El PP y el mal menor
El partido de Mariano Rajoy se ha alejado de los j¨®venes y carece de ambici¨®n
Un congreso es uno de los actos de mayor trascendencia en la trayectoria de cualquier formaci¨®n pol¨ªtica, al determinar tanto la estructura organizativa del partido como su proyecto pol¨ªtico. Cuando un partido est¨¢ ya consolidado en el sistema institucional, ninguno de los dos aspectos ¡ªni el organizativo ni el ideol¨®gico¡ª pueden ser ajenos a la realidad pol¨ªtica, social y econ¨®mica que atraviesa el pa¨ªs. El contexto importa y hace imprescindible un an¨¢lisis que comprenda el pasado ¡ªde d¨®nde venimos¡ª y el presente ¡ªen qu¨¦ condiciones llegamos¡ª para abordar el futuro. Teniendo esto en cuenta ¡ªy dado que en los ¨²ltimos tiempos los congresos del PP no se han celebrado con la frecuencia debida¡ª ser¨ªa un error considerar el c¨®nclave que se celebrar¨¢ este fin de semana como un mero tr¨¢mite.
El 18? congreso llega despu¨¦s de haber obtenido la direcci¨®n del PP el menor respaldo electoral desde 1989. Un resultado al que antecede una mayor¨ªa absoluta sin precedentes. Este es un hecho determinante frente al argumento justificativo que sostiene que todos los partidos tradicionales empeoraron sus resultados, porque ninguno ven¨ªa de cosechar un apoyo tan abrumador.
El congreso deber¨ªa partir de una reflexi¨®n profunda sobre qu¨¦ ha pasado desde el ¨²ltimo congreso ¡ªcelebrado en febrero de 2012¡ª para haber perdido la confianza de tres millones de espa?oles. ?Han castigado los ciudadanos la aplicaci¨®n gubernamental del programa con el que concurri¨® el Partido Popular a las elecciones de 2011? ?Ha tenido un impacto la gesti¨®n de los casos de corrupci¨®n? ?Se siente su electorado ¡°natural¡± de centroderecha identificado con el PP, con lo que representa y con sus ideas? ?Ha dado se?ales la direcci¨®n del Partido Popular de modernizar la organizaci¨®n pol¨ªtica seg¨²n las demandas sociales? ?Ha tenido la respuesta a la crisis el mismo efecto en todas las generaciones?
La estrategia del mal menor como atractivo electoral es insuficiente y ahonda en la percepci¨®n del PP como un partido tecnocr¨¢tico carente de pol¨ªtica
Los espa?oles no han castigado al PP por haber aplicado su programa electoral de 2011, puesto que en gran medida no lo llev¨® a la pr¨¢ctica. La gesti¨®n de la corrupci¨®n ha tenido un coste elevado que no se circunscribe exclusivamente al PP y que tambi¨¦n ha afectado al conjunto del sistema pol¨ªtico. As¨ª lo corroboran las encuestas del CIS, en las que la ¡°corrupci¨®n y el fraude¡±, junto con ¡°los pol¨ªticos, en general, los partidos pol¨ªticos y la pol¨ªtica¡±, siguen destacando entre los principales problemas para los espa?oles, y a nivel mayor que en 2011 y 2012.
El electorado ¡°natural¡± no ha desaparecido, pero un porcentaje muy elevado sigue sin comparecer ante la ausencia de pol¨ªticas inspiradas en los principios pol¨ªticos del PP: las ideas tienen consecuencias; y su no aplicaci¨®n, tambi¨¦n. A pesar del esfuerzo por transmitir una imagen de modernizaci¨®n con el cambio de portavoces en algunos cargos org¨¢nicos, el PP sigue lejos de recuperar la confianza de los m¨¢s j¨®venes, a lo que se suma que la crisis no ha tenido el mismo efecto en todas las generaciones. Seg¨²n la Encuesta Financiera de las Familias, la riqueza de los hogares formados por menores de 35 a?os ha descendido un 94% desde 2008.
Es cierto que el PP se encuentra en una situaci¨®n relativamente mejor si lo comparamos con el resto de partidos, pero tambi¨¦n que la estrategia del mal menor como atractivo electoral resulta insuficiente y ahonda en la percepci¨®n ciudadana del PP como un partido tecnocr¨¢tico carente de pol¨ªtica y pol¨ªticas, m¨¢s dispuesto a hacer arreglos de car¨¢cter administrativo que a impulsar reformas que resuelvan no s¨®lo las dificultades inmediatas, sino tambi¨¦n las futuras. Por si fuera poco, vivimos tiempos en los que el nacionalismo y el populismo se han abierto camino en nuestras democracias. Ambos requieren una respuesta pol¨ªtica, adem¨¢s de jur¨ªdica y administrativa; pero, ante todo, precisan de una agenda orientada a recuperar la confianza en la pol¨ªtica y en los partidos como instrumentos necesarios para hacer de Espa?a un ¡°sugestivo proyecto de vida en com¨²n¡±.
Por eso, el 18? congreso del PP no es un congreso cualquiera. Marcar¨¢ el futuro del partido, cuya direcci¨®n quedar¨¢ retratada por las medidas de car¨¢cter organizativo y de proyecto pol¨ªtico que se adopten. En breve, veremos si apuestan por una organizaci¨®n m¨¢s flexible, participativa y abierta ¡ªes decir, m¨¢s democr¨¢tica¡ª y por un proyecto pol¨ªtico nacional ambicioso, atractivo e integrador con vocaci¨®n de mayor¨ªa, que no se resigne a ser el m¨¢s votado por ser el menos malo; o si, por el contrario, optan por seguir el mismo camino que nos ha tra¨ªdo hasta la situaci¨®n actual, francamente mejorable.
Isabel Benjumea es directora de la Red Floridablanca.
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