As¨ª provoca terremotos el ser humano
Un estudio muestra que la acumulaci¨®n de agua en las represas, la extracci¨®n de petr¨®leo y gas y la producci¨®n de energ¨ªa geot¨¦rmica son algunas de las actividades modernas que provocan se¨ªsmos
Sab¨ªamos que pod¨ªamos provocar terremotos antes de que supi¨¦ramos lo que eran. Desde el momento en que la gente empez¨® a extraer minerales de la tierra, el desprendimiento de rocas y el hundimiento de t¨²neles debieron de convertirse en peligros conocidos.
Hoy, los terremotos causados por el ser humano tienen una escala mucho mayor. Durante el ¨²ltimo siglo, distintos acontecimientos han puesto de manifiesto que la miner¨ªa es solo una de las muchas actividades industriales capaces de provocar terremotos lo bastante grandes para causar muertes y da?os considerables. La acumulaci¨®n de agua en las represas, la extracci¨®n de petr¨®leo y gas y la producci¨®n de energ¨ªa geot¨¦rmica son solo algunas de las actividades modernas que se ha comprobado que provocan terremotos.
A medida que se fueron conociendo cada vez m¨¢s tipos de actividad industrial que pod¨ªan ser sismog¨¦nicos, Nederlandse Aardolie Maatschappij BV, una empresa petrolera y gas¨ªstica con sede en Holanda, nos encarg¨® una exhaustiva revisi¨®n mundial de todos los terremotos provocados por el ser humano.
Como en un puzle, nuestro trabajo permiti¨® componer una rica imagen a partir de centenares de piezas repartidas por la literatura cient¨ªfica nacional e internacional de multitud de pa¨ªses. La enorme variedad de actividades industriales que, seg¨²n nuestros hallazgos, pod¨ªan ser sismog¨¦nicas sorprendi¨® a muchos cient¨ªficos. A medida que aumenta la escala industrial, el problema de los terremotos antropog¨¦nicos crece tambi¨¦n.
Adem¨¢s, hemos averiguado que, debido a que los terremotos peque?os pueden dar lugar a otros mayores, la actividad industrial puede, en raras ocasiones, desencadenar se¨ªsmos extremadamente grandes y da?inos.
C¨®mo provocamos los se¨ªsmos
Durante nuestra labor de revisi¨®n, recopilamos una base de datos de sucesos que es, por lo que sabemos, la m¨¢s completa que se ha reunido hasta la fecha. Esperamos que sirva para informar a los ciudadanos sobre el asunto y para fomentar la investigaci¨®n cient¨ªfica sobre el modo de afrontar este nov¨ªsimo desaf¨ªo para el ingenio humano.
Nuestro estudio ha puesto de manifiesto que la actividad relacionada con la miner¨ªa es la responsable del mayor n¨²mero de casos, entre los de la base de datos.
Al principio, las t¨¦cnicas mineras eran primitivas. Las minas eran peque?as y relativamente poco profundas. Los hundimientos tendr¨ªan escasa importancia (aunque esto no fuese un consuelo para quien se viese atrapado en uno de ellos).
Pero la escala de las minas modernas es completamente distinta. Los minerales preciosos se extraen de minas que pueden tener m¨¢s de 3.000 metros de profundidad, o extenderse a lo largo de varios kil¨®metros desde la costa, bajo el mar. La cantidad total de roca extra¨ªda por la miner¨ªa en todo el mundo equivale ahora a varias decenas de miles de millones de toneladas al a?o. Es el doble que hace 15 a?os (y se prev¨¦ que vuelva a duplicarse de aqu¨ª a 15 a?os). Entretanto, una gran parte del carb¨®n que alimenta la industria mundial ya se ha extra¨ªdo de los yacimientos poco profundos, y las minas tienen que volverse m¨¢s grandes y hondas para satisfacer la demanda.
La actividad relacionada con la miner¨ªa es la responsable del mayor n¨²mero de casos
A medida que se ampl¨ªan las minas, los terremotos relacionados con la miner¨ªa se vuelven m¨¢s grandes y frecuentes. Los da?os y las v¨ªctimas tambi¨¦n crecen. Durante las ¨²ltimas d¨¦cadas, se han producido centenares de fallecimientos en las minas de carb¨®n y minerales, como consecuencia de terremotos antropog¨¦nicos de magnitud 6,1.
La construcci¨®n de superestructuras pesadas es otra de las actividades que tambi¨¦n podr¨ªan causar terremotos. Al edificio Taipei 101, de 700 megatoneladas, erigido en Taiw¨¢n durante la d¨¦cada de 1990, se le ha culpado del aumento de la frecuencia y la magnitud de los terremotos de la zona.
