En el nombre de Casasimarro
Queja por la visi¨®n que dan del pueblo de Cuenca dos art¨ªculos que se hacen eco de una pol¨¦mica por una placa conmemorativa
Casasimarro, una localidad de la provincia de Cuenca de 3.800 habitantes, ha merecido este mes la atenci¨®n de EL PA?S por partida doble. Un art¨ªculo de opini¨®n y un reportaje se han hecho eco de la pol¨¦mica provocada por la negativa de su alcalde a secundar una iniciativa del ¨²nico concejal de Ahora Casasimarro. Su propuesta era colocar en el parque dedicado a ?ngel Rodr¨ªguez ¡ªasesinado en el atentado contra los abogados laboralistas de Atocha¡ª una placa recordando tan terrible suceso, del que se cumplen 40 a?os.
La primera menci¨®n a la pol¨¦mica la hizo el columnista Jorge Mart¨ªnez Reverte, que en un art¨ªculo del 6 de enero, titulado Sensibilidades, criticaba con extrema dureza las razones aducidas por el alcalde del PP ¡ªno quer¨ªa ¡°herir sensibilidades¡±, aleg¨®¡ª para rechazar la colocaci¨®n de dicha placa. Pero Mart¨ªnez Reverte mencionaba tambi¨¦n al pueblo, del que dec¨ªa:
¡°Casi dan ganas de vender el pueblo para que los asesinos de Argentina y Chile que todav¨ªa est¨¦n en libertad vayan all¨ª a descansar. Lo m¨¢s que puede pasarles para alterar su sue?o ser¨ªa que se encuentren un galgo ahorcado y con las tripas al aire para que las devoren las alima?as, que es una costumbre instalada en algunos lugares de la campi?a de Cuenca. Esa costumbre hila muy bien con el asesinato fr¨ªo y cobarde de gente que se dedicaba a mejorar la vida de los trabajadores¡±.
El s¨¢bado 14 de enero, se public¨® adem¨¢s un reportaje sobre el mismo tema, hecho en Casasimarro, y titulado El pueblo que no puede superar la Guerra Civil. Tres d¨ªas despu¨¦s recib¨ª una carta de una vecina de ese pueblo, que se identificaba como A.?Z., en la que protesta por la visi¨®n que dan ambos textos. Respecto al art¨ªculo de Mart¨ªnez Reverte, aclara:
Los dos textos ofrecen una visi¨®n negativa del pueblo sin mucha raz¨®n
¡°Vivo en Casasimarro desde hace 25 a?os, tengo dos hijos nacidos aqu¨ª, nunca han visto un galgo colgado con las tripas fuera, ?y mira que es habitual! (o al menos eso hacen ver en el art¨ªculo de opini¨®n del 6 de enero (¡). Mi madre era de aqu¨ª, y naci¨® en plena guerra. Con 20 a?os qued¨® hu¨¦rfana de madre y emigr¨® a la capital, como aqu¨ª dicen, pero siempre que pod¨ªa volv¨ªa, este era su pueblo y lo amaba, siempre hablaba de las bondades de sus vecinos y de lo buena gente que eran. Y digo eran, porque ahora por lo visto ya no lo somos. Ahora no. Ahora somos c¨®mplices de los asesinos pol¨ªticos y de la peor cala?a¡±.
Jorge Mart¨ªnez Reverte no tiene inconveniente en responder a la lectora. ¡°El problema es que alguien pueda decir que honrar a un muerto, tan injustamente muerto, pueda herir la sensibilidad de nadie, independientemente de quien provenga la iniciativa¡±, se?ala.
La misma se?ora se refiere con iron¨ªa al retrato que se hace de Casasimarro en el reportaje. Un pueblo presuntamente dividido por querellas que datan de la Guerra Civil. Los bandos se basar¨ªan m¨¢s bien en aspectos geogr¨¢ficos, se?ala: ¡°De la plaza para el este, La Candelaria, y de la plaza para el oeste, san Ant¨®n. Para no herir sensibilidades, llegado su d¨ªa, los vecinos de uno y otro bando abren sus casas para invitar a merendar a los del bando contrario¡±.
Nacho Carretero, autor del texto, dice haber recogido en ¨¦l el estado de ¨¢nimo del pueblo.
¡°El reportaje¡±, explica, ¡°lejos de emitir opini¨®n alguna, trata de reflejar el sentir de un pueblo a trav¨¦s de numerosas conversaciones y entrevistas con vecinos y representantes pol¨ªticos. Todas ellas evidencian que existe una divisi¨®n pol¨ªtica profunda en el pueblo. En ning¨²n momento expongo que esto afecte a la convivencia y s¨ª aludo, en cambio, a que los j¨®venes parecen mantenerse al margen. Dicho esto, entiendo que el reportaje pueda producir malestar a los vecinos. No era esa, obviamente, la intenci¨®n¡±.
Creo que est¨¢ m¨¢s que justificado el malestar que refleja la carta de la lectora, ya que ambos textos dan una imagen negativa de Casasimarro sin mucha raz¨®n. La columna, al hacer extensibles al pueblo las cr¨ªticas contra su regidor. Y el reportaje, porque afirma que Casasimarro ¡°no puede superar la Guerra Civil¡±, sin m¨¢s base que las opiniones contrapuestas de un pu?ado de vecinos sobre la conveniencia o no de colocar una placa en el parque de ?ngel Rodr¨ªguez.
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