La aterradora historia (real) de Slenderman de la que todos hablan pero pocos se atreven a ver
Un documental sobre las ni?as que apu?alaron a otra por miedo a una criatura ficticia. El primer caso de mito del terror creado en Internet, una especie de Hombre del Saco con tent¨¢culos
Slenderman es un ser antropom¨®rfico de entre dos y cuatro metros de largo. Sus extremidades son largu¨ªsimas y su rostro es una m¨¢scara p¨¢lida sin facciones, sin ojos, sin orejas, sin boca. En la espalda esconde seis tent¨¢culos con los que ataca a sus v¨ªctimas. Es invisible a voluntad y, por eso, muy pocas veces ha podido ser fotografiado o grabado en v¨ªdeo. Se mueve en las sombras y acecha a ni?os y adolescentes sin que nadie se ponga de acuerdo en si es una presencia protectora o una amenaza.
Lo crean ustedes o no, hay muchos adolescentes que creen a pies juntillas en la existencia de este personaje que, en realidad, fue creado en 2009 por un usuario, Victor Knudsen bajo el Nick de ¡®Victor Surge¡¯, del foro Something Awful para participar en un hilo de im¨¢genes retocadas con Photoshop. La bola fue creciendo hasta convertir al personaje en un meme y de ah¨ª a material para creepypasta, un tipo de relato de terror de g¨¦nero colaborativo. Una vez convertido en personaje literario y en personaje de Fanfic, el salto al mito y a la creencia de la existencia real del personaje fue un paseo en calesa, sobre todo cuando la red est¨¢ inundada de v¨ªdeos, fotos y testimonios de internautas que alimentan la idea de que Slenderman vive entre nosotros.
"Slenderman es el primer personaje creado en Internet que ha quedado instalado en el folklore popular y que abri¨® la puerta a otros mitos digitales"
A estas alturas de siglo XXI se puede decir que Slenderman es el primer personaje creado en Internet que ha quedado instalado en el folklore popular y que abri¨® la puerta a otros mitos digitales. Si ten¨ªamos alguna duda de c¨®mo se hab¨ªan creado personajes y mitos populares como El Hombre del Saco, La Chica de la curva o La Santa Compa?a solo tenemos que echar un vistazo al fen¨®meno de Slenderman: millones de mentes modelan la creencia a?adi¨¦ndole una infancia, una adolescencia, nuevos rasgos, nuevos datos, incluso residencia o, lo que es m¨¢s importante, una marca propia. ?No tienen Batman y Superman un logo? El de Slenderman es una equis tachando un c¨ªrculo.
El mito, ya de por s¨ª retorcido, tom¨® un giro t¨¦trico el 31 de mayo de 2014. Morgen Geyser y Annisa Weier, dos ni?as de 12 a?os residentes en Waukesha (Wisconsin), se conocen e intiman cuando comienza el curso. Crean una amistad muy especial, ya que Annisa no es muy popular y no tiene amigos y Morgen tampoco cuenta con muchas amistades excepto la de Payton Leutner a la que, en las ¨²ltimas fechas, est¨¢ dejando de lado. Annisa y Morgen tienen una imaginaci¨®n desbordante y, ambas, comparten aficiones literarias comunes: son fans de los creepypastas y de la literatura de terror. Entre ellas estalla una amistad que retroalimenta sus fantas¨ªas.
Las amigas deciden asesinar a la otra ni?a aprovechando el barullo del cumplea?os de Morgen, ya que las tres van a dormir en la misma casa para hacer una fiesta de pijamas. Van un parque que tiene una zona boscosa cercana y con la excusa de que van a jugar al escondite, la llevan a la zona m¨¢s profunda y all¨ª le asestan 19 pu?aladas con un cuchillo de cocina. Las autoras dejan en estado agonizante a la v¨ªctima y se escapan del lugar del crimen. Payton se arrastra hasta una carretera cercana donde es recogida por un ciclista a la que narra los hechos y es trasladada a un hospital donde le salvan la vida.
