La costumbre de coleccionar

De todas las costumbres del ser humano es quiz¨¢, el coleccionismo, una de las que m¨¢s me sorprenden. Acumulamos monta?as de objetos que nunca jam¨¢s utilizamos; simplemente por el mero placer de poseerlos o mostrarlos. Existen colecciones para todos los gustos y bolsillos y, por supuesto, para todas las ¨¦pocas. Actualmente, las c¨¢maras de nuestros dispositivos m¨®viles nos permiten captar la imagen de toda peripecia que vivamos: una tarde en familia, el viaje a Berl¨ªn, un concierto. Con ello ha nacido una obsesi¨®n de documentar gr¨¢ficamente casi cualquier experiencia; hasta el punto de que cada vez interesa m¨¢s presumir de ella que vivirla in situ. Coleccionamos medallas con las que engalanar nuestra falsa vida en las redes sociales, sin prestar atenci¨®n al contenido. Es un empacho fotogr¨¢fico que la mayor¨ªa nunca llega a digerir. Hay una realidad detr¨¢s de esa pantalla que nos estamos perdiendo. Toda una suerte de momentos potencialmente fant¨¢sticos e irrepetibles. Porque esa es la ¨²nica colecci¨®n que importa: la que nos llevamos con nosotros al exhalar el ¨²ltimo aliento.¡ª Rub¨¦n Dom¨ªnguez Carrasco.

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