La era del ¡®?am-?am¡¯ digital
Comprobar desde el m¨®vil la frescura y el origen de un ingrediente, que tu nevera te sugiera recetas o que tu cara decida el men¨² por ti: innovaciones actuales y por venir en el sector alimentario
Sensores en el m¨®vil que nos desvelan los or¨ªgenes de cualquier alimento, robots aut¨®nomos que reparten a domicilio y cocineros electr¨®nicos a la altura de un chef michel¨ªn, men¨²s basados en nuestras preferencias o en nuestros rasgos, gadgets para convertirnos en precisos cocineros sin salir de casa... Hoy, la ola tecnol¨®gica golpea con fuerza el sector alimentario. Y dentro de no mucho, seg¨²n aventura Nicholas Negroponte, cofundador del MIT Media Lab, esta revoluci¨®n ser¨¢ tal que no dependeremos del clima ni la tierra para subsistir. Tampoco ser¨¢n necesarios los animales de granja. Y quiz¨¢ vivamos lo suficiente para ver una r¨¦plica digital de nuestras papilas gustativas. Por el momento, estas son algunas de las innovaciones que est¨¢n transformando el mundo que rodea uno de nuestros h¨¢bitos m¨¢s antiguos, ese que es a la vez placer, cultura, salud y responsabilidad.
Imprimir el pan
La eclosi¨®n de la impresi¨®n 3D ha demostrado que casi cualquier objeto (para bien y para mal) puede ser replicable. Y varias compa?¨ªas del sector alimentario llevan ya un tiempo experimentando con esta posibilidad con materiales que van desde el chocolate hasta la carne. Entre ellas la espa?ola Singular Bread, una peque?a empresa creada por Ildefonso Hoyo, un ingeniero que "desde casa y con recursos propios" se decidi¨® a imprimir picos de pan con ingredientes naturales y formas al gusto del consumidor. "Hemos desarrollado una tecnolog¨ªa que nos permite trabajar [imprimir] con masa de pan", explica Hoyo. "Imagina tartas a medida, pero al precio de marca blanca. Nosotros es lo que hacemos con los picos. Pasaremos de la producci¨®n masiva a la personalizaci¨®n masiva".
Otro caso es el de Food Ink, un restaurante itinerante que ha alcanzado notoriedad porque imprime toda su comida, adem¨¢s de sus manteles, mesas y sillas. El secreto es su impresora Focus, una m¨¢quina que moldea alimentos de una calidad indistinguible a la de los originales (y que ha llevado a Gerard Piqu¨¦ a instalar una en su restaurante Yours). Food Ink ha paseado su men¨², que acompa?a con un casco de realidad virtual y m¨²sica compuesta por inteligencia artificial, por Berl¨ªn, Roma, Nueva York y Par¨ªs. En Espa?a ofreci¨® su experiencia el pasado noviembre en el restaurante La Boscana de Bellv¨ªs (Lleida).
Pizzero rob¨®tico y amigos
El robot desarrollado por la compa?¨ªa tecnol¨®gica Starship es cuadrado, dif¨ªcilmente le llega a las rodillas a un humano y no es excesivamente r¨¢pido. Es, eso s¨ª, un fiable pizzero teledirigido. Y, como dice el eslogan de la empresa, fundada por los creadores de Skype, "est¨¢ aqu¨ª para repartir". Comida, en este caso. Starship ya ha empezado a entregar a domicilio para Just Eat en Londres, y otras grandes empresas como Hermes, de env¨ªos y servicios log¨ªsticos, o la minorista Metro tambi¨¦n se han lanzado a la contrataci¨®n a este ayudante cibern¨¦tico. El robot, que por el momento puede transportar pesos de hasta nueve kilos y moverse a una velocidad de 6,4 kil¨®metros por hora, lleva la comida en un cofre sellado que solo puede abrir el usuario mediante una app con la que tambi¨¦n puede seguir el recorrido del pedido.
