Espa?a de perfil
El Gobierno debe explicar su rechazo a criticar a Trump
Seg¨²n pasan los d¨ªas, los contorsionismos verbales que el Gobierno realiza para evitar criticar a Trump quedan m¨¢s en evidencia. Ayer mismo, el ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, tuvo la oportunidad de explicar ¡ªen sede parlamentaria, que es donde se deben rendir cuentas ante los ciudadanos¡ª cu¨¢l es la posici¨®n oficial del Gobierno y qu¨¦ acciones va a emprender. Pero una vez m¨¢s, un representante gubernamental se zafa del asunto refugi¨¢ndose en una ret¨®rica hueca y equidistante.
Editoriales anteriores
La reiteraci¨®n de generalidades vac¨ªas de contenido, repetidas por el presidente, el ministro de Exteriores o el portavoz del Gobierno a cada ocasi¨®n en que se solicita la opini¨®n del Ejecutivo, no puede ser consecuencia de la improvisaci¨®n o de la casualidad: demuestra que existe una pol¨ªtica y que esta consiste en no criticar a Trump; ni siquiera expresar en voz alta una l¨®gica preocupaci¨®n. Por tanto, contra lo que pudiera pensarse en los primeros d¨ªas, no estamos ante un caso de indefinici¨®n y titubeo sino ante una decisi¨®n deliberada y consciente.
En pocos d¨ªas desde su toma de posesi¨®n, las decisiones de Trump han generado un alt¨ªsimo nivel de contestaci¨®n, dentro y fuera de EE?UU, que ha desbordado con creces lo estrictamente pol¨ªtico y entrado de lleno en lo social, e incluso empresarial. Pero el Gobierno da la callada por respuesta y se escuda en el argumento de que es enemigo de las estridencias, como si los que critican a Trump fueran unos hist¨¦ricos incapaces de controlar sus emociones.
Esta inanidad sorprende, y mucho, en el contexto europeo, donde acabamos de conocer que el presidente del Consejo Europeo ha expresado a los 27 jefes de Estado y Gobierno de la UE su extrema preocupaci¨®n por el efecto desestabilizador que sobre Europa pudiera tener Trump. En un momento marcado por el resurgimiento de Rusia, la amenaza yihadista, la crisis de refugiados y el auge de movimientos populistas y eur¨®fobos (que ya se han llevado por delante a Reino Unido), perder a un aliado esencial como EE?UU, embarcado por Trump en una deriva proteccionista y aislacionista, sin duda equivale, y as¨ª lo ha se?alado Donald Tusk, a una amenaza de orden existencial.
Parece pensar Rajoy que expresar una posici¨®n firme ante EE?UU podr¨ªa tener un alto precio para Espa?a ¡ªo incluso para ¨¦l personalmente, al exponerse a las cr¨ªticas de la derecha m¨¢s montaraz¡ª. Se trata de un error, y grave. Primero porque nadie est¨¢ exigiendo a Espa?a que se enemiste con EE?UU, sino que, como est¨¢n pidiendo nuestros socios europeos, incluyendo la siempre prudente Merkel, llame a la defensa de intereses y principios comunes. Y segundo, porque lo que puede tener muy negativas consecuencias para nuestro pa¨ªs es que no se sume al consenso europeo en un momento decisivo y que sea percibido en Am¨¦rica Latina, y especialmente en M¨¦xico, como un socio sin perfil ni voluntad pol¨ªtica a la hora de contener a Trump.
Es la debilidad internacional de Rajoy y el desprestigio de Espa?a lo que nos debe preocupar, no las consecuencias de actuar de acuerdo con nuestros socios europeos y latinoamericanos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.