Contra la corrupci¨®n
Generalmente son los despechados quienes denuncian la corrupci¨®n. Asimismo, Transparencia Internacional subraya que la falta de protecci¨®n a los denunciantes ¡ªpara los que reclama una ley¡ª ha impedido que se conocieran m¨¢s casos y ha favorecido que la corrupci¨®n se extienda por Espa?a. A todo esto debemos a?adir el corporativismo de los compa?eros de partido: ¡°Nadie podr¨¢ probar que no son inocentes¡±, dicen. No basta con grabaciones de voz, documentos que presuntamente te inculpan y millones de euros de los que no se puede justificar su procedencia. La corrupci¨®n ha campado a sus anchas. En algunos ¨¢mbitos incluso da la impresi¨®n de que est¨¢ bien vista. Cuando alg¨²n corrupto entra en prisi¨®n, sus compa?eros de trena le encumbran como l¨ªder. Sin embargo, los denunciantes, adem¨¢s de tener que demostrar meticulosamente todas las pruebas, a veces se ven obligados a sufrir un ostracismo atroz.¡ª Jos¨¦ Solano Mart¨ªnez. Cartagena (Murcia).
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