Hay un verdadero chef bi¨®nico en la ciudad, y ya no es la entra?able Thermomix. Moley Robotics ha fabricado un par de brazos articulados que puede emular casi cualquier receta que previamente visualice y grabe. Como se observa en este v¨ªdeo, el robot tiene almacenados cientos de movimientos humanos que simulan con fluidez y verosimilitud las rutinas de un cocinero profesional. El precio, por el momento, ronda los 13.000 euros.
Tu cara decide por ti
Si eres rubio y tu nariz es peque?a, ensalada; si tienes pecas y eres morena, pollo y patatas fritas. Son ejemplos de sugerencias culinarias que una tecnolog¨ªa desarrollada por Baidu, el gigante chino hom¨®logo de Google, puede hacer a los clientes de un establecimiento de la cadena de comida r¨¢pida KFC en el distrito financiero de Pek¨ªn. El sistema escanea las facciones de los comensales y despu¨¦s deduce caracter¨ªsticas como el sexo, la edad y algunos rasgos de su car¨¢cter. Y, en base a ello, propone una comida. Que la elecci¨®n sea del gusto del cliente ya es otra cosa. Al m¨¦todo, que ya se utilizaba en bancos para confirmar la identidad de las personas, se le est¨¢n buscando nuevas aplicaciones, como la de asesor virtual que recomiende prendas a los compradores en tiendas de ropa. Pizza Hut, la conocida cadena de pizzas, utiliz¨® hace un tiempo una tecnolog¨ªa que detectaba el movimiento de los ojos sobre una masa con ingredientes desplegada en una mesa virtual y eleg¨ªa la receta seg¨²n lo que hab¨ªan captado la atenci¨®n del cliente.
Trazabilidad, la nueva obsesi¨®n
Cada vez nos preocupamos m¨¢s por el origen de lo que comemos, su composici¨®n y los posibles ingredientes ocultos que contenga el alimento. Para solucionar el problema de la trazabilidad han surgido ingenios como Tellspec, un esc¨¢ner molecular premiado el a?o pasado con el Humanitarian Water Air and Food Award mediante inteligencia predictiva y machine learning nos indica las propiedades, macronutrientes, contaminantes y aditivos de la comida. Tambi¨¦n nos previene de posibles fraudes alimentarios o adulteraciones del producto. Aparte del sensor necesitaremos la app correspondiente, donde recibiremos toda la informaci¨®n mencionada.
Provenance es otro de estos detectives culinarios: mediante blockchain (un sistema de bases de datos interconectadas y seguras que no se pueden modificar) esta compa?¨ªa localiza, etiqueta y rastrea la pesca para garantizar que su captura haya sido ¨¦tica, y evitar as¨ª malas pr¨¢cticas en la industria.
Un arsenal culinario en casa
LG, Siemens y Whirpool presentaron su nueva generaci¨®n de electrodom¨¦sticos en el CES 2017 (la feria tecnol¨®gica anual de referencia celebrada en Las Vegas). Las nuevas neveras inteligentes est¨¢n conectadas al supermercado, diagnostican qu¨¦ platos podemos cocinar con los ingredientes que tenemos o qu¨¦ alimentos est¨¢n a punto de caducar y permiten echar un vistazo al interior dando simplemente dos toques en la puerta. Whirpool, adem¨¢s, esboz¨® c¨®mo ser¨¢ la cocina del futuro, una especie de centro de control dom¨®tico e hiperconectado.
Acompa?ando a los grandes aparatos de la cocina tenemos peque?os gadgets que nos pueden ayudar a cocinar de manera cuasiperfecta: Pantelligent, una sart¨¦n digitalizada que mediante una app gu¨ªa nuestras acciones como si de un GPS se tratara; Anova, un sencillo sistema para cocinar sous vide (al vac¨ªo) carnes y pescados; Pubbino, un tirador de cerveza que reduce el desperdicio y nos pone la ca?a id¨®nea o Alchema, aparato con el que podremos preparar y fermentar nuestras propias sidras de frutas en casa.
