Los chimpanc¨¦s que mataron al tirano
Un grupo asesina al l¨ªder derrocado tras regresar del exilio y canibaliza su cad¨¢ver
Algunos estudios recientes publicados por primat¨®logos parecen pensados por Shakespeare. Hemos sabido c¨®mo la cruel ejecuci¨®n de un chimpanc¨¦ desat¨® la guerra entre dos clanes. O como dos hembras de orangut¨¢n llevaron su rivalidad hasta las ¨²ltimas consecuencias. Un nuevo trabajo relata otra historia de poder, violencia y amistad cuyos protagonistas son grandes simios pero no humanos. Los chimpanc¨¦s de la calurosa sabana de Fongoli, en Senegal, mataron al que hab¨ªa sido su l¨ªder a?os antes cuando trataba de regresar al grupo despu¨¦s de un exilio que hab¨ªa durado casi un lustro.
La inusitada violencia de este grupo puede deberse a la escasez de hembras reproductivas, seg¨²n sugieren los cient¨ªficos
Foudouko hab¨ªa alcanzado la condici¨®n de macho alfa del grupo siendo todav¨ªa joven, a comienzos de 2005, y hab¨ªa logrado liderar esta comunidad hasta finales de 2007, siempre contando con la ayuda de Mamadou, su lugarteniente. Foudouko fue destronado despu¨¦s de que Mamadou recibiera una brutal paliza que le rompi¨® el f¨¦mur o la cadera, seg¨²n deducen los investigadores que siguen permanentemente al grupo tomando notas de todo lo que hacen. "Era algo as¨ª como un tirano", asegura a New Scientist la autora principal de este trabajo, Jill Pruetz, en referencia a Foudouko.?
A los pocos meses de ser derrocado, a comienzos de 2008, este chimpanc¨¦ se march¨® al exilio. Desapareci¨® por completo durante nueves meses y hasta 2013 apenas se dejaba ver por el territorio de su grupo. Este ostracismo "habr¨ªa sido excepcionalmente estresante, como se ha demostrado en otros chimpanc¨¦s que experimentan aislamiento social", explican los primat¨®logos en el International Journal of Primatology, dado que son animales muy sociales, especialmente los machos, y les resulta doloroso incluso sufrir una vida semisolitaria.
Mientras tanto, Mamadou hab¨ªa recuperado su antigua posici¨®n social, despu¨¦s de humillarse incluso ante la m¨¢s d¨¦bil de las hembras del grupo, formado por m¨¢s de una treintena de miembros. La sociedad de los chimpanc¨¦s es muy jer¨¢rquica y, seg¨²n explican los investigadores, Mamadou tuvo que trabajarse el respeto de la comunidad despu¨¦s de su derrota. Finalmente, fue su hermano David el que accedi¨® al poder, dejando el cargo de macho beta a Mamadou.
A los pocos meses de ser derrocado, este chimpanc¨¦ se march¨® al exilio. Desapareci¨® por completo durante nueves meses y durante cinco a?os apenas interactu¨® con el grupo
A mediados de 2013, Foudouko se iba sumando poco a poco a las actividades del grupo, pero sin lograr que lo aceptaran. Una noche, despu¨¦s de varios encontronazos y alguna persecuci¨®n para alejarlo de la comunidad de Fongoli, los primat¨®logos que los estudian escucharon un griter¨ªo excepcional. Antes del alba, uno de ellos encontraba el cad¨¢ver de Foudouko, con severos desgarros en el cuello y un pie, que probablemente causaron que se desangrara. Adem¨¢s, ten¨ªa los dedos destrozados, supuestamente debido al esfuerzo de sus atacantes para sujetar sus extremidades a dentelladas mientras le mataban.
A partir de ese momento, los primat¨®logos se activaron para observar con detalle todo lo que ocurrir¨ªa a continuaci¨®n, para registrar c¨®mo actuaba la comunidad ante ese asesinato. Todo el grupo se acerc¨® a presenciar la escena, olfateando y toqueteando el cad¨¢ver. Algunos machos j¨®venes lo golpeaban o mord¨ªan todav¨ªa, pero los jefes no se comportaron agresivamente. Aunque no quiso relacionarse con ¨¦l antes de su muerte, Mamadou tiraba del cad¨¢ver y lo empuj¨® pero sin agresividad: "Parec¨ªa estar tratando de despertar a Foudouko, en lugar de tratar de infligir lesiones, ya que su comportamiento era menos agresivo que los de los otros machos", asegura el estudio.
Pero el momento m¨¢s s¨®rdido estaba por llegar. Fue cuando se acerc¨® al cad¨¢ver la hembra m¨¢s poderosa del grupo, la madre del macho alfa David. Tras inspeccionarlo, comenz¨® a comer de las heridas de su cuello, mordiendo varias veces su cuerpo para arrancar trozos de carne que se comer¨ªa. Despu¨¦s de varios de estos bocados, y alg¨²n mordisco en los genitales, esta hembra introdujo el dedo en el ano del cad¨¢ver, que estaba desgarrado, y extrajo material fecal.?
Escasez de hembras
Los cient¨ªficos creen que este caso, el primero en el que se registra este tipo de ostracismo que deriva en muerte, tiene una explicaci¨®n reproductiva. Y es que en esa comunidad hay muchos m¨¢s machos que hembras en madurez sexual, un escenario de extraordinaria competencia por aparearse que estar¨ªa volviendo m¨¢s violentos a los machos.
Su lugarteniente fue malherido pero logr¨® recuperar su condici¨®n; su hermano era el nuevo macho alfa
"El alto nivel de competencia reproductiva masculina en Fongoli, junto con una baja densidad de poblaci¨®n y una tasa extremadamente baja de interacciones intercomunitarias podr¨ªa explicar el ataque a Foudouko", concluyen. "El caso de Foudouko es tambi¨¦n uno de los pocos registrados para los chimpanc¨¦s de ?frica Occidental, una subespecie caracterizada, junto con los bonobos, por tener relativamente pocas agresiones letales en comparaci¨®n con la subespecie de chimpanc¨¦s de ?frica oriental", explica el estudio.
La especialista Jill Pruetz ya hab¨ªa publicado hace dos a?os un estudio en el que describ¨ªa las especiales capacidades de las hembras de este grupo de Fongoli, que hab¨ªan aprendido a cazar con lanzas, logrando que los machos respetaran sus presas m¨¢s de lo esperable.
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