960 incluye el material bibliogr¨¢fico y de informaci¨®n cient¨ªfico t¨¦cnica sobre ciencias m¨¦dicas. Igualmente dificulta la participaci¨®n de profesionales cubanos en cursos, conferencias, eventos y otras formas de intercambio y actualizaci¨®n de conocimientos. Pero el problema viene de la imposibilidad de adquirir en los mercados estadounidenses reactivos, piezas de repuesto para equipos de diagn¨®stico y tratamiento, instrumental m¨¦dico y todo tipo de medicinas de procedencia estadounidense, incluyendo a empresas subsidiarias establecidas en terceros pa¨ªses, que les est¨¢ prohibido al sector cubano de la salud.
Para Odalys, una joven paciente que espera su ingreso en la entrada del Hospital Salvador Allende, ¡°la situaci¨®n se hace insostenible en este pa¨ªs, ya no es la falta de especialistas, es que tenemos que traernos todo, acabo de salir a comprar un bombillo para tener luz en la habitaci¨®n. He llamado a mi casa para que me traigan tambi¨¦n ropa de cama, toallas, incluso papel sanitario. No hay camilleros y he visto una familia transportar a su hijo enfermo hasta la habitaci¨®n. Sanidad gratuita y universal, s¨ª, pero la tienen descuidada y es muy informal¡±, se queja.
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