Tengamos el turismo en paz

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En la gu¨ªa de Lonely Planet sobre Colombia, m¨¢s de la mitad del mapa es una sombra gris de la que no hay referencia alguna: ni restaurantes, ni alojamientos, ni recomendaciones. Excepto una: mejor no vaya por all¨ª. Adem¨¢s de la densidad selv¨¢tica que imposibilita escrutar muchos lugares de la zona oriental, el ¨¢rea gris es sobre todo la mancha del conflicto armado que ha asolado al pa¨ªs durante medio siglo.

La Amazon¨ªa colombiana ha sido un reh¨¦n m¨¢s del conflicto entre el Estado y las guerrillas. Ning¨²n viajero medianamente sensato se habr¨ªa aventurado por un territorio del cual muchos de sus propios habitantes han tenido que huir, dejar sus tierras y hogares por miedo a perder la vida.

En la pr¨®xima edici¨®n de la gu¨ªa de viajes, sin embargo, tendr¨¢n que trabajar para colorear esta enorme zona de sombra. El proceso de paz que vive Colombia est¨¢ abriendo nuevas rutas que fueron insondables para los turistas (nacionales o extranjeros) durante d¨¦cadas. La XVI Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz, que se celebr¨® la semana pasada en Bogot¨¢, reserv¨® un foro a abordar c¨®mo aprovechar esta y otras oportunidades similares para el desarrollo del pa¨ªs. Muchas de las ilusiones all¨ª expresadas ven¨ªan de parte de los propios colombianos, que por fin podr¨¢n conocer todo su pa¨ªs.

Sali¨® a la palestra incluso el lado positivo de la guerra. ¡°Buena parte del pa¨ªs es casi virgen. Eso es excepcional para el desarrollo tur¨ªstico. Y sucede, parad¨®jicamente, gracias a las guerrillas. Por ellas hemos sorteado los errores que se cometieron en otras partes del mundo y podemos aprovechar este aprendizaje para evitarlos¡±, reflexion¨® Jean Claude Bessudo, presidente de Aviatur, la mayor agencia de viajes de Colombia.

La Amazon¨ªa colombiana ha sido un reh¨¦n m¨¢s del conflicto entre el Estado y las guerrillas

En este nuevo contexto, el Gobierno colombiano tiene la tarea de aprovechar la paz para atraer turismo y aprovechar el sector para mantener la paz. La ministra del ramo, Mar¨ªa Claudia Lacouture, se mostr¨® convencida de que esa es una labor conjunta de nacionales y visitantes. Su departamento ya est¨¢ promoviendo 12 nuevos corredores tur¨ªsticos que unen los tradicionales destinos del pa¨ªs con otros hasta ahora inexplorados. ¡°Queremos que cuando un viajero llegue a Cartagena [de Indias, principal destino tur¨ªstico] vea las oportunidades que tiene alrededor¡±, afirm¨®. Y, en esto, Colombia no se queda corta. Es el pa¨ªs con mayor biodiversidad por kil¨®metro cuadrado del mundo, el segundo en t¨¦rminos absolutos tras Brasil. Y, como la paz no es algo que haya llegado de la noche a la ma?ana, las cifras ya han comenzado a mostrar el inter¨¦s por estos nuevos destinos: La Macarena, uno de los epicentros del conflicto con un privilegiado entorno natural, pas¨® de 1.500 visitantes en 2010 a m¨¢s de 15.000 en 2015, seg¨²n los datos que aport¨® la ministra.

Pero no basta con que haya cesado la guerra ¡ªo que haya remitido de forma extraordinaria, pues la paz en Colombia no puede ser calificada de completa¡ª. Jos¨¦ Ramos, expresidente de Timor Oriental y premio Nobel de la Paz en 1996, advirti¨® que paz y seguridad no son una misma cosa. "Si no se crean las condiciones para los que han dejado las armas puedan tener dignidad, har¨¢n lo que mejor saben hacer, lo que han hecho siempre: retomarlas y unirse a bandas en el pa¨ªs. Y esta situaci¨®n ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil de controlar. Es m¨¢s f¨¢cil lidiar con organizaciones insurrectas organizadas que con bandas dispersas", subray¨®.