Mientras todo esto ocurre, Morgen y Annisa son detenidas por un polic¨ªa al que le resulta sospechosa la presencia de dos ni?as tan peque?as caminando solas por el arc¨¦n de la Interestatal 94. Annisa le cuenta al polic¨ªa que acaban de asesinar a Payton Leutner y que se dirig¨ªan a la Reserva Natural de Nicolet donde se encuentra la mansi¨®n de Slenderman para reunirse con ¨¦l. Los antecedentes y los precedentes de este caso criminal tan extra?o son narrados con todo lujo de detalles y mucha pericia por Irene Taylor Brodsky en su documental Beware the Slenderman que acaba de estrenar la cadena HBO en nuestro pa¨ªs.
OTROS J?VENES (Y ASESINOS) ESPA?OLES?
Morgen y Annisa intentaron matar a Payton Leutner para honrar a Slenderman y convertirse en sus sirvientas, en una especie de agentes del mito que, seg¨²n sus seguidores, se encargan de hacerle el trabajo sucio. Ambas confiesan los hechos a la polic¨ªa sin guardarse nada, contando todo con inocencia infantil, esperando ser eximidas de responsabilidad, como si el asunto solo fuera una trastada que se les ha ido de las manos (?Qui¨¦n se comi¨® la tarta que se enfriaba en el alfeizar? ?Qui¨¦n rompi¨® la ventana del vecino de un balonazo?). Esperando, o eso da la sensaci¨®n, que la polic¨ªa crea en la existencia de Slender Man y que se ponga en marcha para detener al verdadero culpable.?
Lejos de ser un cuento moral, y el documental actual tiende a serlo, Beware of the Slenderman cuenta los hechos con una frialdad arrebatadora, usando los testimonios de los familiares de las ni?as y transmitiendo a la perfecci¨®n todos los sentimientos contradictorios que les produce el amor hacia las cr¨ªas y el hecho de que hayan cometido un crimen tan horrible para honrar a un personaje ficticio. El documental se convierte en un juego de mu?ecas rusas en el que vamos descubriendo m¨¢s y m¨¢s detalles del caso mientras aprendemos la fuerza de los mitos e intentamos comprender todos los rasgos de personalidad de ambas cr¨ªas. De paso, nos advierte de que el escal¨®n generacional y las nuevas tecnolog¨ªas no se llevan bien y que, por descontado, Internet ha roto la barrera entre la realidad y la ficci¨®n.
Morgan y Annisa decidieron creer en Slenderman, al igual que otros deciden creer que hay bases nazis en la Ant¨¢rtida, que Isabel II es en realidad un extraterrestre reptiliano o aquello de la fan de Ricky Martin, su perro y el bote de mermelada. La gente cree por inocencia, por inmadurez, por analfabetismo o por sentirse afianzada en sus ideas. A veces, desgraciadamente, mata por ello. Por razones tan absurdas como las que llevaron a dos cr¨ªas de doce a?os a apu?alar a otra y as¨ª ganarse al favor de un ser imaginario que les esperaba en la profundidad del bosque.
El caso, conocido como El apu?alamiento de Slenderman, se convirti¨® en carnaza para los medios sensacionalistas lo que provoc¨® un est¨²pido debate sobre los l¨ªmites, el control de contenidos y el uso que se le daba a Internet. Tambi¨¦n gener¨® una peque?a, pero intensa, ola de p¨¢nico en Estados Unidos donde se sucedieron casos, falsos o no, de asaltos violentos relacionados con el culto al personaje. Por ejemplo, Lily Marie Hartwel con 14 a?os de edad, del condado de Pasco (Florida), en la noche del 4 de septiembre de 2014 incendi¨® el domicilio familiar cuando su madre y su hermano de 9 a?os dorm¨ªan en su interior. Aunque se sab¨ªa que el hecho pod¨ªa estar relacionado con una ri?a dom¨¦stica o con un accidente, la chica cometi¨® algunos errores de bulto en su declaraci¨®n como decir que no sab¨ªa qu¨¦ hab¨ªa pasado y reconocer que era asidua de creepypasta.com y souleater.com, lo que fue suficiente para que los medios sensacionalistas se pasaran unos cuantos d¨ªas hablando del asunto y relacion¨¢ndolo directamente con Slenderman.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.