Desde principios del siglo XX, ha quedado claro que la acumulaci¨®n de grandes cantidades de agua embalsada puede generar terremotos posiblemente peligrosos. Este hecho cobr¨® un tr¨¢gico protagonismo en 1967, cuando solo cinco a?os despu¨¦s de haberse llenado el embalse de Koyna (India), de 51 kil¨®metros de longitud, tuvo lugar un terremoto de magnitud 6,3 que da?¨® la presa y mat¨® al menos a 180 personas.
Durante las d¨¦cadas siguientes, una continua actividad s¨ªsmica c¨ªclica ha acompa?ado las subidas y bajadas anuales del nivel de agua del embalse. En Koyna se produce de media un terremoto de magnitud superior a 5 cada cuatro a?os. Seg¨²n parecen indicar los hallazgos de nuestro estudio, hasta la fecha, unos 170 embalses de todo el mundo han generado actividad s¨ªsmica.
La producci¨®n de gas y petr¨®leo se ha relacionado con varios terremotos destructivos de magnitud 6, aproximadamente, en California. Este sector se est¨¢ volviendo cada vez m¨¢s sismog¨¦nico, a medida que los yacimientos de gas y petr¨®leo se agotan. En dichos yacimientos, adem¨¢s de la extracci¨®n de masa, se inyectan l¨ªquidos para extraer los ¨²ltimos hidrocarburos que queden y eliminar la gran cantidad de agua salada que acompa?a al material extra¨ªdo de los yacimientos que se est¨¢n agotando.
Una t¨¦cnica relativamente nueva en el sector gas¨ªstico-petrolero para extraer gas de esquisto es la fractura hidr¨¢ulica, o fracking, t¨¦cnica que por su propia naturaleza genera peque?os terremotos cuando la roca se fractura. En ocasiones, puede provocar un terremoto de magnitud mayor si el l¨ªquido inyectado se filtra dentro de una falla que ya est¨¦ sometida a tensi¨®n por otros procesos geol¨®gicos.
El mayor terremoto relacionado con la fractura hidr¨¢ulica que hasta ahora se ha notificado tuvo lugar en Canad¨¢, y su magnitud fue de 4,6. En Oklahoma se llevan a cabo muchos procesos simult¨¢neos, entre ellos la producci¨®n de gas y petr¨®leo, la eliminaci¨®n de agua residual y la fractura hidr¨¢ulica. All¨ª, terremotos de magnitud 5,7, nada menos, han zarandeado rascacielos que se construyeron mucho antes de que se esperase una actividad s¨ªsmica as¨ª. Si en Europa se indujese un terremoto semejante en el futuro, podr¨ªa sentirse en las capitales de varios pa¨ªses.
El fracking puede provocar un terremoto de gran magnitud si?el l¨ªquido inyectado se filtra dentro de una falla que ya est¨¦ sometida a tensi¨®n por otros procesos geol¨®gicos
Nuestra investigaci¨®n pone de manifiesto que la producci¨®n de vapor y aguas geot¨¦rmicas se relaciona con terremotos de hasta 6,6 grados en el yacimiento de Cerro Prieto (M¨¦xico). La energ¨ªa geot¨¦rmica no es renovable mediante procesos naturales en el plazo de una vida humana, por lo que es necesario reinyectar agua bajo el suelo para garantizar un suministro continuo. Este proceso parece ser todav¨ªa m¨¢s sismog¨¦nico que la producci¨®n. Existen numerosos ejemplos de sucesiones de terremotos relacionadas con la inyecci¨®n de agua en pozos de sondeo, como en el caso de The Geysers (California).
Otros materiales que se bombean en el subsuelo, como el di¨®xido de carbono y el gas natural, tambi¨¦n pueden generar actividad s¨ªsmica. Un proyecto reciente consistente en almacenar el 25% del gas natural que necesita Espa?a en un antiguo yacimiento petrol¨ªfero abandonado cerca de la costa tuvo como consecuencia la aparici¨®n inmediata de actividad s¨ªsmica intensa, con se¨ªsmos de hasta 4,3 grados. La amenaza que supon¨ªa para la seguridad p¨²blica hizo necesario el abandono de este proyecto de 1.800 millones de d¨®lares.
Lo que esto significa con vistas al futuro
Hoy en d¨ªa, los terremotos generados por grandes proyectos industriales ya no se niegan ni se reciben con sorpresa siquiera. Por el contrario, cuando tiene lugar un se¨ªsmo, puede que se tienda a buscar un proyecto industrial al que culpar. En 2008, un terremoto de unos 8 grados de magnitud afect¨® a la prefectura de Ngawa (China), donde mat¨® a unas 90.000 personas, devast¨® m¨¢s de 100 ciudades y hundi¨® casas, carreteras y puentes. Enseguida se puso el foco en la cercana presa de Zipingpu, cuyo embalse se hab¨ªa llenado tan solo unos cuantos meses antes, pero a¨²n no se ha demostrado que exista un v¨ªnculo entre el terremoto y la represa.