En el nuevo contexto, el Gobierno colombiano tiene la tarea de aprovechar la paz para atraer turismo y aprovechar el turismo para mantener la paz

Y para que esto no suceda, el primer requisito es el di¨¢logo. Esos errores evitables de los que advert¨ªa Bessudo tienen mucho que ver con la irrupci¨®n irrespetuosa y sin medida en territorios inexplorados. "Si no se genera comunicaci¨®n con las comunidades, el turismo no ser¨¢ sostenible. Tiene que compartir sus valores y entender sus necesidades. Lo primero que crea paz es aportar una vida digna, trabajos, que la gente sea capaz de crear su propio destino", opin¨® Bruce Poon Tip, director ejecutivo de G Adventures, uno de los principales grupos de turismo de aventuras en el mundo. "Hay que buscar qu¨¦ es valioso para los ind¨ªgenas. Porque no conf¨ªan ni en el Estado ni en las empresas ni creen en el dinero. Ellos est¨¢n muy orgullosos de su historia y normalmente quieren contarla al resto del mundo. Nuestra labor ser¨ªa, con respeto y di¨¢logo, ayudarles en esta misi¨®n".

En esta comunicaci¨®n, una clave es no crear demasiadas expectativas, en opini¨®n de Sue Snyman, directora de Wilderness Safaris: "En estos nuevos contextos es habitual que la gente crea que el turismo lo va a solucionar todo, y no es as¨ª. Sucedi¨® en Sud¨¢frica tras el apartheid. En 1994 se hicieron grandes promesas y no todas se cumplieron. Esto genera frustraciones que no ayudan a mantener la paz y el desarrollo. El primer paso en lugares donde no hab¨ªa turismo es la educaci¨®n: equipar a la gente con las herramientas para hacer un buen trabajo. En ?frica no hab¨ªa mucho turismo dom¨¦stico por lo que era un fen¨®meno que no se entend¨ªa bien".

Si no se crean las condiciones para los que han dejado las armas puedan tener dignidad, har¨¢n lo que mejor saben hacer: retomarlas

Y, por no perderse en las proclamas y las buenas intenciones, Megan Epler Wood, directora de la Iniciativa turismo sostenible universidad de Harvard, advirti¨® de que el ecoturismo no va a ser la panacea, tampoco en Colombia. No va a superar el 5% del total, seg¨²n sus predicciones basadas en otras realidades similares. "Hay que pensar m¨¢s macro. En la cultura, las costas, los ecosistemas y c¨®mo pueden protegerlos. Porque no es un proceso amable, es brutal. Es r¨¢pido; ustedes van a perder territorio comprado por inversores de fuera. El turismo es una oportunidad, pero puede crear grandes problemas. C¨®mo proteger la cultura, la tierra, la forma de vida es algo que tiene que plantearse en este nuevo contexto. Y esto no solo se hace con buenas intenciones o ¨¦tica", apunt¨®. Como casi todas las realidades, es dif¨ªcil conocerlas sin datos. "Hay que medir el impacto del turismo para saber hacia d¨®nde va", recomend¨® la acad¨¦mica.

El camino, seg¨²n Juli¨¢n Guerrero, vicepresidente de turismo de ProColombia, es usar el "tsunami" de visitantes que augura para los pr¨®ximos a?os como un medio de profundizar en la cultura del pa¨ªs y "reinterpretar el pasado".

Tambi¨¦n particip¨® en el foro Daniel Houghton, director ejecutivo de Lonely Planet, quien defini¨® sus publicaciones como un medio para "ayudar a la gente a entender un lugar". Tiene trabajo por delante. La media Colombia que llevaba d¨¦cadas en una zona de sombra, una superficie mayor que Espa?a, est¨¢ todav¨ªa por comprender para millones de personas, incluidos muchos colombianos.