Un pasaporte empresarial europeo con limitaciones
Bruselas busca eliminar trabas para que los emprendedores se instalen en otros pa¨ªses
En tiempos de Brexit y desapego europeo, la Uni¨®n Europea busca recuperar sus or¨ªgenes. Los l¨ªderes comunitarios constatan que el mercado ¨²nico, una de las grandes banderas de Europa, no es tan ¨²nico cuando se observan, por ejemplo, las trabas que encuentra un aut¨®nomo o una peque?a empresa para prestar servicios en otro pa¨ªs. Bruselas espera allanarles el terreno con una tarjeta electr¨®nica que sirva como carta de presentaci¨®n del emprendedor ante el Estado en el que proyecta instalarse.
Pese a los impulsos proteccionistas que laten cada vez con m¨¢s fuerza, la Comisi¨®n Europea quiere facilitar que los negocios de construcci¨®n y de servicios como la arquitectura, la ingenier¨ªa y la consultor¨ªa puedan mudarse sin problemas de un pa¨ªs a otro o abrir una segunda sede. El papeleo necesario para obtener todos los certificados v¨¢lidos ¡ªincluidas las traducciones¡ª cuesta ahora unos 10.000 euros, seg¨²n los c¨¢lculos comunitarios. La tarjeta electr¨®nica persigue reducir esos costes a la mitad.
La clave reside en aligerar la carga del empresario en detrimento de las autoridades nacionales, que asumir¨¢n parte de la responsabilidad en los tr¨¢mites. Quien desee iniciar una actividad en otro pa¨ªs podr¨¢ dirigirse a su Estado, en su idioma, y este se pondr¨¢ en contacto con el pa¨ªs europeo de destino para lograr los permisos.
Como casi todo en la UE, el alcance es limitado: la tarjeta solo sirve para un pa¨ªs y una actividad concreta. Adem¨¢s, esta especie de pasaporte electr¨®nico para empresas excluye las llamadas profesiones reguladas, como abogados, notarios o m¨¦dicos. La Comisi¨®n Europea lleva a?os pidiendo a los Estados que reduzcan los requisitos que aplican al ejercicio de estas labores, pero no puede hacer mucho m¨¢s que ¡°invitar a los Estados miembros¡±, como ha hecho estos d¨ªas, a evaluar si esos peajes de entrada ¡ªpor ejemplo, el deber de colegiarse¡ª se ajustan a los objetivos que persiguen. La mayor¨ªa de los pa¨ªses se muestran poco receptivos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.