El Partido Calvinista retira la pena de muerte
El castigo no encaja en su campa?a electoral ante las legislativas del pr¨®ximo marzo
El Partido Calvinista holand¨¦s se ha subido al carro del populismo, en su caso estrictamente confesional, y ha suprimido la pena de muerte de su programa para las legislativas del pr¨®ximo 15 de marzo. Con tres esca?os en un Parlamento de 150, y el honor de ser la agrupaci¨®n m¨¢s antigua del pa¨ªs (data de 1918), su directiva ha decidido retirar la petici¨®n de mantener la pena capital en caso de asesinato. Sus partidarios sostienen que ¡°la palabra de Dios debe hacerse valer en el terreno pol¨ªtico¡±, y los libros de la Biblia incluyen abundantes citas sobre el destino de los asesinos: desde el G¨¦nesis, ?xodo, Lev¨ªtico, N¨²meros o Apocalipsis. En todos aparece, de diversas formas, la advertencia de que ¡°el que derrame sangre de hombre, por el hombre su sangre ser¨¢ derramada, porque a imagen de Dios es hecho el hombre¡± (G¨¦nesis 9:6). Esta vez, sin embargo, prima el deseo de ¡°llevar a cabo una campa?a electoral positiva, y mencionar este tipo de castigo no encaja¡±, seg¨²n portavoces de la agrupaci¨®n.
Con unos 30.000 afiliados, el partido tambi¨¦n ha omitido la negativa a aceptar el matrimonio homosexual. En ambos casos, la aparente revoluci¨®n moral se atempera con los matices introducidos. Para la pena de muerte, los calvinistas apoyan la deportaci¨®n de los terroristas a pa¨ªses donde el Estado s¨ª ejecute. El apartado de los gais es m¨¢s sutil, si cabe. La directiva considera que basta con leer bien el programa electoral. Dicho texto subraya claramente ¡°el valor del matrimonio tradicional, que debe ser entre un hombre y una mujer¡±.
En favor de la familia, el descanso dominical (sin trabajo, ni tiendas abiertas) y el Estado de Israel, el mayor cambio experimentado por el grupo hasta la fecha se refiere a la presencia de mujeres. Desde su punto de vista, no est¨¢n llamadas a participar en pol¨ªtica, pero el Supremo holand¨¦s calific¨® en 2010 dicho extremo de ¡°discriminaci¨®n evidente¡±. En 2013 los estatutos fueron reformados, y un a?o despu¨¦s, la candidata calvinista Lilian Janse se hizo con una concejal¨ªa en el Ayuntamiento de Vlissingen. De momento, es la ¨²nica.
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