La pasarela de Mil¨¢n se hace viral
Las tendencias de los desfiles de oto?o-invierno de hombre han sido eclipsadas por la ¨²ltima consigna de la industria: conseguir ser relevante para los m¨¢s j¨®venes
Pasaban las 12 de la ma?ana de ayer y, como suele, Giorgio Armani cerr¨® con su desfile los cinco d¨ªas que pretenden determinar lo que llevar¨¢n los hombres el oto?o-invierno que viene. Esta es una de las pocas costumbres que sobreviven en la pasarela milanesa embarcada en pleno test de estr¨¦s para responder a la gran pregunta: qu¨¦ debe hacer la moda para llegar a las nuevas generaciones y no traicionar sus modos y necesidades, m¨¢s propios de la gran industria.
La respuesta m¨¢s ruidosamente simple la proporcion¨® el s¨¢bado Dolce & Gabbana con un desfile que, en su mayor¨ªa, sustitu¨ªa a los modelos tradicionales por influencers o, traducido, una pandilla de 49 j¨®venes unidos por su apabullante cantidad de seguidores en Instagram. Vestidos con prendas que mezclaban sin pudor lo adolescente y lo regio ¡ªellos¡ª y con una sugerente combinaci¨®n de lencer¨ªa y abrigos masculinos ¡ªellas¡ª, el youtuber Cameron Dallas, los espa?oles Pelayo D¨ªaz y Sergio Carvajal, o Sofia y Sistine, las dos hijas de Sylvester Stallone, unieron su capacidad de hacer viral cualquier cosa entre sus coet¨¢neos para la casa italiana. Fue un golpe redondo. Mientras sus compa?eros de profesi¨®n y buena parte del p¨²blico todav¨ªa se pregunta qui¨¦n era esa gente (por suerte para los presentes, hab¨ªa pantallas que informaban de la identidad de cada uno seg¨²n desfilaban) y cu¨¢nto hay de brillantez y cu¨¢nto de decadente en entregarse al narcisismo de la instacelebridad, Domenico Dolce y Stefano Gabbana todav¨ªa deben estar celebr¨¢ndolo.
El triunfo del me gusta es un hecho incluso a nivel institucional. La Camera della Moda, el organismo que gestiona la pasarela, se ha aliado con creadores de tendencias especializados ¡ªel bloguero Bryanboy o los fot¨®grafos de street style Lee Oliveira y Scott Schuman¡ª para que aireen lo que pasa en estos desfiles, en vista de la p¨¦rdida de influencia entre el gran p¨²blico de la prensa convencional.
Otras marcas, no obstante, siguen confiando en la forma tradicional de generar revuelo: el espect¨¢culo. Zegna Couture present¨® la primera colecci¨®n de su director creativo, Alessandro Sartori, en el enorme hangar donde est¨¢ instalada la obra The Seven Heavenly Palaces, siete enormes torres de cemento en equilibrio precario firmadas por Anselm Kiefer. Philipp Plein puso de largo Billionaire, su propuesta de moda para oligarcas (peleter¨ªa y cocodrilo s¨ª, gracias) alrededor de un helic¨®ptero y con la m¨²sica de Dallas. Y el domingo, Dsquared2 habilit¨® una antigua f¨¢brica, instal¨® una pasarela y la llen¨® de top models de ambos sexos, vestidos con una contundente colecci¨®n que mezclaba ropa de monta?a, descuido grunge y pedrer¨ªa (las prendas m¨¢s interesantes eran h¨ªbridos de las tres cosas). Eso, y la fiesta posterior, fue su gran apuesta por permanecer en el calendario de los desfiles de hombre en una temporada marcada por las ausencias de Gucci o Bottega Veneta, que se han mudado con colecciones conjuntas a la semana de la moda de mujer.
Apostar por lo seguro
?Y las tendencias? Las hay, por secundarias que parezcan entre tanto revuelo y en una temporada m¨¢s preocupada por el continuismo. Las chaquetas ajustadas y el pantal¨®n ancho son una constante, igual que el estilo alpino, las sudaderas y la inspiraci¨®n callejera, o la pana de ra¨ªz setentera. Prada le dedic¨® toda una colecci¨®n al material estrella de la progres¨ªa con un desfile admirablemente concentrado en el sentido inicial de todo esto, mostrar prendas. Algo que secundaba Lee Wood, el dise?ador de Dirk Bikkembergs. ¡°He querido mostrar un tipo de moda directa, honesta¡±, dec¨ªa sobre los cl¨¢sicos del armario masculino intencionadamente sobredimensionados que ha creado en su primera colecci¨®n para la firma de ra¨ªz belga. Ante la duda, la ropa bien entendida siempre es un valor refugio.
Benditas ausencias
Los huecos que ha dejado en el programa de desfiles la fuga de cerebros al calendario de mujer se ha traducido en una cantidad in¨¦dita de desfiles de j¨®venes dise?adores. Entre los m¨¢s interesantes, Sunnei, una firma que empez¨® presentando sus colecciones en un piso alquilado hace tres temporadas y ahora es el nombre emergente favorito de la ciudad. Su estilo (chandalero, ir¨®nico y minimalista) estar¨ªa m¨¢s a tono en Par¨ªs, pero justo por eso destaca mejor en Mil¨¢n. Algo parecido le ocurre a Federico Curradi. Un hombre con una de esas leyendas que a la industria de la moda le encanta contar (vive en el bosque, en las afueras de Florencia, rodeado de lobos), que subraya su innegable talento. En su desfile, a primera hora y ante un p¨²blico escaso (en Mil¨¢n cuesta aceptar a los reci¨¦n llegados), vimos camisas de cuadros sin rematar, hechas de los suav¨ªsimos tejidos con los que se elaboran echarpes, y un delicado y deseable romanticismo. Esta es una oportunidad para los grandes nombres, no siempre sobrados de creatividad, para encontrar futuros herederos de su veterano consejo de patriarcas.
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