El dinero de la construcci¨®n es t¨®xico por ley

La propuesta viene firmada por cinco concejales del Ayuntamiento de Los ?ngeles y es la siguiente: prohibir las donaciones por parte de empresas de construcci¨®n durante el estudio por parte de la ciudad de sus propuestas de construcci¨®n. Tal es el grado de percepci¨®n de que los constructores tienen demasiada influencia en el planeamiento urban¨ªstico de la ciudad que los pol¨ªticos sienten la necesidad de quitarse de encima las sospechas.

No es casualidad que la propuesta aparezca dos meses antes de las primarias de las elecciones municipales en las que se presentan a la reelecci¨®n el alcalde, el fiscal y ocho de los 15 concejales. Pero adem¨¢s sucede despu¨¦s de una serie de investigaciones period¨ªsticas que ligaban grandes contribuciones de dinero a pol¨ªticos locales por parte de empresarios con proyectos discutidos y que necesitaban permisos especiales.

Porque lo que est¨¢ detr¨¢s de todo esto es la inquietud en Los ?ngeles con los grandes proyectos urban¨ªsticos que proliferan en una ciudad en pleno boom de construcci¨®n. Para algunos, la ciudad est¨¢ perdiendo la personalidad rural y suburbial de sus barrios con la construcci¨®n de cada vez m¨¢s mansiones y cada vez m¨¢s bloques de apartamentos. La llamada Medida S, que se vota junto con las primarias de las elecciones el pr¨®ximo 7 de marzo, est¨¢ impulsada por grupos de ciudadanos y pretende imponer una moratoria en todos los proyectos urban¨ªsticos de la ciudad que aumenten la densidad de poblaci¨®n de un barrio o requieran enmiendas especiales al plan urban¨ªstico. La medida es la reacci¨®n de estos ciudadanos ante las sospechas de que el Ayuntamiento es pan comido para los grandes promotores. As¨ª es el radical sistema de democracia directa de California.

Con la propuesta de prohibir las donaciones, los concejales pretenden recobrar la confianza de los votantes. Los grupos que est¨¢n detr¨¢s de la Medida S aplauden la iniciativa, pero al mismo tiempo consideran que es la prueba de fuego de que algo de raz¨®n tienen al poner el grito en el cielo.