?Por qu¨¦ los ni?os son m¨¢s felices en Dinamarca?
El concepto ¡®hygge¡¯, las ¡®guarder¨ªas forestales¡¯ o los ¡®klassens tid¡¯ son algunas claves de una crianza casi ut¨®pica
?Se imagina un mundo donde la conciliaci¨®n familiar y laboral sea una realidad y las jornadas acaben a las cuatro o cinco de la tarde, los permisos por maternidad y paternidad sean igualitarios, los progenitores puedan pasar tiempo con sus hijos y sus hijos no tengan que preocuparse por deberes escolares y ex¨¢menes, sino por crecer en la naturaleza y aprender a solucionar problemas por s¨ª mismos? Aunque parezca ciencia ficci¨®n, este tipo de crianza es posible y sucede en Dinamarca.
Seg¨²n el World Happines Report, ©¤que cada a?o investiga el nivel de satisfacci¨®n general por pa¨ªses©¤, los daneses ocupan el primer puesto en la escala evolutiva de la felicidad desde hace a?os. Le siguen en el ranking Suiza, Islandia, Noruega y Finlandia; Espa?a ni se acerca, en un discreto puesto 37, por detr¨¢s incluso de Arabia Saud¨ª, Qatar y Taiwan, donde los ciudadanos se sienten m¨¢s felices.
Por extensi¨®n, la poblaci¨®n infantil supone un reflejo del estado de bienestar social y as¨ª tenemos a los ni?os daneses entre los m¨¢s felices del mundo. Si a esto se suma la educaci¨®n gratuita y universal, una de las tasas m¨¢s bajas de abandono escolar, programas efectivos de escolarizaci¨®n e integraci¨®n de menores refugiados y ni?os con necesidades especiales y un protocolo anti-acoso obligatorio en las escuelas, podemos considerar el modelo dan¨¦s como un claro ejemplo de ¨¦xito. Estas son algunas claves de su revolucionario sistema de educaci¨®n.
Preescolares forestales. El t¨¦rmino ¡°jard¨ªn de infancia¡± en dan¨¦s se traduce como ¡°udflytterb?rnehave¡±, que procede de ¡°udflytter¡± (trasladarse) y ¡°have¡± (jard¨ªn). Es decir, movimiento de regreso a la naturaleza como espacio de aprendizaje y ense?anza, muy extendido en el sistema educativo escandinavo. Curiosamente, el origen de este tipo de ¡°escuelas forestales¡± se remonta al a?o 1950, cuando una mujer danesa llamada Ella Flautau sol¨ªa dar largos paseos con sus hijos por el bosque, y los padres del vecindario le pidieron que se llevara a los suyos de paseo tambi¨¦n. As¨ª empez¨® el primer ¡°walking kindergarten¡± que tuvo un boom en los a?os sesenta con la apertura de m¨¢s centros de ense?anza al aire libre dirigidos por madres que buscaban salir de la congesti¨®n de la ciudad y aprovechar el entorno rural como herramienta.
Un ejemplo de este tipo de ¡°centros preescolares forestales¡± es el Stockholmsgave Centrum, situado a pocos kil¨®metros de Copenhague, cuyo objetivo a grandes rasgos ser¨ªa convertir a los ni?os en peque?os Robinsones cubiertos de barro y hojarasca que no pueden ser m¨¢s felices. Llegan a la guarder¨ªa, exploran el bosque, suben a los ¨¢rboles y juegan al escondite entre matorrales, se refugian si llueve, recolectan verduras y hortalizas en la huerta, preparan ensaladas, cazan gusanos, alimentan a las gallinas y as¨ª sucesivamente.
¡°Creemos que los ni?os de cero a seis a?os aprenden utilizando su cuerpo y sentidos, y la naturaleza aporta todas las oportunidades que necesitan. Aire fresco, grandes espacios para correr y jugar con sus amigos: eso es una infancia feliz. Tambi¨¦n es importante el papel de un profesor bien preparado que puede apoyar el desarrollo del ni?o en todos los campos, tanto social como intelectual o motriz. Nuestro principal foco es el ¨¢rea social, porque pensamos que el entorno natural es lo mejor para construir relaciones fuertes entre los ni?os¡±, explica el pedagogo y director del centro Soren Emil Markeprand.