La cantidad m¨ªnima de tensi¨®n de carga que, en opini¨®n de los cient¨ªficos, se necesita para provocar un terremoto se est¨¢ reduciendo lenta y continuamente. La gran presa de las Tres Gargantas, en China, que ahora contiene 41,7 teralitros de agua, ya se ha relacionado con terremotos de magnitud 4,6, nada menos, y est¨¢ sometida a una estrecha vigilancia.
Ahora los cient¨ªficos tienen por delante algunos retos emocionantes. Los terremotos pueden generar un?efecto mariposa: cambios peque?os pueden tener grandes consecuencias. Por tanto, no se trata solo de que multitud de actividades humanas generen tensi¨®n en la corteza terrestre, sino que tambi¨¦n peque?¨ªsimas tensiones adicionales pueden convertirse en la gota que colme el vaso, y desencadenar grandes terremotos que liberen la carga de tensi¨®n acumulada sobre las fallas por siglos de procesos geol¨®gicos. Si esa tensi¨®n se habr¨ªa liberado de forma natural en un terremoto, o cu¨¢ndo lo habr¨ªa hecho, es una pregunta dif¨ªcil de responder.
Un terremoto del orden de los 5 grados de magnitud libera tanta energ¨ªa como la bomba at¨®mica lanzada sobre Hiroshima en 1945. Un terremoto de unos 7 grados libera tanta energ¨ªa como el arma nuclear m¨¢s grande que jam¨¢s se ha probado, la Bomba del Zar, detonada por la Uni¨®n Sovi¨¦tica en 1961. El riesgo de inducir terremotos as¨ª es extremadamente bajo, pero las consecuencias que ello tendr¨ªa son extremadamente grandes. Lo cual supone un problema sanitario y de seguridad ins¨®lito en la industria por el enorme alcance del desastre que, en teor¨ªa, podr¨ªa producirse. No obstante, los terremotos raros y devastadores son un hecho natural en nuestro din¨¢mico planeta, independientemente de que exista o no actividad humana.
Nuestro estudio indica que la ¨²nica forma emp¨ªricamente justificada de limitar la magnitud de los posibles terremotos ser¨ªa limitar la escala de los propios proyectos. En la pr¨¢ctica, eso se traducir¨ªa en minas y embalses m¨¢s peque?os, menos minerales, petr¨®leo y gas extra¨ªdos de los yacimientos, pozos de sondeo menos profundos y vol¨²menes inyectados m¨¢s peque?os. Debe encontrarse un equilibrio entre la creciente necesidad de energ¨ªa y recursos, y el grado de riesgo que resulta aceptable en cada proyecto concreto.
Gillian Foulger?es?Catedr¨¢tica de Geof¨ªsica en la Universidad de Durham.
Jon Gluyas?es catedr¨¢tico de la Universidad de Durham.
Miles Wilson?es?doctorando del Departamento de Ciencias de la Tierra, en la Universidad de Durham.
Cl¨¢usula de divulgaci¨®n:?
Gillian Foulger ha trabajado como consultora para diversas empresas y organizaciones gubernamentales. Como experta en la materia, ha ofrecido asesoramiento sobre terremotos provocados por la extracci¨®n de hidrocarburos y la extracci¨®n e inyecci¨®n de fluido geot¨¦rmico, y sobre la vigilancia s¨ªsmica para la reducci¨®n de riesgos. Para llevar a cabo esta labor, ha recibido financiaci¨®n del Gobierno, la industria y consejos de investigaci¨®n. Es miembro del Partido Laborista brit¨¢nico y de University and College Union.?
Jon Gluyas trabaja para Geomatic Ventures Ltd, empresa que utiliza datos de sat¨¦lites para controlar los movimientos terrestres, y ha recibido financiaci¨®n por asesorar a empresas de producci¨®n de gas y al Banco Europeo de Inversiones, que desean evitar esos movimientos de la corteza terrestre.?
Miles Wilson es doctorando de la Universidad de Durham y cuenta con la financiaci¨®n de una beca de doctorado de dicha universidad. Su investigaci¨®n sobre terremotos antropog¨¦nicos se financi¨® mediante un contrato con NAM BV y Gillian Foulger, como miembro de un grupo de expertos sobre sismicidad inducida y el yacimiento gas¨ªstico de Groningen.
Traducci¨®n de News Clips.
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