Bimba Bos¨¦, deslumbrante ambig¨¹edad
La modelo y cantante siempre fue muy independiente, muy suya, pero sin que su familia le significara un peso
En este momento,?enter¨¢ndome en Manila?de su partida,?donde cubro la elecci¨®n de Miss Universo, no puedo dejar de pensar en ella cantando junto a su t¨ªo, Miguel Bos¨¦, la versi¨®n de Como un lobo que hicieron juntos para Papito. Eran, en ese v¨ªdeo, una combinaci¨®n de complicidad y electricidad maravillosa. Y luego en las giras de ese disco, que fueron muchas, los dos eran casi lo m¨¢s esperado de los conciertos.
Bimba Bos¨¦ supo transmitir la ambig¨¹edad sin¨®nimo del apellido Bos¨¦ al modelaje de los ¨²ltimos a?os noventa y principios de este siglo, trabajos que fueron recogidos por importantes fot¨®grafos de ese tiempo y en pasarelas y colecciones de Par¨ªs a Nueva York. ?Fot¨®grafos desde Steven Meisel hasta Juan Gatti! ?Y ella regresaba a la casa familiar de Somosaguas como si hubiera ido a una excursi¨®n del instituto! ?Me fascinaba esa actitud! Y siempre cre¨ª que su deslumbrante y pol¨¦mica ambig¨¹edad era deudora de la de su abuela, Luc¨ªa Bos¨¦, una belleza fascinante precisamente por no ser cl¨¢sica sino en permanente estado de contemporaneidad.
Bimba siempre fue muy independiente, muy suya, pero sin que su familia le significara un peso, todo lo contrario, creo que siempre fue una fuente de inspiraci¨®n, ?e incluso de documentaci¨®n! Muchos de los primeros dise?os de David Delf¨ªn estaban directamente inspirados en trajes que Luc¨ªa le hab¨ªa regalado a Bimba, Jacques Fath de ensue?o, Balenciagas hechos en la tienda de Madrid del c¨¦lebre modisto que hab¨ªan sido propiedad de Luc¨ªa.
Tambi¨¦n la puedo y debo recordar muy, muy joven, apareciendo con el pelo azul en la casa de Somosaguas. ?Y fue ella la que pint¨® el pelo de Luc¨ªa de ese color por primera vez! Y los recuerdo a David Delf¨ªn y a ella haci¨¦ndose amigos, luego inseparables y despu¨¦s socios y c¨®mplices, ?ense?¨¢ndonos tanto sobre lo maravilloso y fuerte de la amistad!
Bimba, con su vozarr¨®n y sus maneras de ni?a bien educada y David, con ese sentido del humor filoso y cierta socarroner¨ªa de la calle, su acento malague?o... pod¨ªa pasar horas contemplando c¨®mo iban armando esa unidad que representaban.
Creo que ambos han cimentado las bases del estilo y forma de ser de este nuevo milenio. Siento que fue un privilegio haberla conocido y visto crecer. ?Gracias por dejarme dormir en tu cuarto las primeras Navidades que pas¨¦ con vosotros!
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