¡®Hipomadres¡¯
La primera noche de mi primera hija, supliqu¨¦ a las enfermeras que se la llevaran de mi vista para descansar del parto ante el esc¨¢ndalo de mi compa?era de cuarto
Nunca tuve ni un deseo loco de ser madre ni un rechazo visceral a serlo. Lo fui, soy y ser¨¦ como lo fueron, son y ser¨¢n tantas otras desde que los anticonceptivos nos hicieron due?as de nuestros ¨²teros. Porque tocaba, porque pod¨ªa, porque por qu¨¦ no iba a serlo, pudiendo. El caso es que, resueltas las dudas por la v¨ªa de los hechos consumados, y consumado el enamoramiento de la mam¨ªfera por sus cr¨ªas, tampoco fui nunca una madre modelo. Y desde la primera noche de mi primera hija, en la que les supliqu¨¦ a las enfermeras que se la llevaran de mi vista para descansar del parto ante el esc¨¢ndalo de mi compa?era de cuarto, que se negaba a separarse ni un segundo de su cachorro, he sentido la mirada reprobadora de muchos hombres y casi todas las mujeres por ser, o parecer, una madre despegada, descre¨ªda, desnaturalizada, oh anatema: ego¨ªsta.
Todo esto fue antes de que se llevara el dormir con los cr¨ªos hasta que te echen de tu cama, la lactancia sine die, el no dejar no ya que tropiecen, sino siquiera que conozcan los baches del camino. La hiperpaternidad, seg¨²n el t¨ªtulo del libro de Eva Millet (Plataforma) que ilustra el fen¨®meno. Aun as¨ª, y aunque no me lo dicen a la cara, s¨¦ de algunas ¡ªen esto la mujer es loba para la mujer¡ª que me denunciar¨ªan al defensor del menor por no hacerle el desayuno a mi ni?a de 15 a?itos y dejar que vaya andando al instituto, ya me vale, madrastrona. Lo curioso es que solo se les afea la conducta a las madres. Los padres est¨¢n exentos y, mientras hay hombres que dimiten del cargo ante la tolerancia general por el mero hecho de ser varones, a las mujeres se les exige entrega total a los hijos hasta que la muerte rompa el v¨ªnculo. Bien; soy hipomadre, confieso. Creo que hay tantas formas de serlo como progenitoras. Pero, igual que me repatean los que dan lecciones morales no solicitadas, no pretendo dar ninguna a nadie. Hacemos lo que podemos.
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