Puede que en Dinamarca los ni?os no sepan leer hasta los seis o siete a?os, pero en cambio aprenden de forma instintiva solidaridad, cooperaci¨®n y empat¨ªa casi antes que caminar. Gracias a estos programas al aire libre afrontan tambi¨¦n sus miedos ©¤a lo desconocido, a la frustraci¨®n, a las ca¨ªdas©¤ y comienzan a resolver problemas por s¨ª mismos mucho antes que los ni?os sobreprotegidos de ciudad.
Familia y hygge. Podr¨ªa decirse que el hygge (pronunciado ¡°hooga¡±) es un concepto tan dan¨¦s que existen pocas palabras en otros idiomas que resuman en qu¨¦ consiste. Ser¨ªa algo parecido a un estado de bienestar provocado por un entorno familiar c¨¢lido y protector, pero no solo eso. El hygge fortalece emocionalmente a los ni?os daneses, que se sienten atendidos, queridos y escuchados, con una autoestima fuerte y al mismo tiempo una gran capacidad para escuchar al otro. Las autoras del libro superventas The Danish Way of Parenting ©¤que ser¨¢ publicado en castellano el pr¨®ximo verano©¤ consideran el hygge, clave en la sociedad feliz de Dinamarca.
¡°Siempre defino el hygge a los no daneses como un ¡°espacio psicol¨®gico seguro¡±, creado porque la familia se pone de acuerdo para que suceda. En Dinamarca, las reglas del hygge son intr¨ªnsecas porque han crecido con ellas y son inherentes a su cultura. Muchas veces ni siquiera son conscientes de que est¨¢n siguiendo esas reglas¡±, describe Jessica Alexander, coautora del libro. ¡°Esas normas incluyen aspectos como apagar la tecnolog¨ªa, conciliar en vez de discutir, dejar fuera de casa el estr¨¦s, no hablar mal de nadie, conversar sobre recuerdos bonitos de familia, ayudar entre todos y jugar juntos. La idea es crear un espacio seguro donde puedan reunirse en ese momento sin tener la mente en guardia. Los resultados son muy poderosos porque se crea un oasis familiar, donde pueden sentirse bien juntos en ese preciso momento, sin importar nada m¨¢s de lo que sucede en sus vidas. Ya habr¨¢ otra ocasi¨®n para discutir o hablar de problemas, pero en el ¡°espacio hygge¡± solo se debe disfrutar de ese instante. Yo lo he probado con mi familia americana y definitivamente funciona, algo cambia en la familia a mejor¡±.
Escuelas y ¡®klassens tid¡¯. El profesorado es un colectivo respetado por la sociedad danesa y la participaci¨®n de los padres en la vida escolar de sus hijos no se limita a revisar lecciones ©¤porque, entre otras cosas, no tienen deberes que hacer en casa©¤, sino que se re¨²nen entre tres y cuatro veces al a?o con el tutor para hacer un seguimiento de c¨®mo va su hijo en la escuela. No solo en el aspecto acad¨¦mico, sino tambi¨¦n su integraci¨®n social y otras capacidades. En Dinamarca se promueve el principio de ¡°differentiate¡±: el profesor observa a cada alumno como individuo y le propone retos con dos revisiones al a?o. Estos objetivos individuales pueden ser acad¨¦micos, sociales y personales.
¡°La idea es que mediante esta diferenciaci¨®n de los estudiantes, el profesor es capaz de entender mejor sus necesidades individuales. Y esto es importante porque dependiendo de c¨®mo observes a los ni?os crea grandes diferencias en t¨¦rminos de c¨®mo les respondes¡±, afirma Iben Dissing Sandahl, psicoterapeuta y co-autora del libro The Danish Parenting, que recientemente ha publicado en su web una gu¨ªa online sobre otra peculiaridad educativa danesa: ¡°klassens tid¡±. En esta publicaci¨®n se recogen las claves, din¨¢micas de grupo y l¨ªneas generales que convierten las escuelas danesas en entornos seguros de alto rendimiento acad¨¦mico.
