Bangladesh identifica a la primera ¡®mujer ¨¢rbol¡¯
Una ni?a de 10 a?os est¨¢ siendo tratada en el mismo hospital donde se recupera Abul Bandajar, cuyo caso dio la vuelta al mundo. Los m¨¦dicos aseguran estar cerca de una cura
Puede que el caso de la peque?a Sahana Khatun no llame tanto la atenci¨®n. La epidermodisplasia verruciforme que sufre no le impide todav¨ªa llevar una vida normal. Se manifiesta ¨²nicamente a trav¨¦s de las extra?as verrugas de aspecto vegetal que le crecen en la cara, concretamente en la barbilla, las orejas, y la nariz. Sin embargo, a diferencia de lo que sucede con Abul Bajandar, el hombre ¨¢rbol cuya historia dio la vuelta al mundo el a?o pasado, para la ciencia Khatun puede resultar incluso m¨¢s interesante.
¡°Creemos que es la primera mujer que sufre esta rara enfermedad que antes solo se ha diagnosticado en otros cuatro casos, todos hombres¡±, cuenta el doctor Samanta Lal Sen, director de la Unidad de Quemados y de Cirug¨ªa Pl¨¢stica del Hospital Universitario de Dacca, la capital de Bangladesh. ¡°Adem¨¢s, si los an¨¢lisis que estamos realizando confirman que sufre este padecimiento, ser¨¢ la primera vez que podamos tratarlo en su fase inicial y con mayores posibilidades de ¨¦xito¡±.
A juzgar por los avances que se est¨¢n dando en el otro caso que recibe tratamiento en el centro m¨¦dico, las expectativas son buenas. ¡°Abul Bajandar ha sido sometido ya a 18 operaciones diferentes y los resultados son muy esperanzadores. Aunque todav¨ªa le quedan otros cuatro procedimientos ¡ªsobre todo est¨¦ticos¡ª que se alargar¨¢n hasta marzo, ya puede utilizar su mano izquierda sin impedimento y, lo que es m¨¢s importante, las verrugas no han crecido de nuevo desde que fue ingresado en enero del a?o pasado¡±, apunta Lal Sen.
De esta forma, por primera vez desde hace muchos a?os, el joven de Khulna puede pensar en el futuro m¨¢s all¨¢ de la mendicidad que le sirvi¨® para sobrevivir cuando cinco kilos de verrugas cubrieron sus manos y sus pies. ¡°Ya he cumplido mi sue?o de tocar a mi hija, y a veces puedo incluso jugar con ella¡±, afirma Bajandar. Incluso su rostro parece haber rejuvenecido. ¡°Ahora me siento liberado. El amor que hemos recibido en este tiempo me ha devuelto las ganas de luchar¡±. Si todo va seg¨²n lo previsto, pronto regresar¨¢ a su lugar de origen para poner en marcha un peque?o negocio con las generosas donaciones que ha recibido. ¡°Voy a empezar una nueva vida¡±, sentencia.
Los cinco millones de takas (casi 60.000 euros) que ha costado su tratamiento han sido sufragados por el Gobierno, de forma excepcional y algo pol¨¦mica, ya que otros pacientes se han quejado del trato de favor que ha recibido Bajandar por el revuelo medi¨¢tico que ha provocado su enfermedad. No obstante, el comit¨¦ de nueve m¨¦dicos que supervisa el caso de Bajandar considera que ha sido dinero muy bien empleado, sobre todo si se confirma el ¨¦xito del proceso. Para el doctor, ¡°supondr¨ªa un gran avance para la ciencia m¨¦dica en Bangladesh¡±, uno de los pa¨ªses m¨¢s depauperados de Asia.
Creemos que es la primera mujer que sufre esta rara enfermedad que antes solo se ha diagnosticado en otros cuatro casos, todos hombres
Samanta Lal Sen, m¨¦dico
Sin duda, tambi¨¦n le proporcionar¨ªa una gran alegr¨ªa a Khatun, que, a sus diez a?os, tambi¨¦n comparte con Bajandar una historia de pobreza. No en vano, despu¨¦s de la muerte de su madre hace cuatro a?os, la familia sobrevive gracias a los exiguos ingresos de su padre, Mohammad Shahjahan, que trabaja de obrero en la construcci¨®n. Eso s¨ª, a diferencia de Bajandar, que ha disfrutado de una habitaci¨®n exclusiva para ¨¦l y su familia durante todo este tiempo, Khatun espera los resultados de los an¨¢lisis en una de las atestadas habitaciones comunes del hospital.
¡°Las verrugas le comenzaron a salir hace cuatro meses, y no le di mucha importancia hasta que comenzaron a extenderse por la cara r¨¢pidamente¡±, cont¨® Shahjahan a la agencia AFP. En la estricta sociedad bangladesh¨ª, aunque la enfermedad no llegue a suponer un lastre para la vida cotidiana, las verrugas s¨ª se pueden convertir en un grave problema econ¨®mico. De hecho, en su familia temen que nadie se quiera casar con ella y que tengan que pagar una dote mucho mayor para que alg¨²n hombre la acepte. Por eso, conocedor del caso de Bajandar, Shahjahan decidi¨® trasladarla a Dacca, donde fue ingresada el pasado domingo.
Ahora, los m¨¦dicos deben confirmar si sufre epidermodisplasia verruciforme, y determinar no solo el tratamiento o c¨®mo puede afectarle en el futuro, sino tambi¨¦n c¨®mo ha contra¨ªdo esta enfermedad de la piel. ¡°Com¨²nmente se cree que es gen¨¦tica, pero nos preguntamos c¨®mo es posible que los casos conocidos no tengan ninguna relaci¨®n entre s¨ª, y que ninguno de sus familiares haya desarrollado la dolencia¡±, analiza Lal Sen para EL PA?S. ¡°Adem¨¢s, curiosamente, todos los que la padecen viven en zonas rurales y tienen contacto habitual con animales. Y, precisamente, el ¨²nico ser en el que tambi¨¦n hemos encontrado este tipo de trastorno es en vacas. Eso es algo que tenemos que tener en cuenta en la investigaci¨®n¡±.
Por eso, Lal Sen est¨¢ convencido de que Khatun aportar¨¢ m¨¢s datos para poder avanzar en el estudio y la cura de una de las dolencias m¨¢s raras del mundo. Mientras tanto, y como sucedi¨® con Bajandar, la ni?a comienza a convertirse tambi¨¦n en una persona a la que todo el mundo quiere ver. Por eso, Lal Sen impide las visitas no autorizadas. ¡°La verdad es que me da un poco de miedo lo que me est¨¢ pasando, y no me gusta esto que me ha salido en la cara. Pero no me averg¨¹enzo¡±, comenta sobre el camastro del hospital sin perder la sonrisa. No lejos de all¨ª, en el cuarto piso, Bajandar demuestra que hay salida y saluda alegre por videoconferencia con su reci¨¦n recuperada mano.
El primer caso de epidermodisplasia verruciforme se diagnostic¨® en Ruman¨ªa en 2007. Y los otros dos restantes se han dado en Indonesia, donde uno de los afectados se someti¨® tambi¨¦n a un proceso quir¨²rgico similar al de Bajandar. Desafortunadamente, las verrugas volvieron a crecer en el cuerpo de este pescador que muri¨® el 30 de enero del a?o pasado debido a las complicaciones que le causaron. Que ese tr¨¢gico final no se vuelva a repetir est¨¢ ahora en manos del equipo que dirige Lal Sen.
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