Amazon prueba el supermercado del futuro
El gigante del comercio online Amazon est¨¢ probando en Seattle (EE UU) uno de sus proyectos m¨¢s ambiciosos: un supermercado en el que no habr¨¢ ni tiques, ni cajas registradoras, ni dependientes, ni tornos de entrada o salida. Amazon Go propone un concepto que la industria (con las tiendas virtuales, las cajas r¨¢pidas o las etiquetas identificadas por radiofrecuencia) ha venido esbozando en los ¨²ltimos a?os: agilizar y minimizar la burocracia al hacer la compra. En este establecimiento, a¨²n en fase de testeo (por ahora solo los empleados pueden usarlo), el nivel de sensorizaci¨®n e informatizaci¨®n permitir¨¢ al usuario coger lo que quiera de las estanter¨ªas y salir por la puerta sin m¨¢s. ?nicamente necesitar¨¢ una cuenta en Amazon, a la que se cargar¨¢ lo comprado, un smartphone con el que identificarse y la app apropiada. Adem¨¢s de las ventajas log¨ªsticas, el sistema, de consolidarse, se convertir¨¢ en una enorme mina de datos que revolucionar¨ªa el estudio de los h¨¢bitos de los consumidores.
?Esta fruta est¨¢ madura?
La pregunta nos ha asaltado a todos en el supermercado: ?cu¨¢l de todas estas frutas est¨¢ en el punto justo para ser consumida? Changhong, una compa?¨ªa china de telefon¨ªa m¨®vil, present¨® en el citado CES de Las Vegas una posible soluci¨®n a esta duda cotidiana: el Changhong H2, un smartphone que integra un sensor molecular para medir, entre otros, la frescura de un alimento, el ¨ªndice de masa corporal de una persona o la composici¨®n de un medicamento. Basta con definir la tipolog¨ªa del objeto que queramos analizar, acercar el sensor (que funciona por espectroscopia, haciendo brillar una luz cercana al infrarrojo) y ver los resultados en la aplicaci¨®n m¨®vil. As¨ª podremos averiguar, por ejemplo, qu¨¦ pieza de fruta est¨¢ m¨¢s madura o comprobar si un alimento est¨¢ o no en buen estado.
El futuro: restaurantes del conocimiento y ultrapersonalizaci¨®n
"Al entrar a un restaurante la tecnolog¨ªa detectar¨¢ nuestras preferencias culinarias por las fotos que nos gustan, calcular¨¢ las calor¨ªas que prevemos consumir mirando en nuestra app de salud y nos ofrecer¨¢n un men¨² en consecuencia", prev¨¦ Marius Robles, CEO de la consultora en innovaci¨®n alimentaria Reimagine Food (que cuenta entre sus colaboradores a Singularity University e IBM), que define estos modelos por venir como "restaurantes del conocimiento".
Robles dibuja adem¨¢s un futuro en el que la tecnolog¨ªa facilitar¨¢ y privilegiar¨¢ "la ultrapersonalizaci¨®n": "Estamos viviendo una uberizaci¨®n de la alimentaci¨®n", se?ala. "No tiene sentido un supermercado al uso de 11.000 metros cuadrados y 40.000 referencias. El desperdicio alimentario es enorme". La afirmaci¨®n la corrobora el auge de negocios a la carta como Instacar, aplicaci¨®n para contratar cocineros a domicilio o Hellofresh, con la que se pueden pedir ingredientes frescos. Esta ¨²ltima contabiliz¨® m¨¢s de siete millones de repartos de ingredientes al mes a sus m¨¢s de 800.000 usuarios.
Y lo que est¨¢ por venir compone un "escenario excitante": "En dos a?os veremos los primeros alimentos con nanotecnolog¨ªa, que nos permitir¨¢n observar los efectos que tienen en nuestro organismo". A pesar de todos los cambios, eso s¨ª, "los restaurantes de toda la vida seguir¨¢n siendo nuestros preferidos, los 'restaurantes del placer', esos en los que entrar y pedir un chulet¨®n o un rodaballo", bromea Robles.
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