¡°Klassens tid¡± se podr¨ªa traducir como ¡°tiempo de clase¡± y consiste en ense?ar a los menores a comprenderse mejor a s¨ª mismos y a los otros, y a desarrollar habilidades sociales. ¡°La empat¨ªa no se aprende por escrito ni es algo con lo que se nazca o no. Es simpat¨ªa, compasi¨®n y comprensi¨®n del otro, que se aprende con el contacto humano¡±, escribe la autora. Desde 1993 la ley educativa danesa incluye el ¡°klassens tid¡± como materia curricular una vez a la semana.
Esto permite a los profesores crear grupos unidos en sus clases, ya que si un ni?o no funciona bien emocional o socialmente no podr¨¢ aprovechar el aprendizaje acad¨¦mico. Los ¡°entornos inclusivos¡± en las aulas danesas sirven tambi¨¦n como desahogo para los alumnos, donde pueden exponer qu¨¦ problema o conflicto est¨¢n sufriendo y entre todos aportan ideas para solucionarlo. De esta forma, los menores no se sienten vulnerables sino acogidos y escuchados.
Protocolo antiacoso. Seg¨²n un reciente estudio de la UNESCO, dos de cada 10 alumnos sufren acoso escolar en alg¨²n lugar del mundo. Pocos de ellos son daneses. El informe Growing Up Unequal de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud destaca que tasa de bullying en Dinamarca est¨¢ entre las m¨¢s bajas de Europa: un 9% de los ni?os de 11 a?os encuestados afirmaron haber sido atacados en la escuela dos y tres veces en el ¨²ltimo mes, frente al 35% de ni?os acosados en Lituania en el mismo per¨ªodo.
¡°El bullying existe en Dinamarca, como en todos sitios, y es un tema que se toma muy en serio. En el ¨²ltimo estudio anual del bienestar de los alumnos en los colegios ©¤entre los 9 y 10 a?os y entre los 14 y 15 a?os, es decir, de cuarto a noveno curso©¤ del Ministerio de Educaci¨®n se observa que un 8% ha sido v¨ªctima de acoso ¡°muy a menudo, a menudo, de vez en cuando¡± durante el curso, y un 12% adicional dice haberlo sufrido raras veces. Eso significa que ha descendido ligeramente la cifra desde el a?o anterior¡±, se?ala Mikkel Larsen, agregado de la Embajada de Dinamarca en Espa?a. El gobierno dan¨¦s, en colaboraci¨®n con diversas ONG, ha lanzado un plan nacional contra el bullying, con iniciativas como la creaci¨®n de un ¨®rgano de quejas al que dirigirse cuando se est¨¢ sufriendo maltrato escolar. ¡°Uno de los m¨¦todos para limitar el bullying en Dinamarca es que por ley se establece la obligatoriedad de que todas las escuelas tengan una estrategia anti-bullying. Tambi¨¦n existe un tel¨¦fono de apoyo, el B?rnetelefonen, perteneciente a la ONG B?rns Vilk?r (Circunstancias de los ni?os), al que los menores pueden llamar para explicar lo que les sucede y recibir asesoramiento¡±, a?ade Larsen. Sus hom¨®logos en Espa?a ser¨ªan el Tel¨¦fono de Ayuda a Ni?os y Adolescentes de la Fundaci¨®n ANAR (Tel. 900202010) y la Asociaci¨®n Espa?ola para la Prevenci¨®n del Acoso Escolar (AEPAE), que impulsa un Plan Nacional contra el Acoso Escolar, cuyo objetivo es la detecci¨®n precoz del maltrato en las aulas y el asesoramiento a las v¨ªctimas.
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