La llegada
Se hab¨ªan recibido mensajes que describ¨ªan una Catalu?a asilvestrada y ensimismada en su idioma
Hace unas semanas un cargo del PP andaluz, Toni Mart¨ªn Iglesias, reuni¨® a su familia y le anunci¨® que emprender¨ªa un viaje a Catalu?a. Sin dar tiempo a que todos asimilasen la noticia, Mart¨ªn Iglesias les dijo que los llevar¨ªa a ellos tambi¨¦n a modo de escudos humanos. El viaje ten¨ªa car¨¢cter ocioso, aunque la idea era tratar de regresar con alguna muestra del ADN catal¨¢n con el que seguir investigando y profundizando en las caracter¨ªsticas de lo catal¨¢n.Tras despedirse de sus vecinos, Mart¨ªn Iglesias y su familia se desplazaron a Girona monitorizados por un equipo de seguimiento que aplaudi¨® y vitore¨® cuando al primer ¡°buenas tardes¡± de Toni le sigui¨® otro ¡°buenas tardes¡± por parte de un catal¨¢n.
Al regresar a Sevilla, a¨²n en observaci¨®n, Toni Mart¨ªn Iglesias abri¨® su Facebook y escribi¨® las impresiones de su experiencia. Estaba verdaderamente sorprendido. ¡°Me han preguntado por mi ciudad, por si me lo estaba pasando bien en Catalu?a, le han hecho caranto?as a mis ni?os, me han ayudado en lo que han podido y en lo que he necesitado¡±. Tambi¨¦n eran b¨ªpedos y omn¨ªvoros. ¡°Me he sentido un gilipollas¡±, se derrumb¨® Toni.
Toda Espa?a ley¨® conmocionada el informe. Aquello ya no era oficialmente una noticia, sino un bombazo. Los medios reaccionaron: Toni Mart¨ªn fue entrevistado por televisiones, radios y peri¨®dicos. Ayer mismo en la Cope le preguntaron a qu¨¦ se deb¨ªa que los catalanes tuviesen una imagen tan distinta a la que se encontr¨® ¨¦l.
La expedici¨®n de la HMS Beagle del PP andaluz hab¨ªa sido un ¨¦xito; no por nada Toni Mart¨ªn era experto en campa?as en redes. Hubo una ola de fraternidad que llen¨® las redes sociales y se extendi¨® por las calles, las tiendas, la vida pol¨ªtica. Hab¨ªa ca¨ªdo un muro de incomprensi¨®n que aceleraba el deshielo del resto de Espa?a con un territorio virgen. Hasta entonces se hab¨ªan recibido mensajes que describ¨ªan una Catalu?a asilvestrada y ensimismada en su idioma que pon¨ªa ¡°cara de asco cuando ve que eres de otra parte de Espa?a¡±, como recordaba Toni. La verdad era otra: ten¨ªan reacciones semejantes a las que se tienen en el resto del pa¨ªs, trataban de comunicarse de la misma forma y se interesaban por el pr¨®jimo. ¡°Sonre¨ªan¡± y ¡°saludaban¡± (por momentos las aclaraciones de Toni parec¨ªan estar describiendo a un sospechoso).
Entre homenajes, el cargo del PP recibi¨® varias cr¨ªticas de la derecha resumidas en algo as¨ª como ¡°qu¨¦ sabr¨¢ ¨¦l de Catalu?a si ha estado cinco d¨ªas y nosotros no hemos estado ninguno¡±. La investigaci¨®n se dirige ahora a cotejar datos para saber si es compatible acariciar ni?os con ser independentista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.